Madrid: ¡No al desmantelamiento de la sanidad pública! – Fuera Ayuso, la derecha y los buitres de la sanidad privada
La Corriente Marxista Internacional se solidariza con los miles de médicos, enfermeras, celadores y demás personal sanitario que están librando una lucha ejemplar contra la mafia criminal de la derecha madrileña. Una lucha que acompañamos junto a cientos de miles de personas de los barrios y ciudades obreras, cuya calidad sanitaria y su vida misma, están puestas en peligro por la arrogancia, insensibilidad y codicia de Ayuso y sus amos ricachones.
Este domingo 13 de noviembre, decenas de miles de personas, fundamentalmente de los barrios y ciudades obreras de la Comunidad de Madrid, saldremos a las calles de la ciudad para denunciar la política sanitaria criminal de la derecha y la ultraderecha madrileña.
Esto se produce semanas más tarde de que 50.000 personas se manifestaran en las calles de Madrid por las mismas reclamaciones, y tras desatarse la huelga del personal sanitario de las urgencias ambulatorias contra el plan de urgencias ambulatorias de Ayuso, a la que seguirán una huelga el 21 de noviembre de los médicos de atención primaria en toda la Comunidad de Madrid. Las fisuras por arriba son evidentes ante la acumulación de malestar en los barrios y poblaciones obreras, con la dimisión por ejemplo de la dirección de los centros de salud del Sureste de la Comunidad.
Estos insensibles y corruptos, que representan el Madrid de los ricachones y parásitos, maltratan y desprecian al Madrid obrero, al Madrid que levanta la Comunidad día a día con su trabajo y esfuerzo, con sus brazos e intelecto.
Bajan el IRPF a los ricos y les eliminan el impuesto al patrimonio, mientras otorgan becas con dinero público a los niños pijos de los súper ricos que ganan hasta 100.000 euros al año. A nosotros nos quitan el pan de la boca, la plaza de FP a nuestros hijos, y el médico de familia que nos atienda dignamente cuando enfermamos, tras echar duras jornadas en el puesto de trabajo y en el hogar.
Despidieron a 6.000 sanitarios en marzo y ahora, tras 2 años sin urgencias médicas en nuestros barrios, hacinándonos en hospitales colapsados, reabren las ya insuficientes 78 guardias ambulatorias con un 48% menos de personal médico. El mismo personal que atendía 41 centros atenderá ahora 78, muchos de ellos viajando decenas de kilómetros de sus hogares o trasladándose a centros alejados de sus ambulatorios abandonando a pacientes y equipos de trabajo establecidos desde hace años. Para colmo, tratan de solventar este caos esto con consultas telemáticas, a través de una pantalla, que impiden al médico evaluar correctamente y con todas las garantías a sus pacientes, muchos de ellos aquejados de enfermedades muy graves.
Mientras Ayuso y sus compinches presumen del “Madrid libre”, su Madrid es el que menos médicos tiene por cada 1.000 habitantes de todo el Estado (0,7), salvo Baleares; y es el único que ha recortado plazas de médicos de familia, un 2% desde 2018.
Decenas de médicos están dimitiendo de sus plazas asignadas y abandonando la sanidad pública madrileña, yéndose al extranjero o a otras comunidades autónomas donde reciben mejores condiciones laborales y de trato.
La derecha desmantela la sanidad pública, construida por generaciones de trabajadores, para desviar recursos y pacientes a la sanidad privada, esos buitres que se lucran del dinero público y del bolsillo de decenas de miles de familias obreras que no tienen otra opción.
Ahora bien, la sanidad pública del resto del Estado tampoco está nada boyante. La falta de financiación es general, los médicos no tienen tiempo de revisar bien a sus pacientes. La sanidad privada se lucra en todas partes. No se escatiman recursos para la guerra de Ucrania ni para subir ¡un 26%! el presupuesto militar, como ha hecho el gobierno de Sánchez (con el aplauso de la derecha), ni tampoco para pagar una deuda pública que se lleva cada año 31.000 millones para alimentar el negocio de bancos y fondos buitre.
Hoy luchamos en Madrid por una sanidad pública digna y de calidad, y porque se vayan Ayuso y la derecha del gobierno de la Comunidad de Madrid. Pero hay un problema más de fondo: la sociedad capitalista está montada para que grandes empresarios y banqueros se lucren con el trabajo de la clase obrera y les paguemos hasta por respirar.
De lo que se trata es de nacionalizar de manera integral todo el sistema de salud, desde la atención primaria hasta las urgencias, pasando por el sistema hospitalario, e incluyendo los laboratorios y la producción de productos sanitarios, y bajo el control de los propios trabajadores sanitarios y la propia población a través de sus asociaciones de vecinos. Y para financiar esto deberían expropiarse las grandes empresas vinculadas al negocio de la salud y los bancos, sin indemnización salvo a pequeños accionistas sin recursos.
Puedes enviarnos tus comentarios y opiniones sobre este u otro artículo a: [email protected]
Para conocer más de la OCR, entra en este enlace
Si puedes hacer una donación para ayudarnos a mantener nuestra actividad pulsa aquí