Huelga de las auxiliares de Navantia-Cartagena: Por un sueldo digno y estabilidad en el empleo ¡Plus de Astilleros y Subrogación obligatoria ya!
¡Son 27! las jornadas de paro laboral, desde que el pasado 17 de junio los 2.000 trabajadores del sector del metal de las empresas auxiliares de Navantia en Cartagena, se declararon en huelga indefinida, exigiendo un salario digno y estabilidad en el empleo.
Transcurridas 3 semanas desde el inicio del conflicto, el martes 8 de julio tenía lugar en la sede de la Cámara de Comercio de Cartagena, una reunión negociadora entre la patronal FREMM -Federación Regional de Empresas del Metal de Murcia- y los representantes sindicales de CCOO y UGT.
Después de 8 horas de negociación, se firmaba un “preacuerdo” que establecía un calendario de negociación para los días 11-15-22 y 29 de julio, reuniones en las que la patronal se “comprometía” a elaborar un estudio junto con los sindicatos sobre el “plus de astilleros”, para elevarlo posteriormente a la empresa pública Navantia y en caso de acuerdo integrarlo en el próximo convenio del metal regional, que vence el 31 de diciembre. El preacuerdo quedaba condicionado a que UGT, como único sindicato convocante de la Huelga, aceptase la desconvocatoria de los paros.
Con otras palabras, la patronal, plenamente respaldada por los dirigentes regionales de la federación del metal de CCOO, se mantenía en la misma postura que ha venido planteando desde el inicio del conflicto; los trabajadores demostrando su responsabilidad y como auténtico acto de fe, debían abandonar la lucha y volver al trabajo, confiando plenamente en la buena voluntad, de los mismos empresarios que han impuesto, y de las mismas direcciones sindicales burocráticas que han pactado, las insoportables condiciones de sobre explotación y bajos salarios que les impulsaron a la movilización y a la huelga.
Anticipando la respuesta obrera, la representante en la mesa por UGT, declaró que sin que se asuma por las empresas ni una de sus reivindicaciones: “Los trabajadores no van a estar por la labor de abandonar la huelga”.
Conocidos los términos de la propuesta empresarial, la Asamblea de Trabajadores rechazaba el pre acuerdo y se ratificaba en la continuación de la huelga indefinida, a la vez que un grupo de obreros iniciaban una huelga de hambre en el centro de la ciudad.
Contenido
- 1 Precedentes del Conflicto: El surgimiento de la Unión de Empresas Auxiliares de trabajadores de Navantia
- 2 La Plataforma Reivindicativa
- 3 Agotada la vía del diálogo se decide pasar a la acción
- 4 ¡Ganar esta huelga nos incumbe a TODOS!
- 5 ¡Organizar ya la más amplia Solidaridad y movilización obrera en apoyo a la lucha de los metalúrgicos de las auxiliares de Navantia!
Analizamos los inicios del proceso que ha impulsado la que es ya, la huelga y movilización obrera más dura e importante de la región de Murcia en 30 años.
Se remontan 3 años atrás, al 2022, ese año, por su propia iniciativa, un grupo de trabajadores de una de las empresas auxiliares, hartos de sufrir unas condiciones laborales intolerables, con una carga y presión de trabajo brutales, con ingresos medios de 1200 euros que les obligan a tener que meter horas y trabajar festivos para poder llevar un sueldo digno a casa, empezaron a reunirse. Hablando con compañeros gallegos de su misma contrata, se enteran que por realizar igual trabajo en Ferrol -donde está reconocido en convenio el plus de astilleros-, se están pagando entre 600 y 1000 euros mensuales más que en Cartagena.
Los trabajadores ven la necesidad de dar un vuelco radical a la situación obrera en el Astillero, y para avanzar en esa dirección empiezan a contactar con otros compañeros de las demás auxiliares de Navantia.
Poco a poco, van poniendo en común sus experiencias, empiezan a organizarse y frente a la inacción y la disparidad de criterios de las organizaciones sindicales, en la base, se va forjando un plan de unidad en la acción buscando el bien común del conjunto de los trabajadores.
