El significado de la Revolución Rusa 100 años después
Se cumplen 100 años de un evento que cambió el mundo en multitud de aspectos, que removió los cimientos de la historia de la humanidad la «Revolución Rusa de 1917’’.
Muchas interpretaciones se escuchan estos días sobre estos hechos, algunas interpretaciones más acertadas, otras interpretaciones en forma de falsificación por parte de la burguesía y otras interpretaciones bastardeadas, en mayor o menor grado por tendencias presentes en el movimiento obrero que verdaderamente esconden su renuncia a todo ideal de emancipación de la clase obrera.
La Revolución Rusa es un legado para la historia de la humanidad. No es un hecho solamente ruso, gracias a la toma del poder político por parte de la clase obrera en Rusia se abre un periodo de avances sociales enormes en todo el planeta. Por primera vez la burguesía por miedo al contagio revolucionario posibilita a lo largo de los años posteriores, avances sociales en el campo capitalista de todo tipo; educativos, sanitarios, laborales, avances de género.
Por otra parte, se hace factible a ojos de muchos trabajadores del mundo, la toma efectiva del poder político por parte de los oprimidos organizados a través de los Soviets, de ahí el nombre de URSS. Se nacionaliza todas las palancas de la economía, y los grandes beneficios no van a manos de capitalistas sino que revierten sobre el pueblo. Esto hace que por primera vez una población enormemente pobre y atrasada, eleve enormemente sus niveles de vida en cuestión de una década. Otro avance importante de la revolución de Octubre, es la consecución de todo tipo de derechos democráticos bloqueados por la clase dominante en el campo capitalista ya que iban contra el orden social preestablecido. Derecho al divorcio, al aborto, a la eutanasia, al matrimonio homosexual, etc.
Tanto la burguesía como el Estalinismo han escrito ríos de tinta sobre la caracterización de qué es el «Bolchevismo’’ o el ‘’Leninismo’’. Los grupos estalinistas o derivados (Eurocomunistas) que tanto daño han hecho al movimiento obrero lo disfrazan como el triunfo del pragmatismo y la sensatez ‘’cada situación es distinta, por tanto requiere una acción distinta’’. ¿Y quién no está de acuerdo con esta frase en primera instancia?
Pero el pensamiento Leninista, es la más fiel expresión continuista del legado de K.Marx. El marxismo es una ciencia que tiene sus propias leyes y aplicando estas propias leyes se pueden solucionar de varias formas distintos contratiempos que van surgiendo en el camino a la toma del poder político.
Pero para los grupos estalinistas, al final el marxismo se reduce a la interpretación sobre el qué hacer por ‘’supremos sacerdotes’’ en formas de secretarios generales, que dictan el camino basándose en leyes propias. No en leyes del marxismo como pasó en la URSS entre 1924 y 1991, sólo hay que analizar distintos hechos acometidos por esta tendencia que no obedecen a unas leyes de acción sino al libre albedrío. Por este motivo, es tan famoso también la disciplina y mano de hierro de los partidos comunistas, o estas con el líder o estás fuera ‘’vas contra la línea oficial ’’. Hecho que estudiando la historia del partido de Lenin y Trotski está fuera de lugar aunque en la actualidad está muy extendido.
Estas degeneraciones de las explicaciones de lo que fueron los bolcheviques no son el legado auténtico. El legado auténtico es ese partido donde se discutía todo hasta la extenuación dentro y fuera, el partido donde no había dogmas todo estaba abierto a la discusión. De esta forma con muchísima paciencia, Lenin a su alrededor fue juntándose con una elite revolucionaria, una vanguardia. Los bolcheviques sabían que sus ideas sólo triunfarían en momentos donde se abre una ‘’ventana de oportunidad’’ que suelen ser las crisis de régimen ya que ideas tan profundas pero verdaderas solo serían comprendidas por una parte de las masas en esos momentos.
Nada que ver con la búsqueda de la toma del poder mintiendo, con la búsqueda de atajos, que en la actualidad se da por parte de políticos u teóricos autodenominados postmarxistas. No es una cuestión de moralidad usar la mentira para llegar al poder sino de utilidad. Está históricamente demostrado que la forma de obtención del poder determina después tus posibilidades de transformación.
En definitiva, la Revolución Rusa es un legado de experiencias en la toma del poder político por parte de la clase trabajadora. Una referencia desde la que podemos analizar cosas que pasaron hace 100 años para darnos una perspectiva de cómo actuar en la actualidad ante los hechos que nos abordan. Siempre en dirección a la consecución de la auténtica libertad y la auténtica democracia para la mayoría.
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