Un programa comunista para la liberación de la mujer

La desigualdad de género es un hecho incuestionable en todo el mundo. Dentro del sistema capitalista, el hecho de ser mujer en sí mismo es un factor de riesgo de pobreza y son innumerables los condicionantes que impiden que las mujeres de la clase obrera podamos desarrollar nuestros proyectos de vida en plena igualdad con nuestros compañeros. Una situación estructural que debe ser combatida no sólo por las mujeres, sino por la clase obrera en su conjunto.

Hoy día continúan existiendo condiciones laborales desiguales para las mujeres y los hombres de la clase trabajadora por una cuestión de género. Según el INE, en su última encuesta oficial sobre el salario medio en el Estado Español, la brecha retributiva es de un 18,36%. No obstante, según un estudio de CCOO, basado en el salario base, esta brecha es más alta, situándose en el 22.5%.[1]

Por mucho que se establezca por ley la igualdad retributiva entre trabajadores y trabajadoras, hay una serie de factores que contribuyen a que esa igualdad laboral no se termine de hacer efectiva.

El hecho de que sobre la mujer recaiga mayoritariamente las tareas domésticas y el cuidado de mayores dependientes y/o hijos, hace que nosotras seamos quienes mayoritariamente pidamos las excedencias por cuidados, reducciones de jornada, días de licencias para acompañar al médico, etc., que hacen que al final de mes la nómina de las mujeres trabajadoras sea inferior a la de nuestros compañeros, que generalmente suelen estar libres de esas responsabilidades.

Además, no podemos olvidar que el hecho de que las mujeres asuman mayoritariamente estas tareas también genera el prejuicio por parte de los empresarios que siempre van a tener mayor reticencias en la contratación de una mujer por, según su punto de vista, evitar “inconvenientes”. Así, los datos del último trimestre de 2023 muestran que la tasa de paro entre las mujeres es del 13,36% frente a un 10,30% de los hombres, una desigualdad que podemos  ver tanto en capas sin estudios como por ejemplo en los titulados universitarios, donde las mujeres tienen una tasa de desempleo del 8,8% frente a un 7% de los hombres.[2]

Como comunistas debemos participar en la lucha por la igualdad de género, por la liberación completa de la mujer y una sociedad socialista que barra todo tipo de desigualdad y acabe de raíz con la división en clases sociales. Para ello debemos de dotarnos de un programa comunista de transición que abarque el ámbito laboral, la esclavitud que supone el trabajo doméstico y contra la violencia machista.

Programa para el ámbito laboral

Exigimos una semana laboral máxima de 30 horas, sin reducción salarial, para todos los trabajadores, con 30 días de libre disposición para cada trabajador, fuera del período vacacional, para atender asuntos familiares o trámites administrativos. De esta forma se favorecería la conciliación familiar en condiciones igualitarias para hombres y mujeres y no se vería perjudicado el salario en caso de ausencias en el trabajo por cuestiones familiares.

En caso de que familias monoparentales en la que el progenitor, mujer u hombre, tenga una jornada reducida, menor a 30 horas semanales, para poder hacer frente al cuidado de hijos menores de 13 años o familiares dependientes, las empresas deberán complementar su salario hasta equipararse a la jornada completa. La cotización deberá ser también a jornada completa, tanto para la jubilación como para el desempleo.

Prestación por desempleo para trabajadores y trabajadoras que hayan pedido excedencia para el cuidado de hijos menores de 13 años o familiares dependientes.

En caso de un nuevo nacimiento, 18 meses de baja por maternidad para mujeres y hombres, de los cuales serán obligatorios e intransferibles los 12 primeros meses y a libre disposición por parte de las familias los 6 meses restantes hasta que el hijo cumpla 2 años.

Programa para acabar con la esclavitud doméstica

Como marxistas defendemos la socialización de las tareas domésticas. No se trata de traspasar la carga del trabajo domésticos a nuestros compañeros, sino que sea la sociedad, a través de profesionales públicos con condiciones de trabajo dignas, la que se encargue de todas las tareas domésticas, de igual forma que la sociedad asume el trabajo de educación, sanidad, transporte, etc. a través de los servicios públicos.

