Guía de lectura: La historia de la filosofía, una perspectiva marxista

Presentamos a continuación una guía de lectura para La historia de la filosofía: una perspectiva marxista de Alan Woods, que puede ayudar al lector a digerir muchas de las ideas clave de este texto único. El estudio de las cuestiones que se presentan al final de cada capítulo puede servir para estimular el debate en los grupos de lectura.

Se puede plantear la cuestión de si es necesario el estudio de asuntos científicos y filosóficos tan complicados. Para nuestro día a día es evidente que no hay necesidad de ello, y a primera vista estudiar un libro sobre historia de la filosofía puede parecer algo un tanto académico. Sin embargo, si deseamos adquirir una comprensión racional del mundo en el que vivimos y los procesos fundamentales que lo mueven, entonces resulta claro que necesitamos estudiar filosofía, la cual es esencialmente una forma de ver el mundo.

Quien pretenda no tener una filosofía va a reflejar inevitablemente las ideas y prejuicios de la sociedad y el entorno en el que viven. La vida no consiste en una serie de accidentes insignificantes o en una rutina irracional, y es nuestro deber ocuparnos del pensamiento a un nivel superior del que concierne a los problemas inmediatos de nuestra existencia cotidiana.

En este libro, Alan Woods subraya el desarrollo de la filosofía desde los antiguos griegos hasta Marx y Engels. Ellos fueron los que recogieron lo mejor de todo el pensamiento precedente para producir la perspectiva filosófica del marxismo, la cual observa el mundo material no como una realidad estática e inmóvil, sino en constante cambio y movimiento de acuerdo con leyes que se pueden descubrir.

Este es el método que permite a los marxistas observar cómo eran las cosas, cómo han llegado a ser y cómo serán probablemente en el futuro. Sin embargo, este método ha de aplicarse también al proceso que dio lugar a su mismo surgimiento, proceso que ha de ser entendido como el fruto de un largo proceso que comenzó con los seres humanos primitivos en sus esfuerzos por sobrevivir, atravesando la aparición de las sociedades de clases, todo ello como parte de un proceso hacia un mayor conocimiento del mundo en que vivimos.

1. El surgimiento de la filosofía

La necesidad de comprender el mundo estuvo inicialmente conectada con la necesidad de sobrevivir. Con el desarrollo de la técnica vino el desarrollo de la mente y la necesidad de explicar los fenómenos naturales que gobiernan las vidas de los primeros homínidos. A lo largo de millones de años, mediante pruebas de ensayo y error, nuestros antepasados comenzaron a establecer ciertas relaciones entre las cosas. Comenzaron a hacer abstracciones, esto es, a generalizar a partir de la experiencia y la práctica.

Sin embargo, las abstracciones de los primeros humanos no poseían un carácter científico y eran más afines a exploraciones tentativas, como las impresiones de un niño: suposiciones e hipótesis a veces incorrectas, pero siempre audaces e imaginativas. Sin embargo, estos fueron intentos importantes para encontrar una causa racional sobre ciertos fenómenos naturales. La noción de que el alma existe separada y aparte del cuerpo procede de este primer período en el cual la religión (magia), el arte y la ciencia no se diferenciaban la una de la otra. Las explicaciones religiosas llenaron el vacío que dejaba la falta de conocimiento de las leyes de la naturaleza.

El dualismo que separaba alma y cuerpo, mente y materia, pensar y hacer, recibió un poderoso impulso a partir del desarrollo de la división del trabajo que se dio en un momento de la evolución social. La separación entre trabajo manual e intelectual es un fenómeno que coincide con la división de la sociedad en clases. Por vez primera, una minoría de la sociedad fue liberada de la necesidad de trabajar para obtener los medios esenciales de subsistencia.

Los primeros intentos del ser humano por explicar el mundo y nuestro lugar en él fueron mezclados con la mitología, tal como muestran varios mitos de la creación. La verdadera historia del pensamiento científico comienza cuando un hombre y una mujer aprenden a prescindir de la mitología y tratan de obtener una comprensión racional de la naturaleza sin la intervención de los dioses.

La primera filosofía griega representa el verdadero punto de partida de la filosofía, la cual inicialmente era profundamente materialista. Los filósofos jónicos como Tales, Anaximandro y Anaxímenes dieron la espalda a la mitología y buscaron un principio general para explicar el funcionamiento de la naturaleza a partir de la observación de la misma naturaleza.

Por contraste, los pitagóricos se aproximaron al mundo desde el punto de vista del número y de las relaciones cuantitativas. Pese al fuerte elemento místico de su pensamiento, realizaron descubrimientos importantes que estimularon enormemente el desarrollo de las matemáticas. Este desarrollo del lado cuantitativo de la investigación natural fue importante, y sin él la ciencia habría permanecido a un nivel de meras generalizaciones. Sin embargo, ello presentó a su vez ciertos límites, pues es imposible reducir el complejo, dinámico y contradictorio funcionamiento de la naturaleza a fórmulas estáticas, simples y ordenadas.

Preguntas y sugerencias de estudio:

  1. ¿Puedes poner ejemplos de casos actuales de “neutralidad” y “objetividad” que, en su lugar, reflejan el statu quo?
  2. ¿Qué hace al ser humano cualitativamente diferente de otros animales?
  3. ¿Qué sabes del animismo y cuál es su relevancia en la historia de la filosofía?
  4. ¿Qué quiso decir Feuerbach cuando dijo que “si los pájaros tuviesen una religión, su Dios tendría alas”?
  5. ¿En qué sentido fueron pioneros los antiguos griegos?
  6. ¿Cómo constituye la cosmología de Anaxímenes un paso adelante respecto del resto de materialistas jónicos?
  7. ¿Es correcto decir que en los períodos de decadencia social tienden a dominar las ideas del idealismo filosófico? ¿Y que las del materialismo dominan en períodos de progreso social?
  8. Explica cómo la aproximación numérica de la escuela pitagórica fue a la vez un avance científico importante y una fuente de falsas ideas sobre las matemáticas.

