Guía de lectura: El imperialismo, fase superior del capitalismo
Lenin escribió El imperialismo en la primera mitad de 1916, durante su exilio en Suiza. El contexto histórico y político es importante para comprender el significado de la obra. La Primera Guerra Mundial fue un acontecimiento trascendental, que sumió al movimiento obrero internacional en una crisis, ya que los dirigentes obreros no supieron analizarla correctamente ni armar políticamente a la clase obrera para luchar contra la brutal guerra imperialista.
Muchos de los dirigentes de la II Internacional, que habían capitulado ante el chovinismo social, presentaban el imperialismo simplemente como una “mala” política aplicada por el gobierno capitalista de uno u otro país, o como una consecuencia de actitudes nacionalistas. En El imperialismo Lenin cortó esta confusión y rearmó políticamente a los obreros más avanzados con un análisis materialista de cómo las guerras depredadoras, el anexionismo, etc. fluían directamente del capitalismo en su fase monopolista.
Esbozó los procesos a través de los cuales el “viejo” capitalismo, caracterizado por la libre competencia de mercado, ha sido sustituido por el imperialismo, la fase superior del capitalismo. El imperialismo se caracteriza por la dominación de los monopolios y del capital financiero a escala internacional, con la exportación de capital que lleva a las grandes potencias imperialistas a repartirse el mundo.
Que la competencia acabaría dando paso a la dominación monopolista era algo que Marx y Engels habían predicho de antemano. El hecho de que las predicciones de Marx y Engels fueran confirmadas por la historia es una prueba de la fuerza del método materialista dialéctico y de la continuidad de la teoría desde los fundadores del socialismo científico hasta Lenin y los bolcheviques.
A lo largo del libro, a medida que esboza su análisis del imperialismo, Lenin también ataca a los reformistas pequeñoburgueses y a los socialchovinistas como Kautsky por su incapacidad de ofrecer una explicación marxista del imperialismo y, en consecuencia, por no haber adoptado una posición independiente de la clase obrera en vísperas de la Primera Guerra Mundial, que fue la traición definitiva que acabó con la Segunda Internacional.
El imperialismo sigue siendo una herramienta teórica vital para que los marxistas superen la confusión sobre esta cuestión dentro del movimiento obrero. En todo el mundo se demuestra la corrección del argumento de Lenin a medida que el equilibrio de fuerzas entre las potencias imperialistas —el imperialismo estadounidense en declive y el imperialismo chino en ascenso, en particular— está sentando las bases para nuevas luchas por los mercados y las esferas de influencia, que se reflejan en crecientes tensiones, guerras comerciales, guerras por poderes, etc.
Capítulo 1: La concentración de la producción y los monopolios
En el capítulo 1, Lenin ilustra con diversos ejemplos cómo el capitalismo concentra tremendamente la producción en las naciones capitalistas avanzadas. Su conclusión es que la libre competencia conduce a la victoria de las empresas más grandes y productivas y, finalmente, un pequeño puñado de monopolios llega a dominar toda la economía. Esta es la característica más importante de la economía capitalista moderna según Lenin y es una confirmación de una tendencia descrita ya por Karl Marx, pero negada por los apologistas del capitalismo.
Lenin explica que los monopolios apenas eran perceptibles antes de la década de 1870, pero luego se desarrollaron durante un largo período, convirtiéndose en elementos permanentes en todas las naciones capitalistas desarrolladas después de la crisis de 1900-1903. Estos monopolios prosperaron mejorando masivamente la técnica, pero también cobrando precios de monopolio.
Lenin describió el gran alcance de estos gigantes. En lugar de que los fabricantes produzcan para un mercado desconocido, estos monopolios estiman los recursos de naciones enteras, calculan las habilidades de todo el mercado laboral y basan sus cálculos en las capacidades de mercados nacionales enteros para absorber sus productos, que llegan a un acuerdo para repartirse entre ellos.