Como marxistas defendemos la socialización de las tareas domésticas

Necesitamos incorporar a todas las mujeres al trabajo productivo fuera del hogar y nos oponemos al llamado salario al “ama de casa”, el cual perpetuaría la esclavitud doméstica para las mujeres. En todo caso, defendemos un subsidio por desempleo igual al SMI para las mujeres eventualmente desempleadas, sin que esté condicionado a la obligatoriedad de realización de las tareas domésticas.

Reclamamos escuelas infantiles públicas y gratuitas en cada centro de trabajo con 50 o más trabajadores y en cada barrio, para bebés y niños desde los 0 a los 3 años, y centros culturales y de ocio municipales en cada barrio para preadolescentes y adolescentes atendidos por profesionales capacitados y psicopedagogos.

Comedores en todo centro de trabajo a partir de 50 trabajadores y comedores públicos para los hijos de los trabajadores en escuelas y universidades, así como en cada barrio, con un menú equilibrado, supervisado por profesionales, a precio de coste.

Lavanderías públicas de calidad en cada calle, a precio de coste.

Empresa pública de limpieza a domicilio, con profesional asalariado capacitado, como  servicio gratuito semanal para familias monoparentales con hijos o personas dependientes a su cargo.

Por un Plan de Dependencia público y gratuito a domicilio, con profesionales  asalariados capacitados, que atienda integralmente todas las necesidades: cuidados de  ancianos, enfermos crónicos, personas con discapacidad motora o psíquica, y niños  menores de 13 años.

Programa para combatir la violencia machista

La violencia machista continúa siendo una lacra. La cifras de feminicidios no bajan y cada vez son más frecuentes noticias de agresiones sexuales en grupos y llenas de brutalidad. Es necesario combatir esta violencia salvaje que sufrimos las mujeres por el hecho de ser mujeres.

La violencia machista continúa siendo una lacra

Para ello, reclamamos el aumento significativo del gasto destinado a políticas de prevención de la violencia de género, poniendo el foco fundamental en las medidas que actúan ante la raíz material que permite que se continúe ejerciendo violencia contra las mujeres.

Alternativa habitacional inmediata con alquiler social de vivienda, de no más del 10%  del ingreso personal para toda mujer amenazada o agredida que lo solicite. En caso de ausencia de ingresos o que estén por debajo del SMI, sería sufragado por las  administraciones públicas.

Trabajo garantizado para toda mujer amenazada o agredida, o subsidio igual al SMI.

Depuración de jueces machistas, medidas cautelares inmediatas ante cualquier agresión, intimidación o amenaza. Que los tribunales acepten y apliquen el 100% de las órdenes de protección solicitadas y se mantenga la causa y juicios abiertos aunque la mujer se retracte  de la denuncia o no se presente a juicio.

Movilización social de apoyo a la víctima y de repudio al agresor, impulsada por las  organizaciones sociales y de izquierda, con cada caso de agresión machista en la zona de  que se trate.

Luchar por la liberación de la mujer, luchar contra el capitalismo

Los marxistas defendemos que la opresión que sufre la mujer, como mujer y trabajadora, no tendrá resolución definitiva bajo el marco capitalista / @cjc_media

Los marxistas defendemos que la opresión que sufre la mujer, como mujer y trabajadora, no tendrá resolución definitiva bajo el marco capitalista. No obstante, defendemos la necesidad de la lucha bajo el programa que acabamos de exponer y por reivindicaciones que supongan una mejora en las condiciones de vida de la clase obrera en general y de las mujeres trabajadoras en particular pues, además de la consecución de estos avances, la lucha es la mejor manera de preparar a la clase obrera para el derrocamiento futuro del sistema capitalista.

El avance en derechos para las mujeres es un avance para la clase obrera en su conjunto. Necesitamos una lucha unida, entre las mujeres y los hombres de la clase trabajadora, que enfrente las pretensiones de la burguesía y de los elementos más reaccionarios y machistas de la sociedad de querer dividirnos a las trabajadoras y los trabajadores.

Como comunistas, debemos implicarnos activamente en la lucha por la igualdad salarial, la reducción de jornada, medidas para la conciliación, por la socialización de las tareas domésticas y contra la violencia machista, y vincular todas estas reivindicaciones a la lucha por la transformación socialista de la sociedad y por un futuro comunista, sin ningún tipo de desigualdad ni de ningún tipo de opresión.

[1]  https://www.newtral.es/calcular-brecha-salarial/20230621/

[2] INE, Mujeres y hombre en España 2023

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