2. Los primeros dialécticos

Con Heráclito, las aserciones contradictorias de los filósofos jónicos recibieron por vez primera una expresión dialéctica. En efecto, Heráclito fue el primero en ofrecer una exposición clara de la idea de la unidad de los contrarios. Todas las cosas contienen una contradicción que propulsa su desarrollo. Sin contradicción no puede haber movimiento ni vida alguna. “Todo fluye” era el fundamento de esta filosofía dialéctica – una visión dinámica del universo, completamente opuesta a la estática e idealista concepción de los pitagóricos.

La filosofía de Heráclito fue recibida con incredulidad y hostilidad incluso en vida del filósofo. Desafiaba las suposiciones no solo de toda religión y tradición, sino del “sentido común” que no ve más allá de la punta de su nariz. La escuela eleática representó una reacción de este tipo al afirmar lo opuesto a la visión dialéctica de la naturaleza que sostenía Heráclito: que nada cambia y que el movimiento es una ilusión, tal como lo elaboró Zenón en su serie de paradojas diseñadas para probar la imposibilidad del movimiento.

Los primeros atomistas como Anaxágoras fueron de suma importancia en tanto que herederos de la tradición jónica de creer en la experimentación y la observación. Otros, como Leucipo y Demócrito, expusieron la idea de que la materia consiste en una infinidad de partículas minúsculas, invisibles para los sentidos. Esto representó una gran generalización y una transición hacia la teoría atómica, una anticipación destacable de la ciencia moderna. Epicuro desarrolló y profundizó aún más en esto, pero rechazó el determinismo mecanicista y planteó en su lugar la relación dialéctica entre necesidad y accidente.

Originalmente, el término ‘dialéctica’, del griego διαλεκτική (“dialektiké”, del verbo “dialégomai”, que significa “conversar” o “discutir”, p. 74), significaba el arte de la discusión, el cual puede ser visto en su forma más elevada en los diálogos socráticos de Platón. Ello procedía de la naturaleza misma de la democracia ateniense, la cual dio lugar al ascenso de una nueva generación de personajes públicos y maestros profesionales, desde valientes librepensadores y filósofos profundos hasta demagogos sin escrúpulos. En esto último quedaron los sofistas pese a haber iniciado su práctica como racionalistas y librepensadores que se oponían a todo dogma y ortodoxia existente. La idea básica que hay en la raíz de la dialéctica sofista es que la verdad tiene muchas caras.

Su debilidad fue que subordinaron el mundo objetivo a la subjetividad y arrancaron de él toda ley autónoma y necesidad. La única fuente de orden, racionalidad y causalidad era el sujeto perceptor. Se declararon relativas todas las cosas. Sin embargo, lo que es importante no es el tema de estos diálogos, sino el método. Este representa el genuino nacimiento de la lógica, la cual era originalmente el manejo de las palabras (en griego “logoi”). Por ende, originariamente la lógica y la dialéctica eran lo mismo: una técnica para adquirir la verdad.

En oposición a los primeros filósofos griegos, los cuales eran generalmente materialistas y partían del estudio de la naturaleza, el idealista Platón dio la espalda al mundo de los sentidos a conciencia. Ni experimentación ni observación, solo la pura deducción y las matemáticas conducían a la verdad, y la cosmología platónica representaba un retroceso de la ciencia al misticismo pitagórico.

Preguntas y sugerencias de estudio:

  1. ¿Qué quería decir Heráclito cuando dijo que “ojos y orejas son malos testigos para los hombres si no tienen un alma que comprenda su lenguaje”? ¿Como se relaciona esto con la teoría del conocimiento de Epicuro?
  2. ¿Cuál es la conclusión principal de las paradojas de Zenón? ¿Cuáles son sus limitaciones y qué uso tienen?
  3. ¿Hasta qué punto se daban los elementos fundamentales de la cosmovisión científica materialista entre los atomistas griegos?
  4. ¿Qué quiere decir el autor cuando dice que en los científicos modernos “sus aparatos son más avanzados pero su forma de pensar va totalmente a la zaga de los primeros materialistas”?
  5. ¿Cómo es que el sofismo es el “auténtico padre de los actuales abogados, diplomáticos y políticos profesionales”?
  6. ¿En qué sentido emplean los marxistas el método socrático cuando intervienen en el movimiento obrero?
  7. ¿Es una exageración decir que las ideas de Platón representaron una contrarrevolución en filosofía? ¿Cómo?

3. Aristóteles y el final de la filosofía griega clásica

La filosofía de Aristóteles marca una ruptura radical con la de Platón. En lugar del método idealista, que vuelve la espalda a la realidad para refugiarse en el mundo de las ideas y las formas perfectas, Aristóteles parte de los hechos concretos procedentes de la percepción de los sentidos y, a partir de estas percepciones, llega a los principios y causas finales.

Aristóteles, sin embargo, no se dedicaba únicamente a coleccionar hechos. Partiendo de la información extraída del mundo material, procedía a generalizar. Resumía y criticaba a los filósofos anteriores, y por ello también se le puede considerar el primer historiador de la filosofía.

En la Metafísica, Aristóteles proporciona por primera vez una exposición sistemática de algunas de las categorías básicas de la dialéctica. Este hecho es habitualmente pasado por alto, porque también sentó las leyes de la lógica formal (‘aristotélica’), la cual, a primera vista, parece ser contradictoria con la dialéctica. A decir verdad, para Aristóteles, lógica y dialéctica eran ambas vías válidas de pensamiento. Su énfasis en la investigación animó a sus discípulos a que abordasen estudios prácticos de manera fructífera. Los voluminosos estudios de distintos campos legados por el maestro sentaron las bases del desarrollo de distintas ciencias.

El aspecto flexible y dialéctico del método aristotélico, su énfasis en la observación y la experimentación, quedó escondido durante mucho tiempo. Los escolásticos medievales, interesados sólo en dotar de base ideológica a las doctrinas de la Iglesia, se concentraron en la lógica aristotélica, la interpretaron de una manera formalista e inerte y excluyeron prácticamente todo lo demás.