¿Qué significa esto? La producción se socializa cada vez más. A pesar de cantar las alabanzas de la “competencia”, ¡los capitalistas la están sustituyendo —contra su voluntad— por la planificación económica! Y cualquier sueño de volver a la libre competencia es una utopía reaccionaria.
- ¿Por qué la eliminación de la competencia no conduce a la eliminación de las crisis?
- ¿Por qué la idea de “acabar” con los monopolios es reaccionaria y utópica?
- ¿Con qué mecanismos específicos afirman los monopolios su dominación?
Capítulo 2: Los bancos y su nuevo papel
La concentración monopolística también se produce en la banca. Esto, explica Lenin en el capítulo 2, ocurre por el mismo mecanismo que en la industria, pero también a través de grupos o conglomerados financieros masivos, que permiten a los grandes bancos dominar a los bancos más pequeños. Los bancos solían ser simples intermediarios del crédito. Pero al formar monopolios, concentraron casi toda la riqueza monetaria de la sociedad en sus propias manos, así como el conocimiento de las prácticas comerciales de todos sus depositantes. Se convirtieron en entidades extremadamente poderosas, con control de vida o muerte sobre las líneas de crédito de toda la industria.
Lenin describe una tendencia de los bancos a finales del siglo XIX a emplear directores y departamentos especializados en diversas industrias y una creciente “vinculación” con la industria (a través de representantes en los consejos de administración, etc.). Asistimos a la génesis de gigantescos monopolios financieros a medida que los propios bancos intervienen en el capital industrial y comienzan a dominarlo.
Lenin explica que tenemos en el monopolio bancario moderno la forma de la “contabilidad general”. Sin embargo, existe una contradicción. La producción se socializa, pero los medios de producción permanecen en manos privadas. Esto conduce a todo tipo de desequilibrios. Aunque los bancos casi “planifican” la producción, no eliminan por completo la competencia. De la libre competencia hemos pasado a una mezcla de competencia y monopolio. Lenin señala que esta nueva etapa del capitalismo muestra una sociedad en transición, pero se pregunta “¿hacia qué se está desarrollando”?
- ¿Por qué los bancos dejan de ser meros intermediarios del crédito una vez establecidos los monopolios?
- ¿Cómo dominan los grandes monopolios bancarios a los bancos más pequeños?
Capítulo 3: El capital financiero y la oligarquía financiera
Con el surgimiento de estos monopolios gigantescos, el capital industrial y bancario tiende a fusionarse en los gigantes del capital financiero. En este capítulo Lenin describe el sistema de sociedades como la “piedra angular” universal de este sistema.
Con una participación del 50% (de acciones) en una empresa, un gran capital puede dominar a muchos capitales más pequeños. En realidad, el porcentaje necesario es mucho menor porque los pequeños accionistas están inevitablemente divididos. Esta es la respuesta a los que quieren “democratizar” la economía convirtiendo a cada trabajador en accionista (como argumentan algunos reformistas). Lenin señala que esto solo aumenta la dominación del capital financiero.
La oligarquía financiera así formada obtiene enormes beneficios del préstamo, la estafa y la especulación. Comentando esta dominación, Lenin describe cómo “el capitalismo, que inició su desarrollo con el pequeño capital usurario, llega al final de este desarrollo con un capital usurario gigantesco”. Para ilustrar su punto de vista utiliza el ejemplo de Francia. En 1916, Francia tenía una industria estancada y el crecimiento demográfico se había paralizado. Y, sin embargo, un puñado de millonarios se enriquecía, precisamente gracias a la usura.
Lenin también describe las otras formas en que esta oligarquía financiera extiende su dominio a todas las esferas de la vida pública. Después de cada recesión, se adquieren empresas arruinadas para reorganizarlas o despojarlas de sus activos. Al comprar infraestructuras y transportes, el capital financiero encuentra en el sector inmobiliario nuevas vías de especulación a gran escala. Ni siquiera el Estado es inmune, ya que —directa o indirectamente— los funcionarios públicos también son comprados.
