
La crisis capitalista y las amenazas a la democracia
Desde que la crisis capitalista devino en crisis política a escala global, no son pocas las declaraciones alertando de las “amenazas a la democracia” que representarían movimientos de masas como los que estamos presenciando estos meses, así como por parte de ese cajón de sastre llamado “populismo”, en el que invariable y desvergonzadamente se mezclan organizaciones tan opuestas como Podemos y la Lega de Salvini. ¿Pero cuál es realmente esa democracia que está amenazada?

160 años del “Origen de las especies” de Darwin

El capitalismo mata al planeta ¡Hace falta una revolución! – Parte VIII (final): El socialismo y el medio ambiente
Una sociedad socialista, liberada del dominio del beneficio privado, podría avanzar rápidamente en contener y mitigar el cambio climático. Por supuesto, se necesita un período de transición hasta desarrollar una alternativa energética global a los combustibles fósiles y a la energía de fisión nuclear. Por un tiempo sería inevitable seguir utilizando estas energías para evitar un colapso de nuestras sociedades, pero desde el primer momento su uso se iría reduciendo progresivamente. Lo que sí podemos afirmar es que la transición hacia un sistema energético global no contaminante avanzaría con rapidez. Ya en la sociedades actuales nos maravilla la enorme rapidez con que se extienden y homogeneizan a nivel mundial la técnica, los descubrimientos científicos, y los nuevos inventos y objetos de consumo, gracias al avance tecnológico, el desarrollo industrial, las telecomunicaciones y el transporte ¡Cuánto más sería posible avanzar en una economía planificada a nivel mundial, liberada de la propiedad privada, con la participación de toda la sociedad, y atendiendo solamente los intereses humanos y medioambientales!

El capitalismo mata al planeta ¡Hace falta una revolución! – Parte VII: La necesidad de una planificación socialista
Está claro que ante problemas tan vastos, cuyos efectos se evalúan a lo largo de décadas, como el cambio climático, la reducción de emisiones nocivas, la transición a fuentes de energía limpia, sería necesaria una coordinación y planificación a nivel global a corto, medio y largo plazo. Sería necesario involucrar a la población en la elección de las estrategias a adoptar: ¿en qué sectores deberían invertirse los recursos públicos? ¿Qué proyectos de infraestructura deben priorizarse? ¿Qué medidas son más urgentes para la protección del territorio y del medio ambiente?

La Mochila austriaca ¿Qué es y cómo afecta a los trabajadores?
Antes de las elecciones salió a la luz un plan del gobierno PSOE para implantar la llamada “Mochila austriaca”. Este sistema que está vigente en Austria desde 2003 se quiere trasplantar a nuestro país y ha sido uno de los pocos temas laborales y sociales que se hizo un hueco en la campaña electoral. Esta medida ya estaba contenida en los programas de gobierno de Zapatero y de Rajoy e incluso estuvo en el efímero programa de gobierno de PSOE y Ciudadanos del año 2016. Ahora, la ministra Calviño, guardiana en el gobierno de la ortodoxia económica y de los programas de austeridad de la Unión Europea, la ha incluido en la llamada "Agenda del Cambio" y ha vuelto a insistir en su implantación para el año 2020.

El capitalismo mata al planeta ¡Hace falta una revolución! – Parte VI: Consumo y medioambiente. El papel de la clase obrera en la lucha contra el cambio climático
La clase trabajadora no es un sujeto explotado más que padece en esta sociedad, como cualquier otro (autónomos, pequeños propietarios, pequeñas naciones, minorías sexuales, discapacitados, etc.). Es la columna vertebral que sostiene todo el andamiaje económico y social del país. Sin trabajadores que pongan en marcha las máquinas de las fábricas, los trenes, los aeropuertos, los autobuses, las centralitas de telecomunicaciones, los ordenadores de las oficinas públicas, el sistema eléctrico, el sistema de saneamiento, los hospitales, los supermercados y grandes centros comerciales, los pequeños talleres, la recogida de verduras y frutas en el campo, los teatros, cines y programas de TV, etc., no habría trabajo, no habría medios de consumo, no habría sociedad, no habría vida, no habría nada. Esta es la fuerza potencial que descansa en las manos y el intelecto de la clase obrera, y de la cual no dispone ninguna otra clase o capa social oprimida en nuestra sociedad.