Anticapitalistas y Adelante Andalucía ante las elecciones del 10N

Teresa Rodríguez ha explicado en las últimas horas ante los medios de comunicación su renuncia a presentar candidatura bajo las siglas de Adelante Andalucía ante la negativa de la dirección estatal de Podemos y de IU de secundar dicho paso. Apoyará la campaña de Unidos Podemos. La confluencia propuesta por la dirección andaluza de Podemos intentaba englobar a los partidarios de Más País, la candidatura de Íñigo Errejón, en la región andaluza.

La dirección andaluza de Podemos pretendía, además, seleccionar los candidatos en las ocho circunscripciones sureñas, así como conformar grupo propio, separado del de Unidos Podemos, en el congreso estatal. La compañera ya explicó ante la prensa que el paso que pretendía dar estaba justificado porque Adelante Andalucía había sido una herramienta “muy útil” para “aglutinar las fuerzas de la izquierda y del andalucismo”. Ha comentado también que ya es hora de que Andalucía tenga “voz propia” en el Congreso. Dirigentes andaluces de Podemos han llegado a comparar esa aspiración con los años setenta del pasado siglo, cuando existía el antiguo Partido Andalucista, de Rojas Marcos.

En primer lugar, la afirmación de la compañera sobre la utilidad de Adelante Andalucía sólo la hemos podido constatar en un ciclo electoral, el de las últimas elecciones andaluzas. Pero, a diferencia de ella, los que fuimos apoderados e interventores ese día podemos aseverar que fue norma en todos los colegios electorales el que se nos acercaran votantes de Unidos Podemos consternados porque no encontraban la papeleta que ellos buscaban. Así, en lo que respecta al debate de la marca, lo que fue evidente es que añadió confusión, dispersión y pérdida de votos.

Hasta cierto punto, estos hechos podían haberse quedado en anecdóticos si hubiéramos llegado a más votantes. Pero lo cierto es que el papel de Adelante Andalucía de aglutinante de más fuerzas “para la izquierda y el andalucismo” fue inexistente. Por primera vez la derecha ganó en Andalucía y, escandalosamente, ante la sangría de votos de la impopular gobernante Susana Díaz, el porcentaje de pérdida de votos de Adelante Andalucía fue superior al del PSOE, lo que obviamente no dice nada bueno ya, ni de la marca, ni de la estrategia de campaña, ni del programa de la misma.

Realmente, la crítica que había, y hay que hacer, a Adelante Andalucía es mayor aún. Unas elecciones no se ganan en los últimos 15 días de campaña gracias a la novedosa marca, sino que lo decisivo son los 3 años y 350 días anteriores al inicio de la misma para que los electores consideren darte tu apoyo, o no. El día a día. Si se nos ve en los barrios, polígonos y pueblos, o no. Si somos útiles a los trabajadores, o no. Así, la crítica fundamental que hay que hacer a la dirección andaluza de Podemos Andalucía, dominada por los compañeros de Anticapitalistas, es que 690.000 andaluces que votaron antes a la izquierda, a pesar de la amenaza de la llegada del trifachito al poder, prefirieron no dar su apoyo a Adelante Andalucía. No se puede comparar este resultado con el del 28 de abril. Entonces, hubo una reacción en el Estado ante los resultados andaluces y los votantes de izquierda prefirieron centrarse en el PSOE como forma de cerrar el paso a la derecha.

El pedigrí andaluz

La comparación con Rojas Marcos ya es algo delirante… A ver, entonces el compañero Julio Anguita, por poner un solo ejemplo, que fue coordinador federal de IU, andaluz de pura cepa ¿no defendía desde una óptica de izquierdas los intereses de la mayoría de los andaluces, al menos tal como él lo entendía, mejor que el PA? ¿O no? ¿El PA de Rojas Marcos? ¿El que fue 8 años teniente de alcalde con el PP y concejal de urbanismo en Sevilla? Bajo su mandato basílicas romanas y otros restos arqueológicos quedaron enterrados bajo el cemento en pleno centro de Sevilla. Alguien dijo que ese puesto financió al PA en toda Andalucía, pero eso no está demostrado… aún.