Para terminar el capítulo, vemos cómo un puñado de economías avanzadas han pasado a estar dominadas por el capital monopolista. A su vez, tienen el monopolio de todo el mundo. En la época de Lenin, solo cuatro naciones —Gran Bretaña, Francia, Alemania y EEUU— representaban el 80% de todos los valores emitidos. En el capítulo siguiente, Lenin desarrolla la cuestión de la exportación de capitales masiva.
- ¿Se te ocurre algún ejemplo moderno de políticos reformistas que abogaran por “democratizar” la economía convirtiendo a los trabajadores en accionistas? ¿Cómo acabó aquello?
- ¿Qué similitudes existen entre la situación actual y la Francia de principios del siglo XX?
- ¿De qué manera domina hoy el capital financiero todas las esferas de la vida pública?
Capítulo 4: La exportación de capital
La época moderna tiene otra característica. En la época de la “libre competencia”, los capitalistas tendían a exportar mercancías. En la era del imperialismo, a esto se le añade la exportación masiva del propio capital. Como un puñado de países capitalistas avanzados han llegado a estar dominados por monopolios, estos países han desarrollado un exceso masivo de capital. Este capital solo tiene un lugar adónde ir: se exporta.
Lenin señala que esto no significa que no haya enormes zonas subdesarrolladas en las economías “avanzadas”. Las masas seguían viviendo en la pobreza y la agricultura se encontraba en un estado de atraso. El desarrollo bajo el capitalismo siempre tiene un carácter “combinado y desigual” y el capital nunca se utiliza simplemente para sacar a la gente de la pobreza.
La cuestión es que en algunos países el capitalismo es incapaz de encontrar áreas rentables para la inversión, se ha vuelto demasiado maduro para ser derrocado. En su lugar, el capital se exporta a países atrasados donde los beneficios son elevados debido a que la tierra, los recursos y la mano de obra son baratos. Las naciones capitalistas avanzadas comienzan así a vivir de forma parasitaria de la explotación masiva de los países atrasados.
¿Adónde va a parar este capital exportado? En el caso de Gran Bretaña, Lenin explicó que principalmente en inversiones en sus colonias. En el caso de Francia, sobre todo en forma de préstamos dentro de Europa, y particularmente en Rusia. Alemania, al carecer de colonias, exporta principalmente capital a Europa y América.
La exportación de capital puede ralentizar el desarrollo de las naciones avanzadas, pero en realidad fomenta el desarrollo del capitalismo en los países a los que se exporta. Sin embargo, lo hace de forma combinada y desigual. Enormes fábricas modernas surgen junto a agricultores de subsistencia, haciendas feudales y otros modos de producción precapitalistas.
Así, el capital financiero extiende su red por todo el mundo. Los bancos coloniales se establecen como filiales de las grandes sociedades financieras en todas partes y llegan a dominar el comercio. Este reparto figurado del mundo entre los capitalistas financieros conduce al reparto real del mundo, como Lenin explicará en el próximo capítulo.
- ¿Se te ocurren ejemplos de desarrollo combinado y desigual en las economías “avanzadas” actuales?
- ¿Cómo afectan los efectos de la exportación de capital a las tareas revolucionarias de los trabajadores en los llamados países “subdesarrollados”?
Capítulo 5: El reparto del mundo entre las asociaciones de capitalistas
En este capítulo, Lenin comienza esbozando cómo un puñado de monopolios dominantes en diferentes naciones pueden unirse, formando cárteles mundiales, o “supermonopolios”. En el capitalismo, los mercados nacionales están indisolublemente ligados al mercado internacional. Así, los monopolios que primero dominan su propio mercado nacional pasan a establecer cárteles internacionales con sus homólogos extranjeros. Acuerdan cómo repartirse el mercado mundial, se abstienen de competir entre sí dentro de cada país y comparten la investigación y la tecnología.
