Recortes en las Universidades Públicas de Andalucía: Sevilla comienza la lucha

La derecha andaluza ataca a la universidad pública – La derecha vuelve a atacar al sector público de la educación, esta vez mediante el Gobierno del trifachito andaluz. PP y Cs, apoyados por Vox, han decidido realizar uno de los recortes más dañinos jamás vistos hasta ahora a la educación pública universitaria de Andalucía. El pasado mes de octubre, se aprobó el reparto del Presupuesto de 2019 en la Comisión Académica Universitaria (CAU), órgano de la Junta encargado de la gestión y asesoría del sector universitario.

Según este reparto, se han recortado 40 millones de euros a las Universidades públicas de Andalucía. Esto ha obligado a las instituciones universitarias a pagar el salario del PDI (Personal Docente e Investigador) y del PAS (Personal de Administración y Servicios) a través de los fondos remanentes de las universidades públicas. Hay que aclarar que estos fondos no proceden de una sobrefinanciación de la universidad pública, sino al contrario, son fruto del retraso en proyectos de investigación que se debieron realizar años atrás. Este gasto adicional ha llevado a todas las instituciones públicas andaluzas a acabar este año en situación de déficit.

El propio rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, lo sintetiza de manera clara en una entrevista del pasado octubre:

“El remanente no afectado es el dinero que siempre prometieron y que nunca llegó. ¿Y qué ocurre ahora? Pues que la Junta aprueba un presupuesto insuficiente de nuevo y con este dinero no tenemos ni para pagar las nóminas. ¿Y cómo lo han solucionado? Autorizándonos a utilizar los remanentes no afectados e incurrir en un déficit. Pero con este dinero no puedo transformar la Politécnica o conservar el patrimonio de la Universidad, sólo puedo pagar a los profesionales que están aquí. Por tanto, preocupación absoluta”.

En suma, 11,3 millones de los fondos remanentes irán destinados a la US para lidiar con los gastos mencionados anteriormente. Esto mismo ocurre en otras universidades, como en la UPO con 4,5 millones, la UGR con 9,8 millones o la UMA con 6,3 millones. Estos son sólo unos ejemplos de esta situación a la que nos ha llevado la derecha andaluza. En total, las universidades andaluzas se han visto obligadas a utilizar 40 millones de los fondos remanentes para poder cubrir el pago de salarios del personal universitario tras la aprobación del presupuesto por parte de la CAU.

Mientras tanto, la Junta no tiene ninguna intención de esconder su desvío de fondos públicos hacia la universidad privada. El declive de la pública es paralelo al crecimiento sostenido de la privada, que puede constatarse tanto a nivel andaluz como español: la aprobación de tres nuevos campus en Madrid el pasado febrero elevó a 37 el número de universidades de iniciativa privada, frente a las 50 públicas. Según eldiario.es, la última universidad de fondos públicos data de principios de los años 90 y desde entonces se han aprobado casi 20 centros privados.

De hecho, el pasado mes de noviembre se inauguró en Dos Hermanas el nuevo campus de la Universidad Loyola tras una inversión de 40 millones de euros en unos terrenos cedidos gratis por el Ayuntamiento de Dos Hermanas (PSOE). A este evento acudieron varios miembros del organismo jesuíta y dirigentes de la Junta, como el mismo Juanma Moreno. El presidente autonómico afirmó su intención de alianza con las instituciones privadas dentro del ámbito universitario.

Los intereses de la derecha en favorecer la universidad privada no son abstractos. Estas instituciones atesoran un jugoso beneficio para enriquecer a unos pocos. El objetivo es claro: destruir el derecho a la educación para que ésta pase a ser un servicio sólo al alcance de aquellos que puedan permitirse una universidad privada.

¿Cómo nos van a golpear estos recortes?

La consecuencia lógica de estos ajustes se concretará en que las universidades públicas tendrán que empezar a tomar medidas que afecten al alumnado, al profesorado y al personal de administración y servicios, como la reducción de plazas y el recorte de salarios. En función del volumen de sus remanentes, algunas universidades como la US pueden mantener la situación actual unos 5 años, pero otras como la UPO o la UCO sólo tendrían 2 años de margen antes de tener que recortar servicios de manera drástica. Esto, o comenzar o demandar financiación privada, abriendo las puertas a su futura privatización total.

