Donostia se tiñó de los colores de Palestina

Los jovenes y trabajadores del Estado español son un referente en la lucha por los derechos, sobre todo con el genocidio de Gaza, donde el pueblo ha despertado y hace cualquier cosa por llamar la atención y luchar contra ello.

Hubo dos eventos que hicieron que fuéramos la clase más defensora de Palestina en Europa: Eurovisión, el concurso de música más grande de Europa, donde el gobierno dijo que no participábamos si Israel participaba debido a la presión desde abajo; y La Vuelta, la ruta ciclista española en la cual participó un equipo israelí y, los jóvenes y trabajadores, en la mayoría de las comunidades, denunciamos su participación manifestándonos mediante acción directa en cada etapa.

A estos eventos se suma el Zinemaldia, uno de los festivales de cine más famosos de este país. Este año, a diferencia de cualquier otro, se hizo un llamamiento contra el genocidio de Gaza a base de manifestaciones frente al Kursaal, lugar donde se celebra el festival y donde está la alfombra roja en la que los actores desfilan y saludan a sus fans. Estas manifestaciones fueron hechas por cientos de personas hasta el punto donde colapsaron el puente al lado del evento. Al festival vinieron actores famosos como, por ejemplo, Jennifer Lawrence o Angelina Jolie, que fue la más aclamada por los manifestantes.

Angelina llegó el 21 de septiembre al festival escondida por los voluntarios del evento, pero en la alfombra roja decidió no ocultarse e ir a saludar a sus fans. En la prensa, antes de la película, le preguntaron a Angelina qué pensaba sobre la situación actual en su país. Ella dijo que ama su país, pero que no lo reconoce en este momento, que son tiempos muy difíciles; su familia, sus amigos, su visión del mundo es internacional y cualquier cosa en cualquier parte del mundo que divida o limite las expresiones y libertades de las personas le parece muy peligrosa. 

Ella no solo hacía alusión a su país, Estados Unidos, sino también a la situación actual en Gaza, denunciando lo que hacía su país de una manera más indirecta, lo cual es positivo ya que alguien influyente como ella hace estas declaraciones, pero son insuficientes sabiendo que Estados Unidos se posiciona a favor de Israel al ser su aliado en Oriente Medio.

Después, Jennifer Lawrence, que llegó el viernes 26 de septiembre, aprovechó los 20 minutos con la prensa para decir estas palabras: “Estoy aterrorizada porque lo que está pasando no es menos que un genocidio y es insostenible. Hay una falta de respeto enorme en la política americana, y las nuevas generaciones creerán que mentir es lo normal”. Después le preguntaron sobre la cuestión del veto a Mubi, una de las distribuidoras de la película vinculada con Israel, y dijo que para ella la libertad cultural en Estados Unidos se encuentra «bajo ataque», por lo que agradeció estar en el Zinemaldia y «usar su luz para celebrar el cine». Después añadió: «Ojalá pudiera arreglar con mis palabras esta situación (por la guerra en Gaza), pero creo que mis palabras solo se usarán para añadir más retórica a lo que está ocurriendo».

Donostia se tiñó de los colores de la bandera de Palestina durante una semana entera, en la cual, durante el miércoles 24 de septiembre, se presentó una proyección de la película tunecina “La voz de Hind”, sobre el asesinato de una niña palestina de 6 años, en el teatro Victoria Eugenia. Al evento asistió el ministro de Cultura Ernest Urtasun, que también caminó en la manifestación después de la proyección.

En el Zinemaldia también estuvieron Mohammed Farahjallah y Rafah Shamani, refugiados de Palestina. Hicieron una charla agradeciendo a quienes participaron en la marcha a favor de Palestina, en la cual dijeron que da igual si eres famoso o no: Palestina necesita vida, paz y justicia, y que no pararán de hablar de Palestina hasta que los derechos que se supone que son de todos vuelvan al país.

Otra película que estuvo presente en el festival que trató sobre Palestina fue «No other land» de los directores Basel Adra y Yuval Abraham. Esta película aunque abarca tiempos antes del genocidio en Gaza, nos habla con honestidad la vida cotidiana de la gente que vive por la zona de Cisjordania. El documental demuestra la resistencia del país y que aquello que tanto anhelan sólo se puede conseguir con la fuerza de la clase trabajadora no solo la nacional sino la internacional también. Aun así, aunque hayan ganado prestigio por este documental, Basel Adra fue secuestrado por el ejército israelí los cuales lo atacaron y no le dejaron tener atención médica, demostrando cómo odian que se muestre su verdadera cara.