La idea se va extendiendo y en octubre de 2023, trabajadores de al menos 9 empresas auxiliares –delegados y afiliados a distintos sindicatos y otros muchos no sindicados-, legalizan una asociación con el nombre de UEA -Unión de Empresas Auxiliares-.
Se había dado un salto de gigante, muchos empiezan a ser conscientes de que mientras individualmente no hay defensa y sólo son materia prima para la explotación y el abuso empresarial, colectivamente como parte de una misma clase, tienen la fuerza y la voluntad para poder exigir el respeto y dignidad que merecen por su trabajo y poder gritar a los 4 vientos que ya Basta de Reírse de la Clase Obrera.
Paso a paso, va tomando cuerpo la voluntad del conjunto de los trabajadores de las diferentes contratas por transformar la situación. Empezando por pedir a la empresa matriz un marco sólido de diálogo y participación para sentarse a hablar y negociar la mejora de las condiciones laborales.
La Plataforma Reivindicativa
Tras meses de debates y reflexión de las plantillas los puntos centrales e imprescindibles a reivindicar van quedando claros:
El primero es el reconocimiento del “Plus de Astilleros”, las empresas tienen que asumir lo mínimo de que a igual trabajo tienen que pagarse salarios similares.
En segundo lugar, para poder garantizar la alta cualificación de la mano de obra que requiere la construcción de un submarino, es necesario garantizar la estabilidad en el empleo y que cualquier nuevo contratista tenga que asumir la Subrogación de los trabajadores adscritos a esos puestos.
Por último, tiene que reconocerse el carácter tóxico, nocivo y peligroso de la mayoría de los puestos de trabajo- para que se apliquen los coeficientes reductores de cara a la jubilación-, y en consecuencia ampliar y mejorar las medidas para la prevención de riesgos laborales.
Agotada la vía del diálogo se decide pasar a la acción
Desde la constitución de la UEA, durante más de un año, los delegados y representantes de los trabajadores de todos los sectores encuadrados en las contratas -metal, construcción, servicios, limpieza- apuestan por utilizar la vía del diálogo y de la explicación razonada de sus justas reivindicaciones, como medio para ir consiguiendo mejorar las condiciones de trabajo en las auxiliares de Navantia.
Todos esos intentos chocan con el muro de la negativa patronal. La empresa matriz, no reconoce a la UEA y ni siquiera asume que en Cartagena se aplique el articulado de su propio convenio intercentros.
A comienzos de 2025, ante el cada vez mayor deterioro de la situación del sector y agotadas todas las vías de diálogo, los trabajadores llegan a la conclusión de que sólo con la lucha y movilización obrera se podrán enfrentar a la cerrazón patronal y conseguir así los objetivos propuestos.
Desde ese momento se suceden las movilizaciones. En los meses de marzo y abril, se convocan concentraciones semanales de los delegados de las empresas auxiliares en los accesos al astillero. Difundiendo y popularizando las reivindicaciones obreras.
En protesta por la insostenible carga de trabajo que soportan las plantillas, obligados a meter horas, doblar turnos o trabajar en festivos para poder llegar a fin de mes, teniendo que renunciar a su vida social y familiar, el 14 de mayo se para el astillero en una jornada de huelga histórica, en cuya convocatoria participan los trabajadores de las auxiliares junto con la plantilla fija de Navantia.
Finalmente en junio, los trabajadores de las auxiliares dicen ¡Basta ya! Por mayoría abrumadora en cada una de las asambleas que se convocan en todas las empresas se decide ir a la huelga indefinida a partir del día 17.
¡Ganar esta huelga nos incumbe a TODOS!
La heroica lucha que están protagonizando los compañeros de auxiliares, se ha convertido en un referente para cualquier joven y trabajador con conciencia de clase en la región. Son miles los asalariados que, enfrentados a diario a las mismas condiciones de sobre explotación y abuso que han detonado la lucha en Navantia, se ven reflejados en esta huelga y emocionados ven que es posible pelear, levantarse y decir Basta.