Luego pasa a esparcir la idea, propagada por los escritores burgueses y absorbida por Kautsky, de que esta “trustificación” internacional conduciría a la unidad y la paz. Lenin explica que el equilibrio de poder alcanzado por un cártel puede modificarse en cualquier momento, en función del cambiante equilibrio de fuerzas, del desarrollo combinado y desigual del capitalismo, y particularmente en situaciones de crisis y/o guerra.
Arroja luz sobre el carácter oportunista de los reformistas y socialchovinistas que se centran en tal o cual forma de la lucha entre los monopolios capitalistas para repartirse el mundo, es decir, si lo hacen pacíficamente un día o por medios militares al siguiente. Explica que esta cuestión es siempre secundaria con respecto a la naturaleza de esta lucha y a su contenido de clase. A los burgueses les interesa ocultar esta naturaleza. Que los dirigentes obreros la oculten es una traición.
Lenin ya explica que el imperialismo no es una característica o actitud del capitalismo: es el estado superior del capitalismo mismo, un resultado inevitable de la libre competencia. La estructura económica del sistema imperialista mundial altamente concentrado es lo que obliga a la clase capitalista a repartirse el mundo entre sí.
Lenin termina el capítulo explicando cómo crecen las relaciones entre los cárteles internacionales sobre la base de la división económica del mundo, y que paralelamente y en conexión con esto crecen las alianzas políticas entre los Estados sobre la base de la división territorial del mundo.
- ¿Se te ocurre algún ejemplo moderno de reformistas que oculten de forma oportunista el verdadero carácter del imperialismo?
- ¿Puedes dar un ejemplo moderno de luchas entre cárteles y monopolios internacionales para redividir el mercado mundial? ¿Qué cambio (en el equilibrio de fuerzas competidoras, factores externos, etc.) precipitó el paso de una coexistencia pacífica a una lucha por la redivisión?
Capítulo 6: El reparto del mundo entre las grandes potencias
Lenin comienza este capítulo ilustrando cómo el período de 1876 a 1900 se caracterizó por el reparto final del mundo. La política colonial de las potencias imperialistas había completado la toma de todos los territorios no ocupados del planeta. Esta partición era “final” en el sentido de que no había nuevos territorios que las potencias imperialistas pudieran disputarse. Esto no significaba que esta división fuera estática o permanente, sino que solo podían adquirirse nuevos territorios mediante una redivisión.
El colonialismo en la época del imperialismo es cualitativamente diferente del colonialismo del libre comercio porque está indisolublemente ligado a los monopolios financieros. La política colonial en la época del imperialismo tiene como objetivo dar a los monopolios una garantía frente a sus competidores, monopolizando el control de todas las fuentes de materias primas y de mano de obra en un territorio determinado.
Sin embargo, se produjeron grandes desequilibrios en el reparto del mundo. A finales del siglo XIX, países como Gran Bretaña y Francia se hicieron con la mayor parte de las posesiones coloniales. Alemania, en particular, entró tarde en escena. Pero las viejas potencias capitalistas, Gran Bretaña y Francia, estaban estancadas, mientras que las nuevas potencias como Alemania, EEUU y Japón crecían muy rápidamente. Finalmente, también estaba el caso de Rusia, donde el imperialismo coexistía en un mismo sistema económico con las relaciones de propiedad precapitalistas: un excelente ejemplo del desarrollo desigual y combinado.
Lenin explica que aquí hay una contradicción: los países con el ritmo más rápido de desarrollo económico y tecnológico no son necesariamente los que tienen más colonias. Esta contradicción solo puede resolverse mediante la guerra por la redivisión entre estas potencias.
- ¿Cuál es la diferencia entre una colonia y una semicolonia, según la descripción de Lenin? ¿Se te ocurre algún país moderno que pueda considerarse una semicolonia?