La situación es grave y el plan de la Junta está claro: privatizar progresivamente la universidad pública andaluza. De consumarse los recortes en esta línea, pueden desaparecer grados a corto plazo y universidades enteras pueden ser privatizadas a largo, dificultando el acceso a la universidad a los estudiantes con menos recursos. Esta situación viene a agravar las seculares carencias que ya tenía la Universidad pública, sometida a continuos recortes desde el inicio de la crisis.

La amenaza es real y concreta para los miles de estudiantes de las universidades más amenazadas, como la UPO y la UHU. De la misma forma, las plazas en las universidades públicas también se encuentran bajo riesgo. El recorte de plazas en los grados se concreta en menos grupos con más estudiantes, lo que dificulta el trabajo de los docentes y la atención personalizada al alumnado. Una situación en la que el profesorado se vea más precarizado o con recortes en los sueldos y las pagas extras (como se ha visto en otras comunidades) afecta directamente a la estabilidad y la calidad de la docencia. En otro orden de cosas, menos personal de administración haría empeorar los ya de por sí exiguos servicios universitarios.

La necesidad de dar una respuesta

El problema al que nos estamos enfrentando es muy serio. Es un ataque frontal a la Universidad pública, que representa la única forma de acceder a una educación superior que tienen los hijos e hijas de las familias trabajadoras. Los años de mala gestión del PSOE pasaron sin pena ni gloria, a pesar del declive continuado de este derecho básico. Pero ahora la nueva Junta del trifachito se ha propuesto la liquidación final de la Universidad pública andaluza, para disfrute de la Universidad privada, depositaria de una parte de sus dividendos.

La Junta se ha convertido, dado el fracaso de la derecha en el resto del Estado, en un bastión para expoliar Andalucía de la forma más rápida posible. Los recortes en la universidad pública son la expresión más flagrante de esto, pero no la única. La educación secundaria no se encuentra mejor, con una gran cantidad de centros públicos en condiciones tercermundistas. Por otra parte, la situación de la sanidad pública ha pasado de alarmante a insoportable. Estas fiestas, por ejemplo, la Junta ha decidido cerrar 30 centros de atención primaria por las tardes.

La lucha contra este programa de contrarreformas en la universidad será ardua y se prolongará en el tiempo. Ahora mismo apenas nos encontramos en la etapa inicial, por cuanto la mayoría del alumnado de la US y la UPO apenas conocen los recortes que se han efectuado. Esto es en buena parte por la forma silenciosa mediante la que han sido realizados. Pero también debemos señalar que la mayoría de las delegaciones de las facultades no han convocado asambleas en las cuales se haya podido explicar esto al alumnado. Sólo conocemos el caso de las Facultades de Biología, Educación y Psicología de la US, en estas dos últimas con una escasa explicación sobre los recortes.

Nuestro objetivo debe ser la reversión de los recortes y la defensa de la Universidad pública. Para lograrlos será necesario movilizar a los 80.000 estudiantes que sólo en Sevilla suman ambas universidades. Además, la coordinación con el resto de universidades públicas de Andalucía será clave para hacer presión en múltiples frentes, dado que todas ellas están afectadas por los mismos recortes y algunas en una situación muy crítica.

Unidad, pero esta vez en serio

La CES (Coordinadora Estudiantil Sevillana) ha asumido en la práctica la dirección del movimiento estudiantil en la capital andaluza, en cuanto plataforma que agrupa a los Consejos de Estudiantes de la US y la UPO, así como Juventud en Marcha, MAE y AETP. A pesar de que, como hemos señalado, la información sobre los recortes era muy reducida y la difusión fue pobre, la CES convocó dos manifestaciones: una el 13 de noviembre[1]  y otra el 3 de diciembre. En ambas la asistencia no superó las 300 personas.