Otra escuela filosófica fue la de los cínicos. Estos fueron seguidores de Diógenes de Antístenes, discípulo de Sócrates, quien profesó su abierto desprecio por la moral y las costumbres existentes. Otros desarrollaron esta idea hasta el extremo de desear “vivir como un perro”, de ahí la palabra “cínico”, del término griego para nombrar a un perro. La idea de esta postura, en contraste con los cínicos modernos, era el desprecio de todas las cosas de este mundo.

Esta idea de alejarse del mundo para buscar la salvación espiritual en uno mismo reflejaba la profunda crisis social y cultural causada por la decadencia de las ciudades-Estado griegas. Ello llevó a una completa renuncia del mundo y a la negación de la posibilidad de conocer nada.

Mientras el Liceo de Aristóteles producía importantes resultados científicos, la Academia de Platón cayó progresivamente bajo la influencia del escepticismo, el cual cuestionaba la posibilidad de conocer objetivamente la realidad. Esto señala una degeneración del idealismo objetivo al idealismo subjetivo. Así como la decadencia tardía del Imperio romano, aquí hemos llegado a una sociedad que se ha agotado económica, moral e intelectualmente, cosa que expresaba el estado de ánimo general de pesimismo y desesperación.

Preguntas y sugerencias de estudio:

  1. ¿Qué hay de problemático en la ley de identidad?
  2. El autor usa una larga cita de la obra de Engels Anti-Dühring para señalar las limitaciones de las leyes de la lógica formal cuando se enfrentan a la realidad contradictoria de la naturaleza. ¿Puedes parafrasear esto aplicándolo a otros ejemplos de la ciencia moderna?
  3. ¿De qué manera realizaron los sofistas una caricatura de la dialéctica? ¿Cómo resulta esto relevante hoy en día?
  4. ¿Cuál es la diferencia principal entre la filosofía de Aristóteles y la de Platón?
  5. Herón de Alejandría es más conocido por haber inventado la máquina de vapor, aunque nunca fue usada. ¿Por qué no?
  6. ¿En qué sentido la filosofía escéptica era la consecuencia lógica del método deductivo?
  7. Describe el proceso que llevó al idealismo griego “decadente”.

4. El auge del cristianismo

El auge del cristianismo ocurrió en una época turbulenta y de cambio asociada con la disolución de la sociedad esclava que encontró su reflejo en la crisis de la moral, la filosofía y la religión. El Imperio romano en su fase de decadencia fue un terreno fértil para la propagación de ideas místicas, lo cual explica la rápida propagación de nuevas religiones de oriente.

Los templos se vaciaron y la gente buscó una religión que pudiese ofrecerles alguna consolación para su continuo sufrimiento y alguna posibilidad de salvación. En este contexto, la idea de un salvador, un redentor, causaba atracción por motivos obvios, y la Iglesia ofrecía a cada individuo la esperanza de la salvación y la promesa de una vida tras la muerte.

Los primeros cristianos constituían un movimiento revolucionario basado en las capas pobres y oprimidas de la sociedad. La comunidad de creyentes se expresó en la forma de un comunismo primitivo. Esto pronto llevó a intentos de aplastar el movimiento cristiano mediante la represión estatal, pero esto fracasó y, en su lugar, obtuvieron un apoyo masivo. El cínico (no en el sentido filosófico) y sin principios Constantino decidió que la mejor táctica era neutralizar a los cristianos mediante el soborno de sus líderes y obispos, y cooptarlos.

Hubo una consolidación gradual del poder de los obispos y de la cristalización de un estrato burocrático privilegiado que eventualmente se fusionó con el Estado romano. Cuando la nueva religión pasó a ser reconocida por el emperador Constantino, esta devino en su opuesto. De ser un movimiento revolucionario de los pobres y oprimidos, la Iglesia fue absorbida por el Estado para devenir en un arma formidable en las manos de los ricos y los poderosos. En lugar de la razón, los padres de la Iglesia predicaron la fe ciega, y miraron a la ciencia con sospecha y como una herencia del paganismo.

Preguntas y sugerencias de estudio:

  1. ¿Cómo pasó el movimiento cristiano primitivo a ser su opuesto y cuáles fueron las bases materiales para ello?
  2. ¿Qué sabes sobre las escrituras y por qué algunas pasaron a formar parte de la Biblia y otras no? ¿Qué dice esto sobre la Biblia tal y como la conocemos hoy?
  3. ¿Cuál es el significado filosófico de la notoria frase de Tertuliano “Credo, quia absurdum est” – “Creo porque es absurdo”?
  4. ¿Qué significa la creencia en los milagros?
  5. Explica cómo la muerte de Hipatia marcó el final del paganismo y el triunfo del cristianismo. ¿Cuáles fueron las implicaciones para la ciencia?

5. La filosofía islámica

En ausencia de una alternativa revolucionaria, la decadencia de la sociedad esclava condujo a un espantoso colapso de la cultura en Europa, cuyas consecuencias se hicieron sentir durante siglos. Durante el período conocido como la Edad Oscura, los logros científicos y artísticos de la antigüedad se perdieron en gran medida. La llama del saber siguió brillando en Bizancio, Irlanda y, sobre todo, en el mundo islámico.

La irrupción del islam transformó las vidas de millones de personas de manera radical. Con su mensaje sencillo e igualitario, el islam encontró seguidores sobre todo entre las capas más pobres y oprimidas de la población, que a menudo recibían a los invasores árabes no como opresores, sino como libertadores. En sus inicios, el islam representó un movimiento revolucionario y el despertar de la nación árabe.

De forma comparable a las invasiones góticas de los siglos IV y V, las primeras conquistas árabes barrieron la estructura del viejo Estado imperial. Esto dio lugar al despertar espiritual e intelectual de este nuevo imperio, que afectó también a los conquistadores musulmanes. A pesar de los intentos posteriores de los llamados fundamentalistas de interpretar el islam en clave estrecha y fanática que niega el pensamiento independiente y la iniciativa cultural, en su etapa originaria la revolución islámica dio un potente impulso a la cultura, el arte y la filosofía.

A su vez, a lo largo de la edad media, el único avance real en las matemáticas lo realizaron los indios (trigonometría) y los árabes (álgebra).