Sí, la compañera Teresa Rodríguez integró a dos pequeñísimos grupos andalucistas en diciembre en Adelante Andalucía –Izquierda Andalucista y Primavera Andaluza-, partidos que no conoce nadie… en Andalucía. Uno de ellos está dirigido por la heredera política de Rojas Marcos ¿Aportaron algo? ¿Pedigrí andaluz? Parece que no fue muy considerado por los votantes y, en cualquier caso, la transfusión de sangre andaluza poco hizo por evitar la clamorosa derrota en diciembre pasado.

Por cierto, estatutariamente, lo que defiende Teresa Rodríguez, la federalización dentro de Podemos, ya lo tiene IU. Bajo esa forma de organización, IU-Andalucía pudo formar gobierno con el PSOE en marzo de 2012 y seguir en el mismo, a pesar de que la Asamblea federal (estatal) de IU hizo un llamamiento a finales de 2012 para que saliera. IU-Andalucía, cuyos dirigentes decían defender los intereses de Andalucía y decían que “Madrid no les iba a imponer lo que tenían que hacer” siguieron cogobernando con el PSOE, hasta que Susana Díaz los echó del gobierno. Lo mismo pasó con los dirigentes extremeños de IU que, en la práctica, favorecieron al PP de Monago en su estabilización en el poder. La “federalización” en dichas regiones sirvió, en un momento dado, como hoja de parra para ocultar los intereses del aparato regional y las vergüenzas de fondo de la política real de esos dirigentes de IU que tuvieron que comprometerse con las políticas de ajuste del PSOE y del PP. Esa política de fondo desastrosa de una organización supuestamente transformadora cuyos dirigentes máximos, a la hora de la verdad, se revelaron como parte del sistema, fue la que originó y reivindicó el surgimiento de Podemos.

Desgraciadamente, esa política de fondo inicial con ciertas resonancias antisistema, se encontró desde Vistalegre I con unos dirigentes que echaron el freno. Anticapitalistas tuvo la oportunidad entonces de abanderar un giro programático a la izquierda, y hubo voces dentro de la entonces Izquierda Anticapitalista (antecesora de Anticapitalistas) que lo exigieron. Pero sus máximos dirigentes renunciaron entonces a dar una batalla total por un programa auténticamente anticapitalista y se centraron, como ahora, en hacer énfasis en cuestiones organizativas y estatutarias en su labor de oposición. Llamemos a las cosas por su nombre, por sus hechos: jamás Anticapitalistas en los últimos años ha defendido un programa a la izquierda de lo que fue la IU de Julio Anguita. Y, sí, Anticapitalistas ha sido la izquierda de Podemos, pero el giro a la derecha de Errejón-Iglesias les arrastró a ellos, también a la derecha, programática, estratégica y orgánicamente.

¿Qué diferencias de fondo hay realmente?

Por todos estos motivos, en Andalucía, donde Anticapitalistas ha podido demostrar diferencias en su funcionamiento con Podemos estatal, la química política de controlar el aparato de poder regional, más la defensa de un programa meramente reformista ha dado igual a un precipitado final ya conocido. Salvo excepciones contadas ¿hay algún contraste fundamental en el erial en que se han convertido los círculos de Podemos entre Madrid, Sevilla o Málaga? Que nos lo expliquen, con datos, cifras y argumentos, porque no lo vemos. Y lo que vale para la vida interna, vale para la vida externa: ¿qué campaña regional de movilización en el conjunto de Andalucía ha defendido y practicado alguna vez la dirección de Teresa Rodríguez en los últimos cinco años para sacar afuera a la organización, para hacer trabajo en la calle? La política institucional lo ha sido casi todo, con algunas excepciones en Cádiz y poco más.

Desgraciadamente, este énfasis un tanto impostado en “lo andaluz”, favoreciendo un sesgo nacional diferente en Andalucía prácticamente inexistente en el día a día entre la clase trabajadora andaluza, salvo en una minoría de activistas, nos recuerda bastante a un pasado no tan lejano donde los aparatos regionales de IU u otras organizaciones políticas o sindicales se encubrían en el manto regional y en la federalización para, simplemente, justificar sus ansias de independencia respecto al aparato central. Esto es una mera aspiración burocrática ¿La clase trabajadora y sectores más humildes de la sociedad andaluza solucionarán por sí mismos su atraso secular en este mundo interrelacionado, o lo harán mucho más factiblemente unidos a sus hermanos de clase más allá de Despeñaperros, empezando lógicamente por aquéllos con los cuales conforma desde hace siglos una unidad política? La pregunta ya está respondida simplemente con plantearla.