También la patronal es consciente, de que esta es una lucha emblemática, que rompe una dinámica de muchos años donde han podido campar a sus anchas, años en los que sin una oposición mínimamente seria por parte de unas direcciones sindicales domesticadas, Murcia ha seguido ostentando el triste récord de ser la región con los salarios más bajos y las peores condiciones laborales del país. Esta superexplotación de la mano de obra, les ha generado beneficios tan altos a las empresas, que han convertido la región en la más desigual de toda España.
Así, mientras que uno de cada 3 murcianos se encuentra en situación objetiva de pobreza y riesgo de exclusión social, 13.000 ricachones, el 0,8% de la población, declaran ingresos medios de 1.820.549 € anuales, 89 veces más que el salario medio regional que no supera los 20.400€.
La burguesía murciana sabe que si los metalúrgicos ganan esta huelga, se impulsará y animará la lucha en otros muchos sectores, poniendo en riesgo sus beneficios.
Por eso están utilizando todos sus recursos para derrotarla.
Empezando por las descaradas mentiras que se publican en los medios -que ellos mismos controlan y financian-, hablando de “Huelga Salvaje”, calumniando a los huelguistas, acusándoles de llevar a cabo “actos de violencia extrema”. Seguido de los llamamientos “institucionales” a la vuelta a la “normalidad” y todo unido al aumento de la represión -con un amplio despliegue policial-. Todo Vale para criminalizar a los huelguistas, e intentar así desprestigiar y aislar la lucha, forzando su vuelta al trabajo.
El extraordinario ejemplo de voluntad de lucha, organización y resistencia que están protagonizando los trabajadores de auxiliares y sus familias, se ha convertido ya por derecho propio en un hito de la lucha obrera.
Ciertamente, los trabajadores de las auxiliares tienen a su favor, como declaraba un dirigente del CSIF sindicato mayoritario en el Comité de Empresa de Navantia -Cartagena, que dada la sistemática reducción de su plantilla fija, Navantia es un desierto, y con la huelga de contratas la empresa está parada al 95%.
Con otras palabras, sin el amable permiso de los huelguistas el astillero no funciona y los submarinos del programa S80 -presupuestado en 3906,7 mill de €- no se construyen.
Es inspirador comprobar el coraje y la valentía de unas plantillas mayoritariamente jóvenes que, enfrentados por primera vez a una huelga dura como esta, después de casi un mes de paro, de unas nóminas que en junio no llegaron ni a 600 €,a pesar del desgaste físico y emocional, se mantienen firmes en su voluntad de lucha.
Para responder al Frente único patronal que pretende rendirles por agotamiento y hambre, es imprescindible el apoyo activo y organizado del conjunto de la clase obrera. Para ello, los sindicatos que convocan y apoyan el paro- UGT y CSIF- conjuntamente con el Comité de Huelga, contando con las plataformas similares a la UEA que se están organizando entre los miles de trabajadores de contratas del Complejo Petro Químico del Valle de Escombreras y de otros polígonos industriales; y apelando al apoyo solidario del conjunto del movimiento sindical, tienen que escalar y avanzar en la Lucha. Convocar ya asambleas en los centros de trabajo y en los barrios, donde los representantes de los huelguistas expliquen los objetivos de la huelga y pidan el apoyo solidario a su lucha y organizar el reparto masivo de hojas informativas en toda la ciudad-aprovechando la asistencia multitudinaria a los Conciertos de la Mar de Músicas y a los eventos deportivos-, explicando las reivindicaciones obreras y apelando al apoyo solidario a la Caja de Resistencia. Para culminar con la convocatoria de una Jornada de Movilización solidaria de todo el Movimiento Obrero en Cartagena y Comarca concretando la fecha de una Gran Manifestación en apoyo a los trabajadores en Huelga.
Puedes enviarnos tus comentarios y opiniones sobre este u otro artículo a: contacto@comunistasrevolucionarios.org
Para conocer más de la OCR, entra en este enlace
Si puedes hacer una donación para ayudarnos a mantener nuestra actividad pulsa aquí