Los estrechos vínculos entre PP e Israel ¡Basta con la subvención del genocidio!

La respuesta del Partido Popular, en especial de Ayuso, al conflicto en Gaza y a las movilizaciones sociales que ha generado en el Estado español ha seguido un guión vergonzoso, pero previsible. Lejos de condenar las múltiples violaciones de derechos humanos, la cúpula del PP ha optado por una alineación firme y estratégica con el gobierno israelí de Netanyahu, a la vez que criminaliza y reprime cualquier muestra de solidaridad con el pueblo palestino. Tras las movilizaciones en Madrid en contra de La Vuelta, Almeida convocó inmediatamente una rueda de prensa denunciando la situación mientras que Ayuso se hacía fotos con el equipo israelí Israel-Premier Tech y comparaba, al día siguiente, la situación en la capital con el sitio de Sarajevo en 1992.

¿Pero por qué tienen Ayuso y el PP tanto interés en defender y apoyar al Estado genocida de Israel?

Esta alianza no es algo nuevo, figuras como José María Aznar y su exasesor Rafael Bardají están vinculados a iniciativas como “Friends of Israel”. Bardají, director del High Level Military Group, que defiende las acciones del ejército israelí, y Aznar, que ha criticado a la administración Biden por intentar “disuadir” a Israel, representan un alineamiento estratégico con el gobierno de Netanyahu. Presentan a Israel como el “bastión de Occidente” en una región inestable, en la lucha entre la “barbarie” y la “civilización” frente al “eje del mal” encabezado por Irán, y lo usan para justificar el genocidio. Ya lo dijo Ayuso: “Cerrar las puertas a Israel es cerrar las puertas al mundo”.

Esto se explica al explorar las relaciones económicas e institucionales de Ayuso con personajes como David Hatchwell (presentado como “mentor” de Ayuso), presidente de la FHJ (Fundación Hispano Judía, de la cual es vicepresidente Alberto Ruiz Gallardón, exalcalde de la capital y exministro de Justicia) y cofundador de la ACOM (Asociación y Comunicación sobre Oriente Medio), cuya influencia se extiende a través de una red empresarial con vínculos en la industria de la ciberseguridad y defensa israelí. Su grupo, Excem, es la cabeza de esta red empresarial y ha sido contratista de los ministerios de Defensa e Interior y de varios gobiernos regionales. Todo esto crea una coyuntura donde la afinidad política con Israel se traduce en oportunidades de negocio concretas. La defensa férrea de Ayuso a Israel no se trata solo de ideología, se trata de una relación simbiótica donde la defensa incondicional del Estado de Israel fortalece las redes de influencia y los contratos de empresas vinculadas a este ecosistema.

La materialización de este apoyo la podemos ver en la cesión de un edificio público de 2000m² en 2024 a la FHJ por 30 años, con una renta muy baja y tres años de carencia, para construir el museo Hispanojudío. Además, los gobiernos regionales del PP en Madrid, Murcia y Andalucía han otorgado subvenciones de al menos dos millones de euros a la Fundación Zakut, también creada por Hatchwell. Mientras tanto, Hatchwell financia proyectos como el musical Malinche de Nacho Cano, amigo de Ayuso.

La ACOM ha sido una de las principales herramientas de la batalla cultural del sionismo en el Estado español. Su cofundador Ángel Mas ha escrito varios artículos en Libertad Digital o Voz Pópuli en contra de Palestina, comparándola con el reino imaginario de Wakanda. Además, el eurodiputado sionista Juan Carlos Girauta estuvo al menos dos años recibiendo un sueldo de 3.000 euros al mes de parte de FHJ y ACOM por su trabajo como asesor y abogado mientras escribía columnas a favor de Israel en el ABC y El Debate (el conflicto de intereses de Girauta nunca se mencionó en ninguno de estos medios). Sin embargo, esta asociación es más conocida por sus diversas acciones legales, entre las cuales destacan la querella contra la diputada Ione Belarra, y por las más de 80 acciones legales contra el movimiento BDS y contra ayuntamientos que se declaran “Espacios Libres de Apartheid”.

Todos estos elementos conforman una red de intereses que explica la firmeza y constancia del apoyo de Ayuso y del PP a las políticas del gobierno israelí. Sin el apoyo económico de la burguesía occidental, Israel no tendría los medios para llevar a cabo el genocidio. ¡La mejor forma de luchar por el pueblo palestino es luchando contra nuestra propia burguesía!