La Mochila austriaca ¿Qué es y cómo afecta a los trabajadores?
Antes de las elecciones salió a la luz un plan del gobierno PSOE para implantar la llamada “Mochila austriaca”. Este sistema que está vigente en Austria desde 2003 se quiere trasplantar a nuestro país y ha sido uno de los pocos temas laborales y sociales que se hizo un hueco en la campaña electoral. Esta medida ya estaba contenida en los programas de gobierno de Zapatero y de Rajoy e incluso estuvo en el efímero programa de gobierno de PSOE y Ciudadanos del año 2016. Ahora, la ministra Calviño, guardiana en el gobierno de la ortodoxia económica y de los programas de austeridad de la Unión Europea, la ha incluido en la llamada «Agenda del Cambio» y ha vuelto a insistir en su implantación para el año 2020.
El gobierno del PSOE envió a la Unión Europea, en abril de este año, un Programa Nacional de Reformas, que clarifica el significado de la Mochila austriaca, uno de cuyos puntos dice lo siguiente: “La implantación gradual de un sistema de cuentas individuales de capitalización para la movilidad a través de la creación de un fondo que permita a los trabajadores hacer efectivo el abono de las cantidades acumuladas a su favor en los supuestos de despido improcedente, de movilidad geográfica, para el desarrollo de actividades de formación o en el momento de su jubilación. Esta propuesta tiene potencial para contribuir significativamente al dinamismo laboral y a la productividad española y se abordará en el marco del diálogo social para que su diseño y aprobación cuente con los mayores consensos posibles”.
Por lo tanto, la Mochila austriaca consiste esencialmente en la sustitución de la indemnización por despido por una aportación mensual de un 1.53% del salario bruto por parte del empresario a una cuenta de capitalización a nombre del trabajador gestionada por un fondo privado. El trabajador podrá disponer de esas cantidades en caso de despido, ya que se elimina la indemnización, podrá llevársela consigo si va a otra empresa, de ahí el nombre de mochila, o podrá disponer de ella para completar su pensión de jubilación.
¿Qué efectos tiene? Esta medida, que todavía está en fase de diseño muy genérico a pesar de las prisas de la ministra, es una reforma laboral encubierta muy lesiva para los derechos laborales de los trabajadores y también afecta al sistema público de pensiones.
En primer lugar, supone que la actual protección disuasoria frente a la arbitrariedad patronal, el despido improcedente, que ya fue seriamente limitada en las reformas laborales del PSOE y del PP, desaparece. Es una vuelta de tuerca más que favorece el abaratamiento del despido para las empresas, que además se ven estimuladas a despedir sin costos. Con esta reforma el trabajador pagará total o parcialmente su propia indemnización por despido. Además las pérdidas comparativas con la legislación actual son considerables. Los cálculos que aporta la experta en Relaciones Laborales y Seguridad Social, Victoria Portas, son contundentes: “Un trabajador con contrato temporal tiene con la actual legislación 12 días/año de indemnización, por lo tanto con un contrato de 6 meses acumularía un derecho indemnizatorio de 300 euros. Sin embargo aplicando la Mochila austriaca solamente percibiría 137,7 euros de indemnización. Un trabajador con 35 años cotizados y un salario de 21.000 euros brutos al año, con un despido improcedente debería cobrar 62.136,99 euros, sin embargo su mochila solo le aportaría 11.245.50 euros.”
Ese es el efecto de la Mochila austriaca: abaratar el despido, desproteger a los trabajadores, someterlos, aumentar en definitiva el grado de explotación del trabajo. Otro dato a considerar es que las indemnizaciones actuales por despido están exentas de tributar a Hacienda, no así la “mochila” que al ir a un fondo de capitalización gestionado por fondos privados, aparte del pago de las comisiones al fondo, serán considerados rendimientos del trabajo y como tal aumentarán la base imponible del IRPF provocando que aumenten los impuestos que hay que pagar y disminuyan por tanto la aportaciones de la “mochila”, tanto en caso de despido como de jubilación. Por lo tanto, aumento de impuestos a los que menos rentas tienen, doble imposición sobre las rentas del trabajo, y negocio para la banca.
Otro efecto no menos importante para los trabajadores es el impacto que tiene sobre el sistema público de pensiones. Introducir la Mochila austriaca supone comenzar a regularizar los planes privados de pensiones como un complemento “necesario” a las pensiones públicas, según ellos, “insostenibles”. Los bancos y aseguradoras hace años que luchan por la demolición del sistema público y buscan hacerse con los recursos que gestiona la Seguridad Social. Quieren transformar las pensiones públicas en pensiones para pobres y obligarnos después a subscribir en las empresas o individualmente pólizas de pensiones privadas complementarias. Y quieren que lo hagamos con unos salarios de supervivencia, lo que será inaccesible para muchísimos trabajadores que no llegan a fin de mes.
En definitiva, la Mochila austriaca supondrá un gran negocio para las empresas, la banca y aseguradoras y el empobrecimiento generalizado de trabajadores y pensionistas.
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