- En este capítulo, el famoso imperialista y magnate del diamante, Cecil Rhodes, dice: “Si queréis evitar la guerra civil, debéis convertiros en imperialistas”. ¿Qué quiere decir con esto? ¿Por qué Lenin describe a Rhodes como un “socialchovinista algo más honesto”?
- ¿Se te ocurren otros ejemplos en los que un equilibrio de fuerzas cambiante haya planteado la cuestión de una redivisión de colonias o de “esferas de influencia”?
Capítulo 7: El imperialismo, fase peculiar del capitalismo
En este capítulo, Lenin polemiza una vez más contra Kautsky y su concepción del imperialismo. Lenin resume su propio análisis, uniendo los hilos de lo que ha discutido hasta ahora. Esboza los rasgos básicos del imperialismo: la concentración de la producción y el capital, que conduce a la formación de monopolios; la fusión del capital bancario y el capital industrial; la exportación de capital, que adquiere un carácter distinto de la exportación de mercancías; y la formación de monopolios internacionales.
Al subrayar que los rasgos del imperialismo son esencialmente productos del desarrollo del propio capitalismo, Lenin contrapone su análisis al de Kautsky. Para Kautsky, el imperialismo no era una etapa del desarrollo capitalista, sino una política aplicada por los capitalistas.
Kautsky intentaba separar la dimensión política del imperialismo (guerras, ocupaciones, anexiones, etc.) de su base económica fundamental. La conclusión de este tipo de pensamiento es que, puesto que el imperialismo es solo un tipo de política en el capitalismo actual, son posibles otras más pacíficas. En última instancia, esto abre la puerta a ideas reformistas porque no descarta la posibilidad de otro tipo de política burguesa sobre la misma base material.
Finalmente, Lenin procede a atacar el “ultraimperialismo” de Kautsky, que consistía en la idea de que el dominio de los cárteles internacionales disminuiría las desigualdades y contradicciones inherentes al capitalismo mundial. Lenin ya ha explicado que la aparente tregua entre cárteles puede estar sujeta a cambios y redivisiones; pero en este capítulo va más allá y muestra que el capital financiero y los trusts en realidad aumentan la desigualdad en la tasa de crecimiento entre las distintas partes de la economía mundial. Por ejemplo, en el período previo a la Primera Guerra Mundial, Alemania crecía a un ritmo más rápido que Gran Bretaña, pero Gran Bretaña seguía teniendo más colonias. Este tipo de contradicciones, explica Lenin, conducirán a guerras entre las potencias imperialistas.
- ¿Puedes pensar en ideas/políticas reformistas contemporáneas sobre el imperialismo que se hagan eco del pensamiento de Kautsky?
- Kautsky afirma que el imperialismo representa un esfuerzo de las naciones capitalistas industriales por anexionar territorios agrarios. Lenin explica en este capítulo que esto es erróneo. ¿Por qué?
Capítulo 8: El parasitismo y la descomposición del capitalismo
Lenin explica que un aspecto importante del imperialismo es el creciente “parasitismo” de una capa de la población en las naciones imperialistas avanzadas. La exportación de capital, una característica clave del imperialismo, tiene lugar en parte porque el capital financiero no puede encontrar suficientes posibilidades de inversión rentable en los límites de la nación imperialista. Mientras tanto, la exportación de capital permite a toda una parte de la población vivir a expensas de los dividendos obtenidos de estas inversiones masivas en el extranjero.
Lenin utiliza el ejemplo de Gran Bretaña a lo largo de este capítulo. A pesar de que Gran Bretaña era la mayor nación exportadora del mundo, Lenin demostró que obtenía cinco veces más ingresos de los dividendos, intereses, etc. que de los beneficios obtenidos del comercio exterior.
