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El caso Monedero: Las cloacas del régimen contra PODEMOS

«Cuando cogí este periódico con mis puños arremangados, oí el gluglú de la cloaca discurrir por cada columna. Sentí que tenía en las manos un papel extraído de la alcantarilla pública, una hoja del evangelio de la casa de juegos, de la taberna y del burdel, armonizando con el evangelio de la Bolsa de los Comerciantes»

(Henry David Thoreau, La esclavitud en Massachusetts. 1854)

La campaña infame de acoso y calumnias de la prensa burguesa y de los partidos del régimen contra Juan Carlos Monedero y PODEMOS, merece la condena más rotunda. Esta condena no debe venir sólo de la izquierda y de los millones que simpatizan con PODEMOS, sino de cualquier persona que tenga un mínimo sentido de la dignidad y un deseo honesto por la verdad.

La campaña infame de acoso y calumnias de la prensa burguesa y de los partidos del régimen contra Juan Carlos Monedero y PODEMOS, merece la condena más rotunda. Esta condena no debe venir sólo de la izquierda y de los millones que simpatizan con PODEMOS, sino de cualquier persona que tenga un mínimo sentido de la dignidad y un deseo honesto por la verdad.

Lo que hay detrás

No van a engañar a nadie. A esta gente nada le importa conocer, y menos informar honestamente, sobre el origen del dinero conseguido por el compañero Monedero con su trabajo, cómo lo declara a Hacienda y a dónde lo destina. Sólo pretenden manchar la honestidad del compañero y la de PODEMOS, a fin de tratar de cortar el ascenso creciente del apoyo de esta organización entre capas cada vez más amplias de la población. El programa político de PODEMOS, independientemente de su alcance y profundidad, es una amenaza para los ricos y poderosos, para los explotadores de mano de obra barata, para los grandes evasores fiscales, y para los corruptos y truhanes que dominan la vida económica y política española. Más aún, lo que más temen son a los millones puestos en pie dispuestos a votar y a salir a la calle a luchar para que dicho programa sea llevado a la práctica sin vacilaciones. Esta es la primera verdad que debe proclamarse al abordar el asunto financiero del compañero Monedero.

“Libertad de prensa”

En realidad, esta campaña de los mal llamados “medios de comunicación” viene a situar en sus justos términos la falacia de la “libertad de prensa” en el capitalismo. Un puñado de grandes empresarios y banqueros que sólo se representan a sí mismos –pero que tienen todo el dinero del mundo a su disposición– puede poner en pie de la noche a la mañana periódicos, radios y canales de TV y alcanzar una audiencia de millones y así crear “opinión pública”. Como es “su propiedad” pueden pagar a decenas de mercenarios de la pluma y del micrófono para difundir cualquier mentira, tergiversar y ocultar la realidad, y recurrir incluso al insulto más flagrante, contra todos aquellos que osen desafiar su poder y sus privilegios en esta sociedad.

Por el otro lado, organizaciones populares que cuentan con la militancia y el apoyo activo de cientos de miles y de millones de personas que sí representan una parte sustancial de la sociedad – como PODEMOS, sindicatos, IU y cientos de organizaciones obreras, vecinales y sociales– deben conformarse con editar publicaciones modestas y programas precarios de TV por internet de alcance muy limitado, y apelar a las llamadas Redes Sociales (webs, blogs, Facebook, Twitter) para difundir sus propuestas y análisis, porque carecen de los fabulosos recursos de que disponen los poderosos.

En esta campaña nauseabunda, el más “respetable” de los periódicos burgueses españoles, el diario El País, llegó tan lejos como acusar en su portada a Monedero de falsear su currículum académico, lo cual era manifiestamente una mentira calumniosa de la que tuvo que retractarse días después en una columnita casi ilegible en una página olvidada del interior del diario.

Contrasta fuertemente el piadoso, sano y contumaz interés por los asuntos financieros y académicos de Monedero de los dueños de El País, de El Mundo, de La Razón, del ABC, de La Sexta, de la COPE, y demás –junto a sus voceros políticos en el PP, el PSOE, Ciudadanos, UPyD y CiU– con el trato ligero, ya finiquitado, que han dedicado a hurgar en el escandaloso asunto de los grandes evasores fiscales españoles de la Lista Falciani

. Ésta, involucra a 2.700 grandes empresarios y ricachones de lo más granado de la sociedad hispana, que han defraudado, al menos, 1.800 millones de euros a la hacienda pública a través de la filial suiza del banco HSBC. En esta lista encontramos a respetables representantes de la oligarquía española: la familia Botín, la familia Luca de Tena, la familia Masaveu, la familia Prado, Alicia Koplowitz, y muchos más.

Acaso, este trato descuidado de los grandes medios sobre este asunto, tiene que ver con que el Banco de Santander, propiedad de los Botín, tiene una cantidad importante de acciones del grupo PRISA

(propietario de El País) o que el mismo HSBC –quien, además, ha sido sancionado en EEUU por lavar dinero procedente del narcotráfico, de traficantes de armas y de grupos terroristas jihadistas– es el segundo accionista más importante de este mismo grupo editorial. Quizás tiene también que ver con que los Luca de Tena se sientan en el Consejo de Administración del diario ABC. El diario El Mundo, al que el escritor francés Émile Zola situaría seguramente en la categoría de los periódicos serios “porque sólo se venden por mucho dinero”, ha recibido generosos pagos de la dictadura de Obiang en Guinea.

