Despidos en Aernnova: De “querido colaborador» a «querido compañero”
La dirección de Aernnova se dirigía así a los trabajadores por correo electrónico o carta antes de la pandemia: “querido colaborador ..”, ahora con la pandemia nos tutean “querido compañero…”, a este paso en la siguiente carta nos llamarán “querido camarada…”.
Puede parecer un simple detalle, pero muestra la forma de actuar de siempre de esta empresa, palos cuando quieren doblegarnos, chantajeando a los trabajadores con la deslocalización interna, y/o llevar la producción de una fábrica a otra dependiendo de los recortes que realicen, y buenas palabras cuando necesitan llegar a pactos. Ahora les interesa el buen rollo porque nos tienen de rehenes ante las instituciones, depende de la cantidad de dinero que reciban despedirán a pocos o muchos, pero seguro habrá despidos.
Miremos un poco la historia de Gamesa, su lanzamiento contó con grandes cantidades de dinero público en forma de subvenciones y ayudas del gobierno vasco. En un momento dado, extienden su producción hacia las energías renovables y nace Gamesa Aeronáutica y Gamesa Eólica. Sigue creciendo en sus dos negocios instalando plantas industriales en otras ciudades del resto del estado, eso sí, con la recompensa de ayudas públicas de los gobiernos autonómicos correspondientes, allí donde recibe más ayuda, implantará la factoría. Crece por el hecho de recibir subvenciones y ayudas económicas importantes sin ningún control de aquellas instituciones que se las concede, mientras se reparten sus beneficios se congelan los salarios y recortan derechos laborales.
Con ese torrente de ayudas públicas, llega un momento en que los beneficios obtenidos son mayores en el sector de las energías renovables, así que deciden vender Gamesa Aeronáutica. No consiguen ningún comprador, pero de alguna manera lo “fabrican”: se desprenden del consejero delegado Sr. Gandásegui que recibe una indemnización de 45 millones de euros, resultando ser una buena base comprar Gamesa Aeronáutica en una operación conjunta con otros directivos y la Caja Castilla-La Mancha, constituyendo una Sicav, y es cuando nace el grupo Aernnova.
En las fábricas del nuevo grupo Aernnova sigue la congelación salarial, varios ertes, desgastando y desmoralizando a la plantilla porque día tras día vas a trabajar y no hay tarea que realizar, preparando el camino para un ere en el que la mayoría de los despidos eran mujeres, y por la presión de los trabajadores lo paralizan.
En el año 2015 pretenden hacer un ERE a 130 trabajadores de la planta de Berantevilla, (población de Álava cercana a Vitoria), y al mismo tiempo anuncian el traslado de la producción a la fábrica de Illescas (Toledo) para el mismo número de trabajadores que plantea despedir en Álava.
Por otro lado, sigue su expansión a nivel nacional con plantas en Galicia, Tarazona, Toledo, Andalucía y a otros países: plantas en México, Brasil, compra empresas en EEUU, Rumanía. Con esto lo que consigue, además de cuantiosas subvenciones públicas, dividir al conjunto de los trabajadores con la amenaza constante de llevar el trabajo allí donde las condiciones laborales sean peores, consigue bajada de salarios o congelación, incremento de la jornada laboral, etc.
Pero no sólo va creciendo Aernnova, también las subcontratas, creando importantes empresas aeronáuticas, un ejemplo es Alestis. Aquí un paréntesis para recordar que un exconsejero se llevó 6,4 millones de euros y la dejó en quiebra. Aparece el grupo Aciturri, con lo que tenemos 3 grandes proveedores de Airbus, llamados Tier-1. La propia Airbus crece en el territorio nacional sobre todo en Andalucía, para llegar al porcentaje que al Estado le corresponde fabricar aviones de Airbus y justificar las subvenciones que les concede la UE.
Esta situación crea un gran volumen, capacidad de producción de aeronaves a las que no dan salida, almacenando los stock en grandes aparcamientos en el desierto.
En la planta de Aernnova en Berantevilla, en el inicio del año 2020, se empieza a robotizar la producción estrella, el cajón del A220; según su dirección la viabilidad de la planta pasa por la robotización, estos brazos robotizados taladran, sellan, remachan e inspeccionan el trabajo que realizan, así el escenario para el año 2021 mostraba una bajada de carga de trabajo, escenario propicio y que siempre aplican cada vez que finaliza el convenio en una planta del grupo y utilizarlo como chantaje para conseguir rebaja de los derechos laborales y condiciones salariales a cambio de promesas de traer trabajo en dicha planta, quitándolo a otros, claro.
En el conjunto de las empresas de los llamados Tier-1 pasaba lo mismo: el producto estrella de Airbus, el avión-gigante A-380, 853 pasajeros, veían el mercado de los viajes sobre todo en Asia y Oriente Medio con grandes aeropuertos en los que aterrizar grandes aviones.
Al descartarse ese mercado se decide la no producción de esos gigantes aparatos, recordemos antes de la pandemia, Airbus anuncia 2.400 despidos a nivel europeo, por lo que la crisis sanitaria ha acelerado lo que iba a suceder a finales de 2020 y principios del próximo año.
Podemos cerrar los ojos y ver sólo a corto plazo, pensar en salvar lo que se pueda, pedir subvenciones para esas empresas, pero el problema seguirá existiendo y llegará dentro de un año o dos. La propia Aernnova pide una compensación por la pérdida de los trabajos del A380 que tenía una cadencia de 30 años. Hay que recordar que se necesitan años desde la llegada de un nuevo proyecto hasta la producción de piezas en serie.
Otra paradoja que muestra esta pandemia es conocer que son capaces de pedir un crédito de 490 millones, de los que 100 eran para repartirse beneficios el accionariado de Aernnova; pero para proteger su mayor activo que somos los trabajadores no destinan nada de sus beneficios, se acogen a ertes a costa de las arcas del Estado. No son capaces de buscar fórmulas para el mantenimiento de los puestos de trabajo, y nosotros nos preguntamos, dónde están los beneficios, ahora los exigimos para el mantenimiento de los puestos de trabajo.
Si al final consiguen subvenciones tenemos que exigir la intervención y el control del gobierno, no puede ser que una compañía como Aernnova haya recibido tantas subvenciones y al primer síntoma de crisis decida despedir al 20% de su principal activo, los trabajadores. No puede suceder de nuevo que se ayude con dinero público para generar nuevos proyectos sin garantizar el mantenimiento de todos los puestos de trabajo, aprendamos de la experiencia como pago de todas las subvenciones recibidas.
Vitoria-Gasteiz, octubre 2020..
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