Preguntas y sugerencias de estudio:

  1. ¿Cómo fue posible realizar tan rápido la conquista islámica de la península ibérica?
  2. ¿Cuál fue el impacto de Ibn Rushd Muhammed (Averroes) en el mundo occidental?
  3. ¿Qué dicen los marxistas sobre las cruzadas cuando las analizan bajo la lente del materialismo histórico?
  4. ¿Qué paralelismos hay entre el islam y el cristianismo primitivo?

6. La filosofía en la edad media

Tras el colapso del Imperio Romano de Occidente en el siglo V, la mayor parte de Europa entró en una etapa de barbarie conocida como la Edad Media, que se caracterizó por un trágico declive de la cultura. Todos los enormes avances logrados por los griegos y los romanos en las esferas del arte, la ciencia, y la filosofía se perdieron durante cientos de años. La humanidad tendría que recorrer un doloroso camino de casi diez siglos para volver a recuperarlos.

De forma gradual, una nueva sociedad emergió de las ruinas del viejo sistema,  fundada en la explotación de un campesinado que ya no era esclavo, pero que estaba ligado a la tierra bajo la dominación de los señores temporales y espirituales. La rígida jerarquía social que caracterizaba este sistema feudal encontró su expresión ideológica en los dogmas fijados por la Iglesia, los cuales demandaban una obediencia incuestionable fundada en la interpretación oficial de las sagradas escrituras. La herencia de la filosofía clásica griega se perdió, y solo revivió parcialmente en Europa occidental en el siglo XII.

Debido al monopolio de la Iglesia sobre la cultura, toda la vida intelectual debía canalizarse a través de ella. Durante siglos, la educación se limitó a los monasterios bajo estricto control de la oficialidad eclesiástica. Para los filósofos medievales (llamados “escolásticos”) la filosofía era la “sirvienta de la teología”. La ciencia fue reducida a la mínima expresión.

El pilar ideológico de la teocracia medieval fueron las ideas de Agustín de Hipona, el más influyente filósofo de la Edad Oscura, el cual se fundamentaba en los elementos más reaccionarios del pensamiento neoplatonista. Su filosofía era una mezcla de misticismo cristiano y una empobrecida y cruda forma de idealismo platónico. La teoría de los universales de Agustín constituye la base de la tendencia filosófica medieval llamada de manera confusa “realismo”.

En la tradición educativa monástica, los estudiantes no tenían permitido hablar, ni siquiera preguntar. Pero en las universidades la cosa era bien distinta. Allí los debates públicos sobre tópicos teológicos (las “disputaciones”) eran comunes. Esta liberación parcial de las ideas dio a la filosofía un soplo de aire fresco, tal como hizo también la traducción de textos científicos i filosóficos del árabe al latín.

Este fue el comienzo del proceso de separación de la ciencia y la filosofía con respecto a la religión. Por vez primera en cientos de años, un destello de luz pudo ser visto en la oscuridad que cubría Europa. En filosofía, las contradicciones que el paradigma agustiniano no podía explicar comenzaron a acumularse.

Figuras como las de Pedro Abelardo, padre del Nominalismo, rompieron con la vieja filosofía y rechazaron el realismo agustiniano. Estas ideas fueron una ruptura radical con las creencias convencionales de la Iglesia y dejaron poco lugar que ocupar a lo sobrenatural. Eran una amenaza existencial a la fortaleza ideológica de la Iglesia Católica de la sociedad medieval, y la Iglesia no podía detener la marcha de la historia.

La teoría del conocimiento de Abelardo devino universalmente aceptada y fue apoyada por el redescubrimiento de Aristóteles. Junto con el lento avance de la ciencia, comenzaron a aparecer grietas cada vez más grandes en la perspectiva agustiniana. En este contexto, el averroísmo ganó terreno rápidamente. Emergió una tendencia que trató de juntar las perspectivas platónica y aristotélica del mundo con la intención de combatir la interpretación averroísta de Aristóteles. El representante más prominente de esta tendencia fue Tomás de Aquino, el más famoso escolástico medieval, mientras otros escolásticos como Juan Duns Escoto y Guillermo de Ockham desarrollaron un materialismo superficial y unilateral.

En general, la filosofía escolástica no fue más allá de los logros de la filosofía griega clásica. Sin embargo, jugó un papel importante en recuperar los avances del pasado, preparando el escenario para los avances que se realizaron a lo largo del Renacimiento.

Preguntas y sugerencias de estudio:

  1. ¿Cuál es la teoría de la iluminación divina y cómo, junto con el realismo agustiniano, sentó las bases filosóficas de la reacción medieval?
  2. ¿De qué manera proveyó Abelardo una separación radical con respecto a las creencias convencionales de la Iglesia?
  3. ¿Cómo es que el nominalismo, en tanto que reacción contra las doctrinas idealistas estériles de la Iglesia medieval, un avance importante, resultó ser también una doctrina defectuosa?
  4. Explica qué quiere decir el autor cuando escribe que el “neotomismo permanece como la posición básica de la Iglesia Católica Romana.”
  5. ¿Por qué no fue el conflicto alrededor de las ideas de Ockham y las ideas de Copérnico y Galileo un mero debate intelectual abstracto? ¿Qué significó en realidad?

7. El Renacimiento

La ciencia moderna tiene su comienzo en el Renacimiento, un período de renacimiento espiritual e intelectual. La humanidad volvió a observar la naturaleza sin los límites impuestos por los dogmas. Redescubrieron las maravillas de la filosofía griega clásica, y la perspectiva materialista del mundo que poseían los antiguos jónicos y los atomistas orientaba a la ciencia por el buen camino. Este fue un período revolucionario en el sentido pleno de la palabra.

El sistema del cosmos ptolemaico, que situaba a la Tierra en el centro, ya no era sostenible después de las teorías heliocéntricas publicadas por Copérnico y Kepler. Poco después, las observaciones de Galileo desacreditaron por completo la antigua comprensión del universo. Sin embargo, fue la teoría de la gravitación universal de Newton la que marcó la ruptura definitiva con el viejo dibujo del mundo de Aristóteles y Ptolomeo.