La CES señalaba en su comunicado a la manifestación del pasado 3 de diciembre: “La única forma posible de frenar el camino de privatización que la Junta ha decidido emprender es unirnos y demostrarles que no estamos dispuestas a seguir soportando sus vejaciones ni sus mentiras” (el subrayado es nuestro). Estamos plenamente de acuerdo con esta posición de la CES. Ahora bien, no es unión lo que precisamente hemos visto hasta ahora en la organización del movimiento, sino más bien la absoluta dispersión de los colectivos y una falta de consenso común en torno a cómo debemos afrontar esta lucha, favorecida por la opacidad en la toma de decisiones por parte de la CES. Los resultados están a la vista de todos: dos manifestaciones combativas que reflejan la voluntad de lucha del estudiantado, pero con escasa asistencia.

Además de las organizaciones que componen la CES, la izquierda organizada en Sevilla con presencia en la universidad se compone de varias organizaciones como el Sindicato de Estudiantes, Frente Obrero, Jaleo!!, el Frente de Estudiantes, o nosotros mismos, el CMU. La ideología y táctica de estas organizaciones, a pesar de ser todas ellas de izquierda, difiere en varios puntos que se han concretado en encontronazos más o menos regulares. Lamentablemente esto hace que en muchas ocasiones tengan actitudes hostiles entre sí.

Reconocer este hecho es el primer paso. La diversidad de organizaciones no es algo que tenga por qué ser negativo en sí mismo, si existe un respeto mutuo entre ellas y una voluntad de alcanzar acuerdos. Ahora bien, cuando emergen las divisiones y el sectarismo empiezan los problemas. Y cuando el nivel de división es tal que las organizaciones no son capaces de trabajar codo con codo por una causa común, entonces tenemos un gran problema.

Esta división es patente y ya la hemos visto antes. Concretamente tras las nefastas elecciones de aquel 2 de diciembre hace un año, en las que el PSOE andaluz cayó derrotado por primera vez en 40 años. Al día siguiente, miles de nosotros salimos a las calles para protestar en una magnífica movilización que bloqueó las grandes avenidas de Sevilla durante varias horas (http://luchadeclases.org/multimedia/2922-manifestacion-antifascista-en-sevilla-3-12-2018.html). En los meses posteriores hubo un intento de conformar una Asamblea Antifascista que llevaría el nombre de 3D, en referencia al día de la movilización que la había generado. La perspectiva, entendíamos algunos, era poder reunir a todos los colectivos en un espacio común para luchar contra el Gobierno de derechas y las contrarreformas que todos sabíamos se iban a aplicar. Sin embargo, esto fracasó estrepitosamente por el sectarismo y la división entre las organizaciones, destacando el papel nefasto que jugó Frente Obrero.

La Asamblea antifascista 3D no unificó a todos los colectivos contra el Gobierno de la Junta, pero éste no dejó de fortalecerse y preparar su ofensiva. Ahora hemos pasado de lo general a lo concreto, de lo abstracto a lo material: las amenazas ambiguas o vagas de antes se han transformado en recortes concretos y efectivos aquí y ahora, que dinamitan el derecho a la educación superior de las familias trabajadoras andaluzas. Debemos aprender de las lecciones y dar un paso al frente. No podemos dejar pasar más oportunidades.

Por un Frente único contra los recortes

La magnitud de las tareas a las que nos enfrentamos demanda un compromiso serio por parte de todos. Tenemos que asumir que la victoria contra los recortes dependerá no de una sola organización, sino de que todas las que existen dejen de lado sus diferencias y se unan para luchar por una causa común y superior a ellas, combatir los recortes.

Por ello, desde el CMU y Lucha de Clases llamamos a la creación de un Frente Único[2]  de todas las colectivos dispuestos a luchar contra los recortes en la universidad pública andaluza. Entendemos que la CES debe ser una plataforma abierta a la entrada de todas las organizaciones estudiantiles dispuestas a luchar contra los recortes en la universidad, en la que se puedan hallar consensos comunes en base a la participación democrática de todas ellas.

Sobre esta base, a principios de noviembre solicitamos adherirnos a la CES para poder participar como un colectivo más y defender nuestras ideas. Pese a que no obtuvimos respuesta alguna por su parte, difundimos las movilizaciones que convocó con todos los medios que teníamos a nuestro alcance. De hecho, cancelamos un CMU para poder asistir a la manifestación del 3 de diciembre, donde defendimos públicamente nuestra posición sobre la unidad: https://twitter.com/CMUSevilla/status/1208479402314682371.

