Aernnova, más ataques de la patronal para mantener beneficios
AERNNOVA, parte del conglomerado empresarial aeronáutico, pretende destruir más de 180 puestos de trabajo entre Sevilla y Álava. En la planta ubicada en La Rinconada (Sevilla) arrojarían al paro a 73 trabajadores de una plantilla total de 186. Esto se suma a 800 puestos adicionales repartidos por distintos países donde la empresa tiene ramificaciones.
La sangría que no cesa
Los trabajadores no tardaron en responder y llevan meses en lucha, conscientes de que los planes del sector pasan por la precarización del empleo, en cuya realización cifran sus expectativas la dirección de las empresas cuando hablan de que el mal año 2020 tiene que remontarse mediante las “adaptaciones necesarias”. Algunas, como el caso de Aernnova, han rechazado incluso los ERTES (a pesar de que les salen gratis) manteniendo sobre la mesa los despidos. Esto se explica porque sus planes no son coyunturales, sino estratégicos. Aun cuando éstos sean a medio plazo, la reestructuración empieza inmediatamente. Esto consiste en aumentar la robotización en los procesos industriales, para lo cual seguirán exprimiendo a las arcas públicas, dispuestas ya a sacar la billetera a través de las asignaciones de los Fondos Europeos (Next Generation), especialmente diseñados para aportar capital a la modernización de las empresas. A cambio de esto no está prevista ninguna exigencia de mantenimiento del empleo, y por supuesto tendrán su contrapartida en recortes sociales.
Diversos estamentos directivos de Aernnova han trasladado a los trabajadores que “no te preocupes: sí vas a ser despedido pero te volverán a llamar a través de las empresas de contratación con las que colaboramos”. Esto significará que las ETT llamarán por días o semanas, con horarios especiales según las necesidades de producción. Por supuesto, con salarios ajustados a la “nueva normalidad” que quieren imponer, con vacaciones incluidas en la nómina y con derechos a enfermar por “cuenta propia”.
Reguero de despidos
Hace pocos meses se aplicó un ERE en otra aeronáutica, Alestis, que dejó en la calle a 150 familias (entre Vitoria, Sevilla y Cádiz). Ha sido además una escabechina de compañeros sindicalistas del SAT, que fueron quienes se opusieron firmemente desde el principio. Esto se une al llevado a cabo en Inespasa, que acumula más de 40 despidos en los últimos meses, vía ERE. Pero hay todo un reguero de empresas del sector (Sofitec por ejemplo, 350 trabajadores) que anuncian que están igualmente “estudiando” la reducción de plantilla.
Todos estos ataques a las empresas auxiliares de la aeronáutica terminarán llegando al corazón de Airbus, la matriz, donde antes o después el mismo proceso se aplicará si no es respondido desde ya con la máxima decisión en la lucha.
Alcoa, un ejemplo de lucha
En positivo tenemos el caso de ALCOA (San Ciprián, Lugo) donde el conflicto se extendió a toda la población en defensa de más de 500 puestos trabajo dejando de lado la lógica de los libros de cuenta. Se puso sobre la mesa que si las cuentas no salían, había que diversificar la producción, para seguir generando riqueza y con ello salvar los puestos de trabajo. Esa lucha ejemplar ha obligado al Gobierno (e incluso a los tribunales) a intervenir en el conflicto a través de la SEPI y, al menos por ahora, la planta tiene garantizada así su continuidad.
Los delegados de CCOO y UGT tienen ahí un maravilloso ejemplo de cómo responder a los ataques de la patronal.
Unificar y extender las luchas Es necesario rehuir de la parcialización de los conflictos. La patronal y los inversores actúan como un bloque moviendo capital de una empresa a otra, conforme oscilan las condiciones, para maximizar los beneficios. Por lo tanto, emprender la lucha de manera aislada por centros de trabajo es una estrategia que ayuda a los objetivos de recorte de plantillas. Es necesario plantear ya una movilización unitaria para salvar los puestos de trabajo. El Gobierno debería intervenir estos sectores estratégicos mediante su expropiación sin indemnización. Pero para que este proceso sea posible, la actitud sindical debe dar un giro de 180 grados.
Las condiciones políticas son favorables para la lucha. La mayoría sindical, con decenas de miles de delegados de CCOO y UGT, tiene en sus manos revertir la situación.
PS: Los trabajadores de Aernnova de la planta de La Rinconada (Sevilla), llevan más de 80 días de huelga indefinida contra los despidos. Puedes colaborar con su lucha haciendo una aportación en su caja de resistencia:
IBAN: ES71 2038 9876 0160 0058 5693
BIZUM: 629 55 22 90
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