Huelga General en Euskadi el 26 de septiembre

Venimos de una huelga general, la del 29 de marzo, lo que para alguien joven como yo ha sido la mayor de su vida, y para los no tan jóvenes una movilización como no se veía desde hacía bastantes años. Esa convocatoria, la primera realmente unitaria desde hacía mucho, y no sólo entre los trabajadores vascos, sino con los del resto del Estado, supuso un punto de inflexión en lo que debe ser la movilización sindical.

Las siguientes convocatorias, empezando por la del día 26 de septiembre, deberían ir más allá, tomando como referencia el éxito rotundo que fue en Euskadi dicha movilización, subsanar los errores y dar un paso hacia delante, hacia una manifestación única de todos los sindicatos (llevando cada uno su propia pancarta, propaganda, alternativas, … pero con una manifestación única).

Una huelga debe de ser una demostración de fuerza por parte de los trabajadores, pero si se plantea mal puede ser todo lo contrario. Lejos de hacernos conscientes de la fuerza de nuestra clase puede tener un efecto nocivo, desmovilizador. Además, a los trabajadores salir a la huelga nos cuesta un dinero, no nos sale gratis, por lo que tenemos que estar seguros (y más en estas circunstancias) de que va a ser útil, y de que vamos a salir todos. Es necesario que las direcciones de todos los sindicatos hagan esfuerzos por conseguir dicha unidad.

Grecia es un buen espejo en el que mirarnos, en 2 años llevan ya 18 huelgas generales, huelgas que no han conseguido echar atrás ninguna contrarreforma. Tan importante es salir como saber por qué se sale, tener una perspectiva de movilización y unas consignas claras. Veamos las consignas bajo las que se movilizan los dos grandes bloques sindicales.

UGT y CCOO

La consigna bajo la que están movilizando CCOO y UGT es la de «democracia». Dicen que el gobierno del PP ha incumplido su programa electoral, y piden un referéndum para votar los recortes. Pero si el PP hubiera avisado antes de las elecciones de todo lo que iba a hacer, ¿Deberíamos asumirlo?, ¿Deberíamos dejar de protestar contra la injusticia que esto supone?

Además, ¿qué es eso de la democracia? Quiero decir, en abstracto nadie habla en su contra, ni en el de la libertad. Pero estando los recursos en manos de bancos o de empresas privadas, por muy democráticas que sean las tomas de decisiones… ¿Realmente tendremos democracia si no podemos decidir sobre los recursos existentes porque están en manos privadas?

ELA y LAB

ELA y LAB tienen una consigna diferente. Dicen «ante los recortes, soberanía». ¿El problema es entonces quién toma las decisiones?, ¿si las tomáramos aquí obtendríamos, en última instancia, un resultado diferente?

La crisis económica no es un asunto puramente español. Los empresarios cierran las fábricas porque no pueden vender todo lo que producen, el mercado mundial está saturado, podría decirse que la sociedad es demasiado rica, que produce más de lo que puede consumir. Que las decisiones se tomen aquí podrá cambiar algo, pero el resultado final no será muy diferente. Los trabajadores vascos, españoles, europeos… todos enfrentan los mismos problemas.

También es necesario decir que la reivindicación de soberanía es justa, pero no supone una alternativa para la crisis económica o los recortes. Tienen que ser los vascos quienes decidan si quieren ser españoles, franceses o simplemente vascos, la unidad entre los trabajadores (al nivel más amplio posible, por encima de las fronteras del estado español) tiene que ser libre y entre iguales, es inconcebible sin el derecho a la autodeterminación, sin el derecho a decidir.

¿Qué hacer?

Algunos compañeros en Álava estamos llevando a cabo una iniciativa que hemos recogido bajo el título de «Manifiesto por la unidad de acción», y que se puede leer en nuestra web. En él, planteamos un giro de 180 grados con la política sindical actual, como primera medida concreta estamos intentando formar un comité por la unidad de acción en nuestra ciudad, en el que participen trabajadores de todos los sindicatos y trabajadores no sindicados. Es necesario recuperar el sindicalismo de base, con asambleas decisorias y desterrar esas asambleas en las que sólo nos informaban de lo que habían decidido arriba, y sobre todo es necesario que los trabajadores actuemos unidos, si no, movilizarnos por separado no ayuda, incluso puede llegar a ser contraproducente.

La lucha debería plantearse con un calendario de movilizaciones in crescendo, que empiece por manifestaciones, que pase por una huelga general de 24h primero y otra de 48h después, hasta llegar a una huelga general indefinida en la que se plantee la disyuntiva de o ellos o nosotros, no hay término medio.

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