Proxenetas impartiendo clases de moral

Sin duda, lo más esperpéntico es la ferocidad de los ataques contra Monedero y PODEMOS por parte de los dirigentes del PP, un partido que tiene a 2.000 cargos públicos encausados –y algunos ya condenados– por corrupción, fraude y evasión fiscal. Un partido que pagó a todos sus máximos dirigentes sobresueldos en negro, procedentes de donaciones de empresas a cambio de contratos públicos, y que pagó las obras de reforma de su sede central de igual modo. ¿Y qué decir de los dirigentes del PSOE, con el caso de corrupción de los EREs en Andalucía y decenas de cargos públicos implicados en la Operación Púnica o en las “Tarjetas Black” de Caja Madrid-Bankia, lo mismo que los del PP? Ciudadanos, fuertemente promocionado –y claramente financiado– por la burguesía española para competir con PODEMOS en la franja de desencantados con el régimen tiene también sus “pufos”. Como el caso del dirigente Javier Nart, a quien se le encontró una cuenta oculta en Suiza; o Jordi Cañas, condenado por evadir cerca de medio millón de euros con facturas falsas, y que actualmente ejerce de asesor en el Parlamento Europeo para esta organización.

Si este caso no tuviera consecuencias tan serias, sería argumento para una gran película de humor esperpéntico digna de un Peter Sellers o los Monty Python.

Es difícil no sublevarse ante tanta majadería e hipocresía ¿Preocupación por el fisco y el bienestar de los ciudadanos? ¿Se escandalizan con Monedero los mismos que entregaron 140.000 millones a los bancos y empresas para salvarlos de la quiebra a costa de llevar el sufrimiento y el dolor a millones de familias trabajadoras? ¿Los que aprobaron sucesivas excenciones fiscales a las grandes empresas para que paguen apenas el 6% de sus beneficios cuando debían pagar el 30% según la ley? ¿Los que rescatan con miles de millones autopistas privadas inservibles? ¿O los que entregaron 1.300 millones de euros de indemnización al constructor y especulador Florentino Pérez por el fallido almacén de gas submarino Castor, obra suprema de la incompetencia burocrática y del saqueo de dinero público?

No hay delito, no hay caso

Los hechos, declarados por Monedero en su comparecencia en la rueda de prensa del pasado viernes 20 de febrero, son los siguientes. Juan Carlos Monedero realizó trabajos sobre la viabilidad de una moneda única para el banco del ALBA, el banco creado en común por diversos países latinoamericanos como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, y otros. Por este trabajo recibió la cantidad de 425.000 euros que ingresó en la cuenta de su sociedad mercantil en España, y por la que pagó los impuestos legalmente establecidos por la ley burguesa. El sobrante, no fue a su peculio personal, sino que lo dedicó a proveer de fondos al programa La Tuerka que se emite en internet a través del diario online Público, en el que participan Pablo Iglesias y otros colaboradores. Este destino del dinero es aceptado, incluso, por opositores tan feroces de Monedero y de PODEMOS como los tertulianos Eduardo Inda y Francisco Marhuenda.

Lo más surrealista del caso Monedero es que nadie, ni la Agencia Tributaria, ni el Ministerio de Hacienda, ni los plumíferos de la prensa burguesa, ni los políticos venales del régimen imputan, ni han podido hacerlo, delito o falta administrativa alguna a Juan Carlos Monedero ¿Cómo puede entonces formarse tal escándalo sobre un caso que no contiene falta ni presunción de delito fiscal alguno?

Nos tienen miedo

El gran capital, nacional e internacional, está hondamente preocupado por los desarrollos políticos, potencialmente revolucionarios, que se están desarrollando entre las masas trabajadoras en todas partes, y en Europa en particular. Los puntos más avanzados de estos desarrollos actualmente son, sin duda, Grecia y el Estado español. Al ver peligrar su privilegios de clase no van a detenerse ante ningún obstáculo legal ni moral. Precisamente, el intento de asesinar moralmente a los dirigentes obreros y populares es una de las armas predilectas de la clase dominante en la defensa de sus intereses, y el caso Monedero es un hecho de este tenor.

Aparentemente, nuestros enemigos de clase parecen tener instrumentos formidables para detener la lucha por la transformación socialista de la sociedad. Tienen medios de comunicación poderosos, fuerzas represivas nutridas y la asistencia inestimable de jueces y fiscales. Sin embargo, todo este poderío formal está temblando de la cabeza a los pies ante el fenómeno de millones ocupando cotidianamente las calles y apostando por la lucha política activa por cambiar la sociedad, en la que PODEMOS ocupa en estos momentos un papel protagonista.

En el combate central de nuestra época entre la justicia social, la dignidad y la felicidad de millones contra la indignidad y las cloacas de este régimen podrido, no caben dudas de en qué lado descansa la victoria futura.

Y la historia demuestra que nada puede detener a la clase obrera y demás sectores populares explotados una vez que se levantan para cambiar la sociedad. Menos aún cuando la historia les dirige sus brazos reclamándoles insistentemente que su hora ha llegado.

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