El descubrimiento de William Harvey sobre la circulación de la sangre revolucionó el estudio del cuerpo humano, destruyendo los viejos mitos. Los descubrimientos de la ciencia, más que la disputación lógica de los filósofos, hizo insostenibles las viejas ideas. La observación y experimentación estaban deviniendo en la norma, con Inglaterra a la vanguardia abogando por el método empírico. El más prominente defensor de este método fue Francis Bacon.

El materialismo “inglés” resultó ser una sana reacción contra el estéril método del idealismo. Al dar la espalda al mundo real, el idealismo presume reales los caprichos de su cabeza sólo porque corresponden con los prejuicios preconcebidos elevados a la categoría de axiomas. En lugar de esto, Bacon nos anima a “imitar la naturaleza que no hace nada en vano”. Resulta significativo que prefiera a Demócrito, el atomista, antes que a Platón y Aristóteles. Pero el verdadero significado de la filosofía de Bacon fue que señaló el camino a seguir.

La teoría del conocimiento de Bacon era estrictamente empírica. Como Duns Escoto, negaba enfáticamente la existencia de los “universales”. Desarrolló el método de razonamiento conocido como inducción que ya estaba presente en las obras de Aristóteles. Esta es una forma de estudiar experimentalmente las cosas, partiendo de una serie de hechos aislados hasta llegar a planteamientos más generales. Como un antídoto al idealismo estéril de los escolásticos, este método también representaba un paso adelante, aunque contaba con serias limitaciones, que más tarde se convertirían en un obstáculo para el desarrollo del pensamiento.

En los escritos de Thomas Hobbes el materialismo de Bacon se desarrolla de una manera más sistemática. En comparación con Bacon, el método de Hobbes está mucho más elaborado, pero al mismo tiempo deviene gradualmente más unilateral, rígido, tedioso, en una palabra, mecanicista. Esto no fue accidental, puesto que la ciencia que más estaba avanzando en aquel momento era la mecánica.

John Locke continuó en la misma dirección que Hobbes, declarando que la experiencia es la única fuente de las ideas. Aportó la prueba del principio fundamental de Bacon, que el origen de todo el conocimiento humano y de las ideas era el mundo material al que accedemos por la percepción de los sentidos. Locke es el filósofo del “razonable sentido común”.

Con David Hume, la filosofía empírica cierra su círculo. Para Hume, la realidad solo consistía en un hilo de impresiones, las causas de las cuales son desconocidas e incognoscibles. Simplemente desarrolló una idea ya presente en el obispo Berkeley, a saber: la inexistencia de la causalidad. A partir de este punto el desarrollo de la filosofía en Gran Bretaña fue bloqueada, pero no sin haber dado antes un poderoso impulso al movimiento que llegó a ser conocido como la Ilustración en Francia, donde la escuela materialista adquirió un contenido revolucionario. En las manos de Diderot, Rosseau, Holbach y Helvetius, la filosofía se convirtió en un instrumento para criticar la sociedad existente al completo. Estos grandes pensadores prepararon el camino para el derrocamiento revolucionario de la monarquía feudal en 1789-93.

Preguntas y sugerencias de estudio:

  1. Explica cómo el desarrollo de la ciencia está estrechamente vinculado al crecimiento de la tecnología y al desarrollo de las fuerzas productivas.
  2. Explica cómo “la propensión del pensamiento místico no desaparece, más bien parece crecer en proporción geométrica al avance de la ciencia”.
  3. ¿Cuál fue la significación del descubrimiento del cálculo infinitesimal?
  4. ¿En qué sentido las indudables contribuciones revolucionarias de Newton a la ciencia no son una bendición absoluta?
  5. ¿Qué tiene de problemático el “sentido común”? ¿Cuáles son las limitaciones del empirismo?
  6. “Yo interpreto el mundo a través de mis sentidos”. ¿Cómo lleva el materialismo inconsistente a conclusiones idealistas y cómo explotó Berkeley está debilidad?
  7. ¿En qué sentido es David Hume un regreso a las ideas de los escépticos griegos? ¿Por qué se trata de un callejón sin salida metafísico?

8. Descartes, Spinoza y Leibniz

Hasta la revolución de Marx y Engels, y su teoría de la dialéctica materialista, no hubo más avances en el desarrollo del materialismo. Incluso Feuerbach no fue más allá de los materialistas franceses del siglo XVIII. Así llegamos a una de las grandes paradojas de la historia de la filosofía: que todos los principales avances en el ámbito del pensamiento en el periodo posterior a Locke fueron realizados no por los materialistas, sino por los idealistas. Libres de las ataduras autoimpuestas de los empiristas, formularon toda una serie de generalizaciones teóricas brillantes; aunque partiendo de hipótesis falsas, sin excepción, adoptaron un carácter fantástico.

La cuestión de la relación entre ser y pensar fue planteada por el filósofo francés Descartes de manera distinta a la de los empiristas ingleses. Su escepticismo, en contraste con el resentido pesimismo de Hume, tenía un carácter dinámico y positivo. Descartes es uno de los principales protagonistas en la lucha entre el racionalismo y el empirismo, entre el método deductivo opuesto al inductivo. Los racionalistas se aproximaron a la ciencia desde un punto de vista diametralmente opuesto al de los empiristas. Descartes estaba más preocupado por los principios generales que por el detallado trabajo de la observación.

El pensamiento, desde un punto de vista materialista consistente, es la materia que piensa. Ni existe ni puede existir por sí misma, separada de la materia. Sobre esta cuestión decisiva, Descartes adoptó una posición insatisfactoria e inconsistente, que llevó a todo tipo de contradicciones. Descartes defendió que la diferencia fundamental entre la materia y el pensamiento era que la materia posee extensión espacial, mientras el pensamiento (o lo que para él sería lo mismo: el espíritu, el alma) no ocupa espacio alguno. Esto nos lleva directamente a una posición dualista, donde el pensamiento y la materia son diametralmente opuestos.

