CIS: percepción de igualdad entre hombres y mujeres – El sistema nos quiere divididos

Recientemente, ha sido publicada una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre la percepción de la igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad española. El titular que más ha trascendido en los medios de comunicación es que el 44,1% de hombres respondieron estar bastante o muy de acuerdo con la afirmación de que “se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad de las mujeres que ahora se está discriminando a los hombres”.^[1]

Sin embargo, lo más importante es lo que está quedando silenciado. Cuando profundizamos en el resto de preguntas, queda bastante evidente que una gran mayoría de hombres está a favor de la igualdad entre hombres y mujeres; y que el asunto está totalmente dividido en una línea de clase, más que de sexo.^[2] Por ejemplo, hay un 32,4% de mujeres que también están de acuerdo con la misma afirmación. El 96% de los hombres cree que la igualdad es indispensable en una sociedad justa. Un 87,8% cree que hay que recriminar comportamientos machistas a otros hombres. Y cuando se comparan las respuestas con los partidos a los que afirman votar, se puede comprobar que es parte de la base social de Vox y PP (hombres y mujeres) quienes tienen opiniones reaccionarias: de los hombres que votaron a Vox, el 88,1% reportó sentir esa discriminación; el 66,1% del PP; el 22,4% del PSOE, y el 9,5% de Sumar.

Por otro lado, además de haber una gran mayoría de hombres y mujeres con posiciones progresistas, existe un enorme sentimiento de compañerismo entre ambos sexos a la hora de conquistar derechos para las mujeres. ¡Un 74,2 % de los hombres opina que ellos mismos son necesarios para alcanzar la igualdad y un 81,2% de las mujeres opina lo mismo! Y es que, como explicó Engels en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, el machismo no es un comportamiento natural, sino que apareció con el surgimiento de la sociedad de clases. Y es la clase dominante, cuyos privilegios dependen en buena medida del mantenimiento de la opresión de la mujer, quien perpetúa conscientemente el machismo y la lucha entre hombres y mujeres, mediante sus aparatos de alienación. Por ejemplo, en reacción al movimiento de emancipación de la mujer, ha surgido una cierta oleada de demagogos misóginos, fundamentalmente en redes sociales, aunque también en el ámbito del academicismo: antifeministas y defensores de la ideología de la “manosfera” (del inglés “mansphere”, movimiento por los derechos de los hombres, incel, etc.), promovida por teóricos como Warren Farrell o Jordan Peterson. Éstos encuentran sus lacayos en redes sociales, como Andrew Tate, sobre quien ya publicamos un artículo^[3]; o Roma Gallardo, “Un tío blanco hetero” y otros en Estado español. El método que suelen emplear estos tipos en la mayoría de sus ataques al movimiento de la mujer consiste en exponer a una joven con poco nivel teórico y ridiculizarla.

Los seguidores de este movimiento son hombres que consideran que sus derechos han sido vulnerados en cuestiones como la custodia de los hijos, el bloqueo por cuotas de paridad, etc. Pero, incluso si esto fuera cierto, esto no sería nada en comparación con la doble explotación que sufre la mujer trabajadora, la violencia machista, la brecha salarial, etc.

Muchos de los debates entre la “manosfera” y el feminismo son falsos dilemas encapsulados en el marco del reformismo que interesan al capitalismo, ya que confunden y dividen al movimiento. Por ejemplo, el asunto de las cuotas de paridad sólo surge en un sistema que no garantiza el acceso de todas las personas al trabajo, la vivienda, los servicios públicos, etc. Es ahí donde las políticas de identidad fallan, al no poder plantear una alternativa que aúne a toda la sociedad en armonía, sin priorizar a unos sobre otros en la consecución de derechos y libertades. Pero eso podría resolverse por la vía revolucionaria, tanto para hombres como para mujeres, en el instante mismo en que un Gobierno obrero estuviese en el poder. Hoy en día, ni siquiera haría falta tener que desarrollar mucho más los medios de producción para garantizar el acceso al trabajo a todas las personas. Cuánto más podríamos conseguir con una economía planificada.

^[1] https://elpais.com/sociedad/2024-01-15/un-441-de-los-hombres-cree-que-se-ha-llegado-tan-lejos-en-la-promocion-de-la-igualdad-de-las-mujeres-que-ahora-se-les-discrimina-a-ellos.html

^[2] https://www.publico.es/mujer/optica-feminista-frente-alarmismo-96-hombres-cree-igualdad-sociedad-justa.html

^[3] https://www.comunistasrevolucionarios.org/violencia-contra-las-mujeres-sintoma-de-un-sistema-enfermo/