Ante el 28 de abril: necesitamos un programa auténticamente socialista
Durante la década siguiente a la Gran Recesión de 2008 diferentes procesos de lucha llevaron al gobierno a movimientos políticos con un programa inicial muy parecido al de Unidas Podemos, que contemplaban mejoras, pero que querían convivir con el dominio de la economía por parte de los grandes capitalistas. Se nos explicó que esos caminos eran más «realistas». Hoy todo son lamentos: en Grecia, Latinoamérica… Creemos que el mejor antídoto para el futuro reside en la defensa de un programa que acometa la resolución de las necesidades que padecemos la inmensa mayoría, que no es otro que un programa auténticamente socialista. Los marxistas de «Lucha de Clases» queremos exponer nuestras principales conclusiones para este debate.
Hay recursos sobrados para garantizar un bienestar digno para todos. Entre 2008 y 2018, las rentas de los trabajadores perdieron 2,87 puntos dentro del reparto del PIB frente a las rentas del capital. Tomando como base el PIB del 2018, los asalariados hemos perdido sólo ese año 34.638 millones de euros que nos hubieran correspondido aplicando el mismo porcentaje del que disponíamos en el «reparto de la tarta» de la renta en 2008. Si aplicásemos la misma operación año a año, hacia atrás, tendríamos una bonita suma, que ha ido a parar en una parte importante al bolsillo de los ricos, que acrecentaron su bienestar explotando mucho más a la clase trabajadora ¡Basta ya!
Contenido
En materia laboral, pedimos:
- Eliminar las contrarreformas laborales de los gobiernos del PSOE y PP. Eliminación de la subcontratación y las ETT’s. La base de toda reforma del Estatuto de Trabajadores debe ser: a igual trabajo, igual salario; no al empleo precario, fijo en plantilla a los 15 días.
- Reparto del trabajo. Trabajar menos, para trabajar todos. Semana laboral de 34 horas sin reducción salarial para todos los trabajadores, YA, como paso previo hacia la semana laboral de 30 horas.
- Si cierra una empresa, que sea nacionalizada bajo el control de los trabajadores. Apertura de los libros de cuentas, para descubrir adónde fueron los beneficios.
- SMI de 1.200 euros al mes, al igual que toda pensión mínima. Subsidio de desempleo para todo adulto sin empleo dotado de igual cuantía.
Con la crisis económica se multiplicó la necesidad del Estado de pagar los diferentes subsidios de desempleo y, sobre todo, hubo una caída de la recaudación fiscal. Los ricos pagaban cada vez menos debido a que los gobiernos del PSOE y PP redujeron las aportaciones de las empresas. El impuesto de sociedades bajó del 35% de los beneficios, al 15% teórico actual, del cual los grandes consorcios económicos pagan aún menos, entre el 6 y 8%, por diferentes deducciones legales.
Inmobiliarias y constructoras en quiebra fueron absorbidas por la banca, que a su vez fue rescatada con dinero público. Se pusieron a su disposición centenares de miles de millones de euros para sanear sus pérdidas, de los que aún el Estado no ha recuperado 64.394 millones. Hace una década, la mitad del sistema financiero español era público. Una vez saneado, lo entregaron a la banca privada, a precio de saldo.
El resultado de todo esto: se multiplicó la Deuda Pública por tres. Al mismo tiempo, la banca privada se hartó de recibir dinero público del BCE, sin intereses, gracias al aval del Estado. Especularon con ese dinero y se lucraron con los altos intereses que se vio obligado a pagar el Estado para colocar los títulos de Deuda Pública.
Contra este robo legalizado de los banqueros y empresarios, pedimos:
- El sector bancario y financiero debe ser nacionalizado en un solo banco público, sin indemnización salvo a los pequeños accionistas.
- Los bancos y fondos buitre detentan más de 700.000 viviendas vacías. Éstas deben ser expropiadas para crear un parque de viviendas públicas, para alquilarlas por no más del 10% de los ingresos familiares. Los pagos de las hipotecas (pasadas o futuras), también deben tener un tope de no más del 10% de los ingresos familiares y ser congelados en caso de desempleo: se debe garantizar así que la vivienda sea un derecho básico.
- Debe llevarse a cabo una investigación completa en el sistema bancario, así como en toda empresa que presente “suspensión de pagos”. Dicha investigación debe ser realizada por representantes de la PAH, trabajadores del sector bancario y sus representantes sindicales.
- Hay que repudiar la Deuda Pública, con indemnización para los pequeños inversores sólo en caso de necesidad comprobada.