Pese a sus debilidades, la filosofía de Descartes poseía un contenido progresivo notable. Sus avances en ciencia estimularon el crecimiento de la ciencia natural en Francia. A nivel filosófico, el idealismo de Descartes fue derrocado por la tendencia materialista de la Ilustración, aunque influyó a pensadores como La Mettrie. Pese a ello, fuera de Francia sus ideas fueron el punto de partida para dos de los más grandes filósofos de todos los tiempos: Spinoza y Leibniz.

Spinoza llevó a cabo una verdadera revolución en filosofía al tomar como su punto de partida la filosofía de Descartes y transformarla completamente, sentando así las bases para una aproximación genuinamente científica a la naturaleza. Al no limitarse a los estrechos confines de la filosofía empirista, fue capaz de trascender los límites de la ciencia mecanicista de su tiempo con grandes hipótesis.

Al romper con Descartes y su noción del cuerpo sin alma y del alma sin cuerpo, Spinoza avanzó la idea de que el cuerpo y la mente son dos atributos de una y la misma cosa. El universo no está compuesto de mente y materia, tal como alega el dualismo de Descartes. Solo hay una única Substancia, la cual contiene dentro de sí los atributos del pensamiento y el ser. Esta es infinita y eterna, y posee todo el potencial para dar lugar a los abundantes fenómenos que vemos en el universo.

Spinoza da a esta Substancia el nombre de “Dios”. Pero en realidad, identificar a Dios con la naturaleza es abolirlo. En el universo de Spinoza, infinito y eterno, y que por ende no ha sido creado y se halla desatado de todo cielo o infierno, no hay lugar para una deidad separada. En efecto, no hay lugar para nada excepto la Substancia, la cual es solo otra manera de decir naturaleza.

Por ende, de manera un tanto extraña, la filosofía de Spinoza, pese a su apariencia idealista, es el verdadero punto de partida para el materialismo en su forma dialéctica, esto es, en un sentido no mecanicista de la palabra. Todo lo que hace falta es substituir el término “Dios” por “materia”y obtenemos una posición materialista perfectamente consistente.

Las ideas monistas de Spinoza fueron desafiadas por su gran contemporáneo, Gottfried Wilhelm Leibniz. Pese a ser un idealista objetivo, Leibniz desarrolló la dialéctica. El fundamento de la filosofía de Spinoza era la substancia única universal. Leibniz también parte de la noción de substancia, pero la define de forma distinta – como una actividad viva, un movimiento interno, una energía. Leibniz sienta todo el énfasis sobre la multiplicidad del universo, que para él está compuesta por un infinito número de substancias que él llama “mónadas”.

Pese a su forma idealista, en la filosofía de Leibniz hay un germen de una idea profunda y de un concepto dialéctico de la naturaleza, fundado en el movimiento, relaciones infinitas, cambio y evolución de un estadio primitivo a otro superior.

En resumen, en las obras de Descartes, Spinoza y Leibniz, vemos conclusiones brillantes alcanzadas a partir de los desarrollos en la ciencia. Estos logros, sin embargo, fueron contenidos por el hecho de que la ciencia en ese momento permanecía subordinada a la filosofía tradicional.

Preguntas y sugerencias de estudio:

  1. ¿Cuáles fueron las deficiencias de la filosofía de Descartes?
  2. ¿Qué fue tan revolucionario de la afirmación de Spinoza por la cual el pensamiento y la materia son “una y la misma cosa, pero expresada de dos maneras”?
  3. ¿Qué es el monismo? ¿Fue Spinoza un monista? ¿Lo fueron Marx y Engels?
  4. Explica cómo Spinoza fue a nivel formal un idealista, y aun así llegó a acercarse tanto a la posición materialista.
  5. ¿Por qué consideró Feuerbach a Leibniz “medio cristiano, medio ateo, o una mezcla de cristiano y naturalista”?

9. Kant

Immanuel Kant marca el inicio de un punto de inflexión en filosofía. Cuando Kant comenzó su actividad intelectual, la filosofía alemana había alcanzado un punto muerto. Los destellos de inspiración que caracterizaron el pensamiento de Leibniz no llegaron a formar una escuela filosófica coherente. A Kant le repugnaba la especulación metafísica, la cual trataba de resolver los misterios del universo no a través de observar la naturaleza, sino por medio de un infinito razonamiento abstracto.

En su obra más importante, la Crítica de la razón pura, Kant intenta resolver el problema del conocimiento, que había causado una crisis en filosofía, el mejor ejemplo de la cual fue el idealismo subjetivo de Berkeley y el escepticismo de Hume. Kant aborda la pregunta sobre qué podemos conocer y cómo lo podemos conocer. Esta es una de las cuestiones centrales de la filosofía – la teoría del conocimiento o de la cognición (la “epistemología”).

Kant fue uno de los primeros en distinguir entre entendimiento (Verstand) y razón (Vernunft). Aunque juega un papel importante para Kant, el entendimiento es la forma más baja del pensamiento racional. Esta toma las cosas tal como son, y se funda sobre el registro y clasificación superficial sobre el simple hecho de la existencia. Esta es la base de la lógica formal, así como del “sentido común”, que toma las cosas tal como parece que son.

Pero el proceso de pensar no se detiene al nivel del entendimiento y de la experiencia sensorial inmediata. Para alcanzar una comprensión dialéctica necesitamos de la intervención de la razón, la cual va más allá de lo dado inmediatamente, lo descompone en sus partes constitutivas, y lo recompone. Este es el papel de la dialéctica. Antes de Kant, el arte de la dialéctica estuvo prácticamente relegado al olvido. Era considerado mero fraude y sofismo, la “lógica del espejismo”. Fue el gran logro de Kant devolver la dialéctica a su lugar en la filosofía como una forma lógica superior.

En sus “antinomias”, Kant muestra que las contradicciones existen en el pensamiento. Por ende, partiendo de las leyes de la lógica formal, y aplicándolas al mundo de la experiencia, Kant procede a mostrar las contradicciones que emergen. Kant toma esto como prueba de la incognoscibilidad de la «cosa en sí», en lugar de ver que las contradicciones son objetivas, y se hallan presentes en los fenómenos mismos.