El coqueteo con Íñigo Errejón

En los últimos días, desde que Errejón lanzó su movimiento político, el tam tam político anunciando contactos entre la líder andaluza de Podemos y el exlíder del ala derecha de Podemos no dejó de sonar. El viernes 27 de septiembre, Teresa Rodríguez reconoció explícitamente dichos contactos. Hasta ahora, la compañera Teresa Rodríguez había sabido integrar a errejonistas de postín en la dirección regional andaluza, mientras su discurso se adocenaba cada vez más. No era un problema, por tanto, para ella volverlo a hacer. Hay quien justificará semejantes ofrecimientos públicos como un “correcto tacticismo electoral” de cara a demostrar públicamente al potencial electorado de Más País que Adelante Andalucía les tiende la mano.

Ahora bien, ahora no se trata de que Unidos Podemos-Adelante Andalucía, como principal fuerza dirigente a la izquierda del PSOE, intente unir a todas las fuerzas de esa izquierda. No. Lo que defiende la compañera es pedir la unidad en la candidatura electoral a un partido que ha nacido, en palabras de Errejón, para “dar estabilidad” a un futuro gobierno del PSOE que, cada día que pasa, derechiza más su programa, como hizo Zapatero en el periodo 2008-11. No propone la compañera pactar un programa, táctica y estrategia a la izquierda del PSOE. No, lo que la compañera propone es estar dispuesta a cerrar los ojos a lo que Errejón y sus partidarios han dicho que van a hacer como el día sigue a la noche: ser los facilitadores necesarios durante toda la legislatura de una política cada vez más social-liberal, llueva, nieve o truene. Esto es una forma de engaño.Si Errejón hubiera aceptado la invitación de la compañera Teresa, habríamos tenido un esperpento: los errejonistas quizás sacarían diputados en Andalucía, donde en solitario lo tienen muy difícil, y al día siguiente de las elecciones romperían la alianza para decir “amen” a cualquier requerimiento de la dirección procapitalista del PSOE ¿Es que no lo han avisado con anterioridad? ¿No quedará aún más desconcertado nuestro electorado?

Y es tan claro, y peligroso, este engaño que hasta la dirección estatal de Anticapitalistas sacó a la luz un comunicado el pasado jueves 26 de septiembre criticando cualquier pacto con Errejón. Desgraciadamente, los compañeros de la dirección de Anticapitalistas callaron repetidas veces en el pasado cuando Teresa Rodríguez pactaba con los errejonistas andaluces y les hacía concesiones. Y no sólo en esos casos.

Los compañeros de Lucha de Clases defendimos durante estos meses que la táctica de la dirección de Unidos Podemos fue desastrosa. Los diputados de UP deberían haber votado a favor de la investidura de Sánchez para demostrar a los votantes socialistas (que queremos ganar para nuestras filas) que les damos la oportunidad de gobernar y que cerramos el paso al trifachito. Pero, al mismo tiempo, los diputados de UP deberían pasar a la oposición. Y no a una oposición complaciente, sino a una oposición que denunciase la vacuidad y engaño que supone la socialdemocracia, alertando a la clase trabajadora de las contrarreformas futuras que defenderá el gobierno de Pedro Sánchez, llamando a la movilización más general posible contra cada recorte de ese gobierno.

Muy bien, seguimos defendiendo lo mismo. Ahora bien, estamos en elecciones y el deber de los dirigentes de UP-Adelante Andalucía es hacer ver a nuestros electores y simpatizantes en la próxima campaña electoral un horizonte que vaya mucho más allá de la sesión de investidura. Y UP, o Adelante Andalucía-UP deben alertar de la política procapitalista de la dirección del PSOE, pero igualmente de la de sus explícitos facilitadores necesarios que darán apoyo estable a los dirigentes del PSOE hagan lo que hagan. Por eso, lo que algunos consideran una maniobra astuta de la compañera Teresa Rodríguez es una forma de dificultar este fácil entendimiento para nuestro público potencial. No, unidad a cualquier precio, no ¿Va a cambiar Errejón su programa, táctica y estrategia para llegar a un acuerdo con Teresa Rodríguez? Nuevamente, la pregunta ya está respondida simplemente con plantearla.¿A qué viene entonces generar más confusión? ¿A qué viene este engaño?

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