- Ante la incapacidad manifiesta demostradas por los grandes empresarios y banqueros, demandamos la nacionalización de los centros básicos de la economía, empezando por las empresas del IBEX-35 y las 100 grandes empresas de la Bolsa de Madrid, indemnizando a los pequeños ahorradores y accionistas en caso de necesidad comprobada. Con estas empresas en su poder el Estado controlaría el 80% de la economía: por primera vez un gobierno haría lo que demandan sus votantes, no lo que le piden en una reunión privada Amancio Ortega o Ana Botín. Sólo así, controlando estos recursos a través de los trabajadores y de los representantes por ellos elegidos en las diferentes empresas, el Estado podrá acometer un plan democrático de producción para garantizar el bienestar de la mayoría.
El Estado, ahora sí, tendría poder para lanzar un ambicioso plan de inversiones y obras públicas, para dar trabajo y hacer entrar en el conjunto de la economía a todos los desempleados, asegurando una mejor sanidad, pensiones y servicios sociales en general. Se reducirá rápidamente el diferencial económico entra las zonas más ricas y pobres del Estado. No habrá reparto de la miseria sino multiplicación del bienestar para todos, y se eliminarán las desigualdades sociales.
-
Plan urgente de planificación socialista de toda la economía con criterios medioambientales. El capitalismo está devorando el planeta. Las multinacionales nos alimentan, medican y proporcionan productos químicos que priman sus beneficios sobre nuestro bienestar y seguridad. Plan de repoblación urgente de arbolado en toda la península con criterios medioambientales, con particular énfasis en el tercio sureste. Multiplicación de las brigadas forestales. Desmantelamiento de las centrales nucleares.
- Nacionalización del sistema energético, comenzando por las eléctricas.
- Sanidad y educación públicas dignas para todos. Pensiones y derechos sociales para todos los residentes en el Estado español. Educación pública gratuita de 0 a 18 años. Gratuidad de la universidad pública. Fin a los conciertos y subsidios a la educación y sanidad privadas
La protesta social viene de la mano de la crisis capitalista, frente a lo cual la clase dominante responde con la represión y el recorte de nuestros derechos democráticos ejercido por un aparato de Estado neofranquista, tutelado por una monarquía corrupta y obsoleta.
En defensa de nuestras libertades democráticas y a favor del socialismo, pedimos:
- No a la Ley Mordaza. Libertad de huelga y manifestación, sin más requisito que su previa comunicación a la administración. Eliminación de toda la legislación aprobada en las últimas décadas que coartan la libertad plena de expresión. Depuración de fascistas y reaccionarios de todo el aparato del Estado: ejército, policía, Guardia Civil, aparato judicial.
- Reconocimiento de los derechos democráticos de las diferentes nacionalidades del Estado español, incluyendo el derecho de autodeterminación.
- Por un nuevo proceso constituyente. Conformación del Estado español como una federación voluntaria de Repúblicas Socialistas Ibéricas.
Otra Europa es posible
Una Europa que pase por defender a la inmensa mayoría de la población, no a los ricos, como sucede con la UE.
- No a la Europa de los ricos y banqueros. Por unos Estados Unidos Socialistas de Europa, como vía hacia una Federación Socialista Mundial.
Una semana después de que Syriza llegase al poder en Grecia, en enero de 2015, Podemos juntó a más de 200.000 personas en Madrid, entusiasmadas con la perspectiva de un cambio real en sus vidas. Si los dirigentes de Syriza hubieran realizado una campaña internacional para estrechar sus lazos con los movimientos de lucha de todo el mundo, tejiendo redes de apoyo y plataformas contra la intervención en Grecia, millones nos hubiéramos movilizado para sostener a un gobierno que defendía los trabajadores.
El capitalismo se dirige hacia otra gran crisis. La inestabilidad y la destrucción del planeta están a la orden del día. El desastre medioambiental debe ser el primer punto del orden del día para lanzar un llamamiento al Socialismo a escala internacional, única forma de conculcar la amenaza de destrucción y barbarie que se cierne sobre el planeta. La clase trabajadora y los más explotados se volverán a alzar una y otra vez. En algún lugar, nuevamente habrá un gobierno que se enfrente resueltamente a los capitalistas para tomar el poder. Un solo gobierno a favor de la clase trabajadora no puede cambiar por sí solo el mundo, pero sí puede ser la referencia para un movimiento internacional de lucha que sí lo haga. Organicémonos para hacerlo posible.
Puedes enviarnos tus comentarios y opiniones sobre este u otro artículo a: [email protected]
Para conocer más de la OCR, entra en este enlace
Si puedes hacer una donación para ayudarnos a mantener nuestra actividad pulsa aquí