El mérito de Kant fue someter las formas tradicionales de la lógica a una crítica detallada. Su defecto descansa en su posición subjetivista en la teoría del conocimiento. Esta fue la fuente de sus debilidades principales – ambigüedad, inconsistencia y agnosticismo. Al evitar una ruptura plena con la lógica tradicional, si bien expuso sus limitaciones, el mismo Kant alcanzó todo tipo de contradicciones irresolubles, las cuales dejó sin resolver. El problema de la relación entre sujeto y objeto (pensamiento y ser) solo la resolvieron finalmente Marx y Engels, que señalaron que, en último término, todos los problemas filosóficos son resueltos en la práctica.

Preguntas y sugerencias de estudio:

  1. ¿Cuál es la tarea de la ciencia? ¿Qué tenía que decir Kant al respecto?
  2. La relación entre sujeto y objeto fue una cuestión central en filosofía durante siglos. ¿Cómo trató Kant esta cuestión?
  3. ¿Qué tiene de problemático el concepto del conocimiento a priori? ¿Qué escribió Engels al respecto de esto en el Anti-Dühring?
  4. ¿Por qué es el idealismo objetivo superior al idealismo subjetivo?
  5. ¿Qué hay de valioso en las “antinomias” de Kant?

10. La revolución filosófica de Hegel

Para el lector moderno, los escritos de Hegel presentan dificultades considerables que emergen mayoritariamente del hecho de que Hegel era un idealista y de que, por ende, la dialéctica aparece aquí en una forma mistificada. Aquí, el desarrollo histórico aparece en una forma idealista, como el desarrollo de la autoconciencia (o espíritu).

Sin embargo, es posible leer a Hegel, tal como hizo Marx, desde un punto de vista materialista, extrayendo así el núcleo racional de su pensamiento. En La fenomenología del espíritu, la “autoconciencia” revela su actividad de muchas maneras, a través de la sensación y la percepción, así como a través de las ideas. En todo esto, es posible percibir la silueta de los procesos reales que tienen lugar en la naturaleza, la sociedad, y la mente humana. En contraste con filosofías idealistas previas, Hegel mostró un vivo interés por los hechos naturales, la naturaleza humana, y la historia humana. Detrás su presentación abstracta, descansa un pozo de conocimiento de todos los aspectos de la historia, la filosofía y la ciencia contemporánea.

Lo que era valioso en la filosofía de Hegel no era su sistema, sino el método dialéctico. Parte del motivo por el que los escritos de Hegel son oscuros es precisamente que trató de forzar la dialéctica – que desarrolló brillantemente – a la camisa de fuerza de un arbitrario sistema filosófico idealista. Cuando no encajaba, hacía uso de todo tipo de subterfugios y medios peculiares de razonamiento que lo hacen todo complejo y oscuro.

Sin embargo, el gran mérito de Hegel fue mostrar el carácter dialéctico del desarrollo del pensamiento humano, de su fase embrionaria, atravesando toda una serie de etapas, para alcanzar finalmente la más elevada etapa de la razón: el concepto. En el lenguaje hegeliano, este es el proceso de ser “en sí” a ser “para sí”, esto es, la transformación de un ser latente e implícito, a un ser desarrollado y explícito.

En el corazón de esta filosofía hay una concepción dinámica del universo; una perspectiva que lidia con las cosas como procesos vivos, no como objetos muertos; en sus interrelaciones esenciales, no como trozos y piezas separadas, o listas arbitrarias; como un todo que es más que la suma de las partes. Todo en la realidad consiste en la unidad de cantidad y calidad, que Hegel llamaba “medida”. Además, no solo hay cambios de cantidad a calidad, sino también el proceso opuesto, donde un cambio en calidad causa un cambio en cantidad. Los puntos críticos en la transición de un estado a otro se llaman puntos nodales en las relaciones de medida de Hegel.

La “doctrina de la esencia” es la parte más importante de la filosofía de Hegel, porque allí explica la dialéctica al detalle. El pensamiento humano no se queda en lo que es dado inmediatamente por la percepción sensorial, sino que busca ir más allá de ello y alcanzar la cosa-en-sí. La contradicción que descansa en el centro de todas las cosas se expresa como la idea de la unidad de los contrarios. Dialécticamente, lo que parecen ser fenómenos mutuamente excluyentes son en realidad inseparables.

Hegel no pretendía negar o demoler la filosofía previa, sino resumir todas las escuelas de pensamiento anteriores, y alcanzar la síntesis dialéctica. Pero al hacerlo, llevó a la filosofía a sus límites. A partir de este punto, resultó imposible desarrollar la filosofía sin transformarla en algo distinto.

La cualidad de la filosofía de Hegel que hizo época consistía en el hecho de que, al incorporar la totalidad de la filosofía de una manera tan integral, hizo imposible ir más allá siguiendo las líneas tradicionales de la filosofía. A la vez, el método dialéctico, que había perfeccionado, proveyó las bases para una perspectiva completamente nueva, que no se limitaba a sí misma al análisis y crítica de las ideas, sino que implicaba un análisis de la historia de la sociedad y una crítica revolucionaria del orden social existente.

La dialéctica hegeliana fue concebida de forma brillante, pero finalmente deficiente, porque estaba limitada al dominio del pensamiento. Sin embargo, contenía el potencial para un importante cambio en el pensamiento, uno que alteró radicalmente no solo la historia de la filosofía, sino la del mundo.

Preguntas y sugerencias de estudio:

  1. ¿Puedes pensar en algunos ejemplos de un proceso que va de ser “en sí” a ser “en sí y para sí”?
  2. ¿Qué quiere decir Hegel cuando dice que no hay tal cosa como la verdadera causalidad?
  3. ¿Por qué la objetividad absoluta es el primer principio del pensamiento dialéctico?
  4. ¿Cómo supera Hegel la contradicción entre pensamiento y ser, entre “sujeto” y “objeto”?
  5. ¿Qué quiso decir el demócrata radical ruso Herzen cuando se refirió a la dialéctica hegeliana como “el álgebra de la revolución”?
  6. ¿Por qué describió Engels la filosofía de Hegel como el más “colosal aborto” de la historia?