Además, el imperialismo también se caracteriza por su tendencia al estancamiento y al declive. Esto se debe al dominio de los monopolios sobre la economía: esta tendencia puede imponerse durante períodos determinados y los precios de monopolio eliminan el incentivo para invertir en la mejora tecnológica. En segundo lugar, la conversión de los burgueses en una clase de rentistas los separa cada vez más del proceso de producción.
Estas características del imperialismo que Lenin resume tienen importantes consecuencias para el movimiento socialista. Los grandes beneficios monopolistas de unos pocos países muy ricos se utilizan para sobornar a una capa superior de la clase obrera, reforzando así las tendencias oportunistas en el movimiento obrero, ya que esta capa superior se divorcia de la masa de la clase obrera y de sus necesidades.
- Considerando el capitalismo actual, ¿dónde vemos la confirmación de:
- su parasitismo?
- que es un sistema en decadencia?
- ¿Por qué las características mencionadas del capitalismo en su fase imperialista significan que:
- el oportunismo no puede triunfar completamente en el movimiento obrero como lo hizo en Gran Bretaña a finales del siglo XIX?
- el oportunismo se funde completamente con la política burguesa para convertirse en “socialchovinismo”?
Capítulo 9: La crítica del imperialismo
En este capítulo, Lenin resume las actitudes de las diferentes clases hacia el imperialismo. Las clases propietarias, dice, se han pasado completamente al bando del imperialismo y lo más que pueden hacer los comentaristas burgueses es encubrir su defensa del imperialismo con exiguos llamamientos a reformarlo para frenar sus aspectos más violentos.
Debido a las presiones sobre las pequeñas empresas creadas por la dominación de la oligarquía financiera y la relativa eliminación de la competencia, a principios del siglo XX se desarrolló en muchos países avanzados una oposición democrática pequeñoburguesa al imperialismo. Esta posición contrapone la “libertad”, la “democracia”, la “competencia” como alternativas a las características existentes de la época imperialista: este tipo de pensamiento idealista vuelve a ver el imperialismo como una política y no como una etapa en el desarrollo del capitalismo.
Lenin explica que no es tarea del movimiento obrero oponerse al imperialismo defendiendo un hipotético retorno a una época pasada de competencia y libre comercio. Esto sería imposible, en cualquier caso, ya que los propios monopolios surgen del crecimiento y la concentración de la producción y el capital en la era de la libre competencia. Los marxistas deben tener claro que la única alternativa al imperialismo es el socialismo. No queremos volver a la libre competencia, queremos acabar con la competencia acabando con el capitalismo.
- ¿Puedes pensar algún ejemplo de comentaristas burgueses modernos que intenten encubrir su defensa del imperialismo?
- ¿Puedes dar ejemplos de críticos pequeñoburgueses modernos del imperialismo?
- ¿En qué sentido podría considerarse reaccionaria la crítica de Kautsky del imperialismo?
Capítulo 10: El lugar histórico del imperialismo
En última instancia, Lenin caracteriza el imperialismo como capitalismo monopolista; una fase de transición caracterizada por monopolios y cárteles, por el nuevo papel de los bancos como monopolistas del capital financiero, y por una nueva política colonial centrada en la lucha por las materias primas y la exportación de capital.
El imperialismo ha provocado un aumento del coste de vida para las masas trabajadoras provocado por la dominación de los cárteles. Esta es, según Lenin, una de las principales características del imperialismo como época transitoria, que comienza con la consolidación del capital financiero. Las principales características de esta época de transición son el aumento de la concentración y la socialización de la producción.
A escala internacional, el imperialismo ha aumentado la desigualdad del desarrollo económico de los Estados porque ha construido un sistema en el que unos pocos Estados imperialistas y rentistas dominan y explotan a un gran número de Estados más débiles. Para Lenin, los poderes oligárquicos de los monopolios son un síntoma de un capitalismo “moribundo”, un sistema en transición.
- ¿Por qué el imperialismo es una fase de transición?
- ¿Cómo allana el imperialismo el camino al socialismo?