Pakistán: ¡Un marxista gana elecciones en Waziristán! Pero las fuerzas reaccionarias están organizando el fraude
La victoria en las elecciones fue una hazaña increíble en todos los sentidos. Waziristán del Sur es una zona de guerra, un área que está ocupada de facto por el ejército de Pakistán, donde las bandas errantes de partidarios armados de los talibanes están activas, y donde los drones estadounidenses están matando a la gente cada día y en cada hora del día.
Waziristán es parte de la llamada zona tribal, donde durante generaciones no llegaba la autoridad del gobierno central. En este territorio duro e implacable, es una dura lucha sobrevivir, pero llevar a cabo una campaña electoral y ganar con un programa marxista, ¡es poco menos que un milagro!
Los gángsteres corruptos que controlan el Partido del Pueblo de Pakistán (PPP) se aseguraron de que ningún miembro de la Corriente Marxista Internacional (CMI) consiguiera la autorización para presentarse como candidato suyo en ninguna parte de Pakistán. Tal era el miedo y el odio a los marxistas que preferían perder escaños en áreas como Karachi y Swat, en lugar de permitir que figuras del partido de renombre que eran miembros de la CMI pudieran presentarse. Pero en el caso de Waziristán, las cosas fueron diferentes. El compañero Alí Wazir de la CMI consiguió presentarse como un candidato independiente de izquierda – y ganó.
Alí Wazir, un marxista revolucionario comprometido, firme y experimentado, es bien conocido por las masas. Es un hombre muy valiente que se ha enfrentado valerosamente a la oposición de los fundamentalistas religiosos, por un lado, y al ejército de Pakistán por el otro. Su tío y su hermano mayor ya cayeron asesinados por las fuerzas oscuras de la reacción. Pero no hay peligro que pudiera disuadirlo de su deber revolucionario.
Ali luchó durante su campaña con un programa socialista claro: contra el imperialismo y el terrorismo, por la vieja consigna revolucionaria: roti, kapra aur maqan: «Pan, ropa y techo», por escuelas y salud para todos. Este mensaje ha encontrado una respuesta en el común del pueblo de esta tierra devastada por la guerra.
Alí Wazir ganó las elecciones contra todas las probabilidades. Su victoria también fue anunciada en la edición de hoy de anunciada en la edición de hoy deThe News, uno de los principales diarios en inglés de Pakistán.
A pesar de esto, no es del todo seguro que finalmente ocupe su escaño en la Asamblea Nacional en Islamabad. En las elecciones de 2008, que tuvo lugar tras el asesinato de Benazir Bhutto, Alí Wazir también ganó, pero su escaño le fue robado por la intervención de las fuerzas del Estado.
En primer lugar, el resultado no fue anunciado durante mucho tiempo. Cuando finalmente se hizo público, el escaño le fue entregado a un mullah reaccionario. La mano del siniestro ISI (la inteligencia militar de Pakistán), que constituye un Estado dentro del Estado, estuvo claramente detrás de esta maniobra.
Ahora podemos esperar el mismo tipo de intrigas sucias. El ISI no puede soportar la idea de que un marxista gane este escaño. Están aliados con las fuerzas de la reacción y del terrorismo islámico. En efecto, los fundamentalistas y terroristas no podrían existir sin el apoyo del Estado y del ISI.
El resultado que da la victoria a Alí Wazir se hizo público después de que fuera contado el 86 por ciento de los votos. Sin embargo, el resultado «oficial» todavía no ha sido declarado. Hoy (lunes) se anunció que las elecciones en Waziristán del Sur tendrían que realizarse de nuevo el 18 de mayo. ¡Qué conveniente! Si algún mulá reaccionario hubiera ganado, no habría habido ningún problema. Pero cuando un marxista gana una elección, ¡debe votarse otra vez!
Esto es obviamente una «acción repetida» de la estafa electoral de 2008. Es la cruda realidad detrás de la fachada sonriente de la «democracia de Pakistán». Esta es la democracia sólo para los ricos explotadores, es la libertad para robar, engañar y saquear. El gobierno saliente del PPP fue particularmente notorio por su corrupción. El gobierno entrante de la Liga Musulmana no será mejor, y probablemente aún peor.
La llamada Asamblea Nacional no es más que la cocina de ladrones, donde a todo ladrón, crápula, estafador, narcotraficante o talibán se le da la bienvenida con los brazos abiertos para participar en la orgía de corrupción y saqueo. Pero contra los representantes de los trabajadores, campesinos y pobres, las puertas de la cocina de los ladrones están bien cerradas.
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