La respuesta ha llegado a finales de diciembre, dos meses y dos manifestaciones después. La CES finalmente se ha negado a admitirnos, alegando “diferencias en las formas de trabajo”, en una acuerdo tomado a puerta cerrada y sin darnos la posibilidad de replicar en ningún momento. Entendemos que esto es un gran error que refleja el sectarismo, la opacidad y el miedo de la CES, que de esta forma sienta las bases para renunciar a su papel cohesionador como plataforma, constituyéndose en un elemento divisorio más. Si persisten en esta política, la batalla ya estará perdida antes de comenzarla. También pudimos contactar con Frente Obrero, Jaleo!! y el Sindicato de Estudiantes. Los dos primeros rechazaron explícitamente nuestra propuesta, del tercero seguimos esperando una contestación.

A pesar de todo, seguimos abiertos a cualquier rectificación o propuesta alternativa, tanto de la CES en su papel central, como del resto de colectivos. Nosotros estamos convencidos de que el Frente único es la mejor táctica para luchar contra los recortes, por eso estamos abiertos a discutir con claridad y de manera pública. Esperamos lo mismo del resto de colectivos con sus respectivas ideas y propuestas, algo que hasta ahora lamentablemente tampoco estamos viendo. De hecho, ni siquiera sabemos cuál es la estrategia ni la táctica que van a seguir el resto de organizaciones, comoquiera que ninguna de ellas se ha pronunciado en este punto. ¿Así pretendemos combatir al Gobierno andaluz?

La Junta no va a paralizar sus recortes para que podamos ponernos de acuerdo alegremente. Al contrario, ya están preparando la represión contra las futuras movilizaciones, como correctamente señalaba el MAE[3]: Vox está tratando de impulsar en la Junta un acuerdo para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado puedan actuar libremente dentro los campus universitarios. Esto es una provocación mayúscula y una amenaza grave para la autonomía de las universidades, supuestamente protegida por la Constitución. La entrada de la policía en la universidad no se ha producido desde el franquismo, cuando millones de estudiantes se movilizaron en todo el Estado para tumbar a la dictadura. La ultraderecha de Vox, hijos y nietos de los franquistas bajo cuyo mandato se asesinaron estudiantes, recuerda con terror esos acontecimientos y cree ingenuamente que puede evitarlos mejorando el aparato represivo en la calma antes de la tormenta. Vamos a demostrarles que están equivocados.

Urge una contestación organizada y masiva que les deje claro que no vamos a dejar que destruyan nuestra educación pública. Desde el CMU seguiremos trabajando para difundir y explicar esta situación con todos nuestros medios, ante el silencio cómplice de la inmensa mayoría de las Delegaciones de la Universidad, sobre todo de la US. Tampoco podemos perder de vista que estos recortes afectan a todas las universidades públicas de Andalucía. En esta línea, contactaremos con nuestros compañeros en Málaga y Granada para que comiencen este trabajo en sus respectivas universidades.

Invitamos a aquellos que estén de acuerdo con nuestra propuesta a que contacten con nosotros y se unan a los CMU. Necesitamos más voces y manos para apuntalar nuestras ideas y defenderlas a todos los niveles, ejerciendo la mayor presión que podamos. Nuestra consigna es clara: ¡Contra los ataques de la derecha, unidad de la izquierda!

 

[1] https://www.diariodesevilla.es/sevilla/Estudiantes-UPO-US-recortes-Junta_0_1409559284.html

[2] Para profundizar en la táctica del Frente único, recomendamos las Tesis de la IIIª Internacional sobre el tema, cuyos extractos publicamos con motivo de su 100º aniversario: http://www.comunistasrevolucionarios.org/historia/3122-1919-2019-centenario-de-la-internacional-comunista-vi-las-tesis-sobre-el-frente-unico-obrero.html

[3] https://twitter.com/TwitdelMAE/status/1209178367280459776/photo/1

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