11. De Hegel a Marx

Tras la muerte de Hegel en 1831, su escuela se desintegró inevitablemente y se hizo añicos, víctima de sus contradicciones internas. La escuela hegeliana se escindió en dos alas – la derecha y la izquierda. Una expresión de esto fue el marxismo, que se alejó por completo de la filosofía (al menos, de la filosofía tal como se entendía hasta ese momento).

Los primeros escritos de los fundadores del socialismo científico muestran claramente su origen hegeliano. El verdadero ajuste de cuentas con Hegel se remonta a La sagrada familia, La ideología alemana y, particularmente, las famosas “Tesis sobre Feuerbach”. Pero el marxismo no brotó ya formado y armado, como Atenea de la cabeza de Zeus. Marx y Engels tuvieron que pasar primero por la escuela preparatoria de la izquierda hegeliana.

Las implicaciones revolucionarias de la filosofía de Hegel ya se hallaban implícitas en los escritos de los hegelianos de izquierdas, aunque de forma confusa y aun idealista. Para llevarlas más allá, se requería una inversión completa: el total abandono del idealismo y la transición al materialismo. Pero los hegelianos eran incapaces de realizar tal transición, y estaba en las manos de Marx y Engels exponer sus ideas filosóficas a una crítica contundente. Demolieron la concepción idealista subjetiva de la autoconciencia, explicando que la realidad percibida por los sentidos existe independientemente de la conciencia del observador. Señalaron que el mundo continúa existiendo incluso cuando el sujeto no está presente para percibirlo.

Esta crítica de la “crítica crítica” se desarrolla sistemáticamente en La sagrada familia, donde Marx y Engels prueban que la filosofía subjetiva de Bauer solo lleva a su final lógico la idea básica de La fenomenología del espíritu de Hegel: la substancia debe elevarse a la autoconciencia. En lugar de estas abstracciones sin vida, los fundadores del socialismo científico partieron de la realidad, los hombres y mujeres materiales en sociedad, la historia real, no el espíritu universal de la “autoconciencia” idealista.

Sin embargo, fue la trágica figura de Ludwig Feuerbach la primera en disputar a Hegel desde un punto de vista materialista. Decidió usar el hacha contra las mismas raíces del idealismo al atacar a la religión misma. Así lo hizo en su libro, La esencia del cristianismo. La aparición de este libro en 1841 marcó una época y tuvo consecuencias revolucionarias. La lectura materialista de la religión que realizó Feuerbach fue un importante paso adelante que señaló el camino hacia una ruptura definitiva con el idealismo.

Las ideas de Feuerbach representaron una gran revolución filosófica y tuvieron un gran impacto en los jóvenes Marx y Engels. Pero al final fracasó. Feuerbach consideraba la conciencia humana principalmente como un mero reflejo de la naturaleza, a la vez que también enfatizaba que el hombre llegaba a comprender su propia naturaleza y las relaciones con otros hombres. Sin embargo, sus conclusiones son extremadamente débiles. Su única alternativa a la dominación de la religión es la educación, la moralidad, el amor, e incluso una nueva religión. Para Feuerbach, el problema central de la alienación es religioso, pero esto dejaba completamente fuera de la explicación el verdadero motor y origen real de toda alienación – la alienación del trabajo de sí mismo en la forma de plusvalía en el proceso de la producción capitalista.

El problema con Feuerbach es que simplemente negó a Hegel, negando su filosofía mediante el simple rechazo. Su principal error fue, para usar la expresión alemana, tirar al bebé con el agua de la bañera. Al rechazar la filosofía de Hegel, también rechazó su núcleo racional – la dialéctica. Esto explica el carácter unilateral del materialismo de Feuerbach, que provocó su caída.

Hizo falta el genio de Marx para descubrir el núcleo racional que se escondía en las páginas de la Lógica de Hegel y aplicarla a lo real, al mundo material. También explicó que la deficiencia del “materialismo antropológico” de Feuerbach es que allí el individuo es concebido como una entidad abstracta. Pero la actividad humana real (el trabajo) no es la actividad de individuos aislados. Es necesariamente colectiva en su misma esencia.

Precisamente en este momento hemos llegado a un nuevo punto de partida, a una ruptura fundamental con toda la filosofía anterior. Esta encuentra su expresión en la que quizás sea la más grande e importante de las “Tesis sobre Feuerbach” de Marx: la celebrada undécima tesis – “Los filósofos se han dedicado únicamente a interpretar el mundo de diversas maneras; de lo que se trata es de cambiarlo.” Aquí el pensamiento filosófico – el más alto, más sublime logro del espíritu humano – por vez primera deja de ser una mera actividad contemplativa y deviene en un arma formidable en la lucha para cambiar la sociedad.

A medida que alcanzamos el final de esta obra sobre la historia de la filosofía, es importante destacar que mucha gente no se da cuenta de que el alcance del marxismo va mucho más allá de la política y la economía. En el corazón del marxismo descansa la filosofía del materialismo dialéctico. Desgraciadamente, el inmenso trabajo de escribir El capital impidió a Marx escribir una obra exhaustiva sobre la cuestión, tal como pretendía.

Preguntas y sugerencias de estudio:

  1. ¿Por qué el hegelianismo, incluso en su versión de “izquierda”, alcanzó un callejón sin salida?
  2. ¿Cómo consideramos los marxistas el pensamiento humano? ¿Cómo se compara esto con la idea absoluta de Hegel?
  3. ¿Puede Feuerbach ser visto como un catalizador del movimiento obrero? ¿Qué valoración hacemos de él?
  4. ¿En qué trampa cayeron los hegelianos de izquierdas cuando trataron de erigir una alternativa a Hegel? ¿En qué falsa visión de la historia explicaron Marx y Engels que esta trampa terminó?
  5. ¿Por qué la evolución del pensamiento y la ciencia no es un círculo indefinido, sino más bien una espiral? ¿Dónde deja esto al marxismo y al “fin de la filosofía”?

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