Indignación popular contra la presencia israelí en la Vuelta Ciclista a España

Las protestas populares contra la participación de un equipo israelí en la Vuelta Ciclista a España, son la última expresión del profundo impacto que el genocidio sionista en Gaza está provocando en todos los países occidentales, y en el Estado español en particular; y muestran, al mismo tiempo, un rechazo al «establishment» deportivo y político occidental. No es casualidad que, en este ambiente, el presidente del gobierno decidiera anunciar un embargo total a la compra y venta de armas a Israel ¿Qué significa esto?

La campaña genocida de Israel contra el pueblo pobre de Gaza está agitando en lo más profundo a los países capitalistas occidentales. Capas amplias de la clase trabajadora y de la juventud pueden ver la enorme hipocresía de unos gobiernos que derraman lágrimas de cocodrilo por las víctimas palestinas, mientras que no hacen nada para obligar a Israel a detener su maquinaria asesina.

Estos mismos países no tardaron ni una semana en tomar importantes represalias contra Rusia tras su invasión del este de Ucrania, con embargos económicos de todo tipo y el boicot a su participación en cualquier evento deportivo y cultural internacional. Por supuesto, todo ello en nombre de la “legalidad internacional“ y “los derechos humanos”. Hasta fines de julio, y tras más de 3 años de guerra, las víctimas civiles entre la población ucraniana ascendían a 13.580, según la ONU, incluyendo 716 niños. Sin embargo, en menos de dos años, Israel ha asesinado directamente a 64.000 palestinos, incluyendo más de 18.000 niños. Aparte, se calculan otros 10.000 asesinados bajo los escombros de una Gaza derruida. Permítasenos añadir que, a diferencia de Rusia en Ucrania, en el caso de Gaza, el asesinato de civiles es el objetivo claro y declarado del gobierno israelí. Entre los fallecidos se cuentan, además, 1600 trabajadores sanitarios  y más de 250 periodistas. Decenas de miles de personas más han fallecido por falta de atención sanitaria, enfermedades y hambruna. Otros 1000 palestinos han sido asesinados en Cisjordania. El gobierno israelí busca deliberadamente la destrucción física del pueblo palestino, de ahí que sus acciones sólo pueden calificarse de genocidio. Hasta esa agencia del imperialismo, que es la ONU, ha calificado de genocida la actuación del gobierno de Netanyahu.

Por no hablar del carácter atrozmente reaccionario de las acciones sionistas, Israel ha matado en Gaza casi 6 veces más civiles y 26 veces más niños que Rusia en Ucrania, en una población 16 veces menor que la ucraniana. Sin embargo, ni una sola sanción económica ha sido decretada por occidente contra Israel, y ni un solo embargo de armas real le ha sido impuesto, al tiempo que se sigue invitando al Estado sionista a todo evento cultural, musical y deportivo que se le niega a Rusia: desde el ya desprestigiado Festival de Eurovisión, hasta las Olimpiadas, campeonatos de fútbol y, para el caso que nos toca, la Vuelta Ciclista a España.

El hecho es que en marzo de 2022 la Unión Ciclista Internacional (UCI) revocó el estatus UCI al equipo ruso Gazprom-RusVelo y se le prohíbe participar en cualquier competición internacional. Hasta la fecha, ningún equipo ciclista israelí ha sufrido tal medida. Sobre esa base, para añadir el insulto a la injuria, la organización de La Vuelta Ciclista a España, en manos de Unipublic, del grupo francés Amaury Group, que edita el diario deportivo L’Equipe, decidió invitar a la competición al equipo israelí Israel – Premier Tech. Este solo hecho da una medida del alejamiento total de los gerifaltes proimperialistas del deporte de élite respecto al ambiente social en sus países.

A nadie puede extrañar entonces que, de manera semiespontánea, desde las primeras etapas de la Vuelta en territorio peninsular (la vuelta se inició este año en Italia), en las ciudades catalanas de Figueres y Olot, decenas de personas enarboladas en banderas palestinas comenzaran a protestar ruidosamente al paso de los ciclistas, especialmente, cuando identificaban a ciclistas israelíes. Esto actuó como un “efecto llamada” y, desde entonces cientos de activistas propalestinos se han agolpado al paso de la carrera en todas las ciudades y pueblos donde transcurre La Vuelta, para mostrar su indignación contra los organizadores de la misma y exigir la expulsión del equipo israelí. Un momento culminante de la protesta se produjo en tierras vascas, en Bilbao, cuando decenas de activistas cortaron el paso de los ciclistas en mitad de la carrera que se disputaba ese día, y la organización de la carrera tuvo que adelantar 3 kilómetros la línea de meta ante la cantidad de gente concentrada. Las protestas han continuado a lo largo de la competición: en Cantabria, Asturias, y ahora en Galicia, donde los gritos de “asesinos” y “genocidas” acompañan el paso de los ciclistas israelíes por las calles y carreteras donde transitan. Hoy mismo, en Mos (Pontevedra, Galicia), la organización tuvo que adelantar ¡8 kilómetros! la línea de meta por la enormidad de la protesta en la parte final del recorrido.

Las protestas populares, que conmueven a toda persona sensible por su determinación y extensión, han opacado completamente la competición y expuesto abiertamente la hipocresía, cinismo y desvergüenza del establishment deportivo y político occidental, pese a los aullidos de furia de los mandamases del deporte de élite en España y Europa. Es tal el apoyo popular a las protestas que hasta el ministro de exteriores español, Albares, se ha mostrado a favor de expulsar al equipo israelí de La Vuelta.

 

La organización de La Vuelta está ahora metida en un gran lío, pues el desprestigio de La Vuelta y el peligro de perder patrocinadores y beneficios económicos es ya evidente. Su máximo representante, de cara adentro, dice estar a favor de la salida del equipo israelí, pero que debe ser éste quien debe decidirlo. Obviamente, que el establishment deportivo tomara la decisión de expulsar al equipo israelí, tendría implicaciones más allá de lo deportivo, sería un escándalo internacional que dejaría más expuestos a los gobiernos occidentales a la presión de la opinión pública a favor de cortar todo tipo de relaciones con Israel. Por eso se van a resistir hasta el final antes de tomar esta medida.

Desde la Organización Comunista Revolucionaria damos pleno apoyo y aliento a las valientes protestas contra la presencia del equipo israelí en la Vuelta Ciclista a España y nos sumamos al pedido de su expulsión inmediata. También exigimos la eliminación de las causas judiciales contra los cerca de veinte detenidos a lo largo de la competición por protestar.

Cuando se acerca el segundo aniversario de las matanzas en Gaza, el ambiente de indignación y rabia no hace más que crecer cada día. Hay que continuar con las movilizaciones populares a lo largo del continente europeo. Al final, el genocidio de palestinos en Gaza es una expresión del dominio imperialista en Oriente Medio, que se asienta en los intereses capitalistas occidentales. Luchar contra el imperialismo sionista en Oriente Medio y el capitalismo global es una y la misma lucha.

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