Los creadores y colaboradores de este festival de cine han denunciado públicamente el genocidio y están a favor de hacer todo lo posible para que llegue al mundo entero el mensaje de “PALESTINA LIBRE”. Repartieron pegatinas en la calle a la gente y a los actores, quienes se las pusieron, con el mensaje en euskera: “Stop genozidioa”.

Personas de todo el mundo, famosas o no, denunciaron mediante la prensa y en las manifestaciones de esa semana el genocidio causado por Israel, por el sionismo y por los países capitalistas que lo apoyan. El Zinemaldia no solo ha sido un festival de cine: ha sido un lugar en el cual los seres humanos nos hemos reunido unidos como pueblo para denunciar lo que está mal y reclamar lo que es nuestro: los derechos humanos, los cuales el mismo sistema capitalista nos niega.

Pero no solo los actores están hablando sobre su perspectiva del mundo. Científicos de todos lados, algunos premiados con el Nobel, firmaron hace tiempo una carta en la que se pedía un alto al fuego en Palestina, sugiriendo que deberían liberar a todos los rehenes de Israel y de Hamás. Entre ellos está Pablo Lanillos, investigador español del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Él dijo que en el instituto denunciaban la situación y que estaban investigando cómo reacciona el cerebro humano ante este conflicto. Con esto se quiere decir que este genocidio impacta directamente a la conciencia de muchísima gente, incluída la capa más “alta” de famosos, ya que está impactando en todas las capas de la sociedad.

Después están los cantantes del ya mencionado festival de Eurovisión, los cuales empezaron una colecta de firmas de todos los participantes de otras ediciones o de la actual, en 2025, para echar a Israel del festival. Entre ellos está Blanca Paloma, representante de España en 2023, ganadores como Salvador Sobral en 2017 o el actual campeón, JJ, este 2025. También hay historiadores de todo el mundo denunciando el genocidio y explicando al mundo, con su verdadera definición, exactamente qué es, haciendo alusión a que se está repitiendo lo mismo que en el Holocausto, algo que los sionistas denuncian como el evento más horrible de la historia, pero que es lo que están reproduciendo hoy en día.

Aunque, si tuviéramos que hablar sobre la clase trabajadora y los jóvenes, tenemos que destacar la huelga general de Italia de este pasado viernes 3 de octubre. En esta huelga en la que participaron más de 2 millones de personas se llevaron a cabo acciones directas con el lema “bloqueemos todo”. Esta huelga no fue hecha por organizaciones, fue hecha por la misma clase trabajadora, que arrastró al sindicato CGIL, y los jóvenes se unieron en masa a la convocatoria. El lema se tomó de Francia, después de ver que el gobierno solo haría caso con acción directa y no con simple presión moral, lo cual nos hace pensar que la gente quiere una revolución ya, y no solo por lo que pasa en Gaza si no por la injusticia social que sufren con la explotación laboral.

Israel tendrá que escuchar la voz y la lucha de todo el mundo, que se une en forma de una revolución que no se puede parar. Ya lo vemos en otros países como Nepal y Marruecos, que también se están despertando. Nuestro gobierno se ha puesto de nuestro lado no porque estén con nosotros, sino por miedo a que nos pongamos en contra de ellos. No hay que dejarse engañar por sus llamamientos a la paz y nominaciones por denunciar el genocidio: eso no ha sido trabajo de ellos, sino nuestro.

Ahora que figuras famosas están a nuestro favor con sus influencias, gracias a que otros les han despertado, hacen que más gente despierte. Tenemos que demostrarles a esos políticos que no somos unos apáticos que se quejan por quejarse, que los jóvenes tenemos el poder de cambiar las cosas como son, tenemos fuerza, solo hay que aprender a usarla. Lo que ha pasado en Palestina es lo que nos ha dado el poder de cambiar el sistema: es la Revolución Francesa de nuestra época, nuestro “que coman pasteles”, la frase que nos llevó a la era contemporánea. Ahora nos toca lograr una era de revolución, demostrar de qué somos capaces.

Desde aquí quiero hacer un llamamiento a la paz y a la libertad que todos debemos tener, pero bajo el capitalismo, esto no es posible. Con este tipo de manifestaciones masivas, tomando acción, es como se logra ver que Palestina no está sola y que cada vez son más personas las que denuncian lo que pasa cada día en Gaza.

¡LUCHEMOS CONTRA EL GENOCIDIO Y EL CAPITALISMO QUE LO APOYA!

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