Finaliza con éxito la huelga de cinco días del metal de Bizkaia

La huelga convocada por todos los Sindicatos con el objetivo de negociar el convenio provincial de Metal, recuperar el poder adquisitivo perdido desde 2011 y erradicar la precariedad generalizada en el sector, ha culminado con éxito en una gran manifestación en Bilbao.

El profundo malestar, el hartazgo ante la ausencia de respuesta patronal se ha traducido en una alta participación en los paros y en las manifestaciones celebradas en las zonas industriales de Bizkaia. A la cabeza de todas ellas, participando activamente, los jóvenes trabajadores, cuya única experiencia estos últimos diez años ha sido la explotación, precariedad en el empleo, bajos salarios, congelación salarial, autoritarismo empresaria. Su determinación nos muestra que han comprendido que el camino de la lucha es el único para conquistar unos salarios y condiciones de trabajo dignos y dejará atrás la pesadilla actual de tener como perspectiva vital la precariedad y la semiesclavitud.

La justicia de unas reivindicaciones básicas

La representación sindical, que se siente respaldada por el éxito del seguimiento a la convocatoria de huelga, exige un convenio con incrementos salariales para recuperar el poder adquisitivo perdido. El último convenio caducó en 2011. Los incrementos se deben producir, no sólo en tablas, -salario mínimo de convenio por categoría-, sino también sobre los salarios reales, -aquellos salarios superiores a las tablas de convenio obtenidos por acuerdos de empresa-, para todos los trabajadores del sector. Se reivindica un incremento salarial del IPC+2 en tablas e IPC+1 en salarios reales. Derecho a subrogación o el derecho a mantener el empleo y las condiciones de trabajo y salario en caso de cambio de contrata lo cual es muy importante por el aumento de la subcontratación en las empresas. Blindaje ante la reforma laboral, con introducción de claúsulas contra la inaplicación del convenio y el mantenimiento de su vigencia, -ultraactividad- mientras no se negocie el nuevo convenio. Reducción de ocho horas anuales. Medidas limitadoras de la eventualidad y de las ETT.

Son exigencias básicas, persiguen recuperar el poder adquisitivo perdido, lo que es perfectamente posible dados los buenos resultados de las empresas los últimos años y limitar drásticamente la precariedad, que campa en el sector, favorecida por las reformas laborales del PSOE y PP. La federación de empresas FVEM quiere mantener todas las herramientas que le permiten la explotación de la mano de obra y que tantos beneficios le proporciona y se niega a negociar, más teniendo en cuenta el escenario de crisis que se avecina.

Cabreo de la patronal y de sus representantes políticos, el PNV, ante el éxito de la huelga

El inmovilismo patronal y sus propuestas de última hora, totalmente insuficientes para los trabajadores, ha sido contestado con el “vaciamiento de las fábricas” como afirman los representantes de LAB y CCOO, “los polígonos y empresas del sector han vuelto a estar cerrados masivamente” debido a que “la gente está harta de la patronal y de la actitud que mantiene en la mesa negociadora”. El éxito de la huelga ha puesto nerviosa a la patronal que acusa de violencia a los piquetes, “que no respetan el derecho al trabajo” y acusa de pasividad a la Ertzantza. También han causado un profundo malestar entre los huelguistas las declaraciones del Lehendakari; Urkullu respalda a la patronal FVEM de quien dice que “ha hecho todo lo posible para alcanzar un acuerdo”. Sin embargo ataca a los sindicatos porque “han mostrado disposición a esta huelga con el anuncio de un otoño caliente, esto explica la falta de voluntad de acuerdo de los sindicatos”. El rechazo sindical ha sido unánime. “No es entendible que el lehendakari de este país se posicione tan claramente a favor de la patronal. Ha comprado el discurso del poder económico y se aleja de la gente que no llega a fin de mes y ve en riesgo su puesto de trabajo porque no se garantiza la subrogación de las empresas subcontratadas”. Afirmó Mikel Etxeberria de ELA. El sindicato LAB ha pedido incluso la dimisión del lehendakari y le ha acusado de “defensor de la precariedad”. Tambien Lab ha denunciado la actitud de la policía autónoma que “por orden del PNV han venido a pegarnos y amenazarnos sin dejarnos entrar en las empresas para informar”.

Ejercer el derecho de huelga hoy

Para comprender la magnitud y la importancia de esta lucha hay que tener en cuenta las dificultades que hoy tienen los trabajadores cuando quieren ejercer sus derechos. En primer lugar, tenemos que tener en cuenta la precariedad, el derecho a la huelga de los trabajadores de ETTs, eventuales, subcontratados están enormemente limitados. El despido, “si sales a la huelga, mañana no vengas” es la reacción habitual del empresario. Incluso en las empresas pequeñas, no hay que olvidar que el 85% de las empresas de este país son inferiores a 10 trabajadores y el 97% es menor de 50 trabajadores, en estas empresas secundar una convocatoria de huelga es un acto de valentía y expresa la necesidad y la determinación de cambiar las cosas. Los descuentos salariales efectuados sobre magros salarios devaluados en la última década son también una importante cortapisa, más si se trata de 5 días de huelga. Las familias obreras sufrirán mucho por secundar la lucha, pero han llegado a la conclusión de que si no van a la huelga, sus salarios permanecerán congelados y sus empleos precarios mientras las empresas se enriquecen sin límite. Por último está la represión a los participantes activos en la huelga, piquetes informativos, etc. la ley Mordaza está hecha para neutralizar a los que luchan y hay sindicalistas en prisión y centenares encausados.

La actitud del PNV

La política pro-patronal del PNV en la industria vasca y por lo tanto la actitud de Urkullu ante esta huelga, se resume en un modelo de intervención que no perjudique los intereses capitalistas y su control empresarial. Esto provoca destrucción de empleo y pérdida de dinero público. Así mismo bloquea la capacidad de influir en la marcha de las empresas con una política industrial activa que conlleve un control de empresas y sectores estratégicos de la economía vasca. Esta es la política industrial del PNV. Sus consecuencias están descritas con precisión en el artículo “Industria vasca, el naufragio permanente”, publicado en la web Lucha de clases, por Lluís Rodríguez Algans y Jon Bernat Zubiri, en abril de 2019. En este artículo se explica con detalle la pérdida de empleo industrial y qué efectos ha tenido la política pro-patronal del PNV en los trabajadores de esta “Arcadia Feliz” que para el PNV es Euskadi.

El valor de la solidaridad

El momento más emotivo de esta intensa semana de huelga, sin lugar a dudas, ha sido el apoyo del movimiento pensionista que en Bilbao, después de la concentración semanal de los lunes, acudió, el primer día de huelga, con 3.000 pensionistas a la plaza de Arriaga donde confluyó con los 15.000 huelguistas que llenaban la plaza y manifestó su apoyo solidario a la lucha.

Ante la cerrazón patronal la lucha debe continuar, así lo han manifestado los dirigentes sindicales, en su balance después de la manifestación del día 4 de octubre, que fue masiva, más de 20.000 asistentes según la policía municipal, los sindicatos han insistido en la negociación, pero si no es satisfactoria, la lucha seguirá.

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