Marx versus Bakunin – Tercera parte

Tras la derrota de la Comuna de París, diversas tendencias ultraizquierdistas y oportunistas emergieron dentro de la Primera Internacional, las cuales conspiraron contra el Consejo General y trataron de usar el nombre de la organización internacional para sus propios fines. Esto fue finalmente resuelto con la expulsión de estos elementos, junto con el otorgamiento de poderes estrictos establecidos para el Consejo General y de normas claras sobre la forma en que la Internacional debía manejarse.

Problemas en Inglaterra

A la Internacional le llovieron golpes bajos, debido a la reacción triunfante en Europa. La correspondencia de Marx y Engels refleja una posición cada vez más desesperada:

«En España muchas personas han sido encarceladas y otras tantas están en la clandestinidad. En Bélgica, el gobierno está intentando por todos los medios dar rienda suelta a la ley y aún más en contra nuestra. En Alemania, los seguidores de Bismarck empiezan a jugar este juego también. » (Engels a Carlo Cafiero, el 16 de julio de 1871, MECW, vol. 44, p. 171)

Había problemas internos en todas partes, incluso en Inglaterra. La guerra entre Francia y Alemania había beneficiado a los capitalistas Ingleses, que fueron capaces de dar una parte de sus enormes ganancias para un sector de la clase obrera. Como un signo de la confianza de la burguesía inglesa, varias de las leyes antisindicales se abolieron. La idea de la colaboración de clases comenzó a echar raíces firmes entre los dirigentes sindicales, entre ellos algunos que fueron miembros del Consejo General.

A medida que la Internacional se volvía cada vez más radical, muchos de los dirigentes sindicales se volvían cada vez más moderados. A decir verdad, la alianza de estos dirigentes reformistas con los socialistas revolucionarios nunca fue muy firme ni sincera. Esta alianza, fue puesta bajo una presión extrema por la Comuna de París. Algunos de los dirigentes sindicales estaban alarmados por la Comuna, y la reacción feroz que siguió a la derrota los asustó aún más.

La intensidad de los ataques a la Internacional en la prensa burguesa les preocupó. La política seguida durante la Comuna amenazó sus buenas relaciones con la burguesía liberal y estaban deseosos de poner distancia entre el Consejo General y ellos. La orientación de Marx en La Guerra Civil en Francia fue la gota que colmó el vaso. A pesar de que esa obra había sido escrita por Marx, a petición del Consejo General, dos miembros del Consejo Inglés, Lucraft y Odger, se desvincularon de él y renunciaron en protesta. Engels escribió a Carlo Cafiero el 28 de julio de 1871:

«Si Mazzini llama a nuestro amigo Marx un «hombre de corrosivo … intelecto, de temperamento dominante«, etc, etc, sólo puedo decir que la dominación corrosiva de Marx y su naturaleza celosa han mantenido a nuestra Asociación junta durante siete años, y que ha hecho más que nadie para llevarla a su honrosa posición actual. En cuanto a la ruptura de la Asociación, se dice que ha comenzado ya en Inglaterra. El hecho es que dos ingleses miembros del Consejo, que han tenido relaciones muy estrechas con la burguesía, encontraron nuestra orientación en la guerra civil demasiado fuerte y se retiraron. En su lugar, tenemos cuatro nuevos miembros ingleses y un irlandés, y consideramos ser mucho más fuertes aquí en Inglaterra de lo que lo fuimos antes de que los dos renegados nos dejaran «. (MECW, vol. 44, p. 186)

El hecho es que los dirigentes sindicales ya habían comenzado a buscar un acercamiento con los liberales, con el fin de obtener escaños en el Parlamento. Incluso en 1868, Marx se había quejado de estos «intrigantes», dirigiéndose a Odger, quien estuvo postulado para el Parlamento en varias ocasiones, como uno de ellos. Después de su separación, Marx les acusó de haberse vendido al Ministerio Liberal.

Esto provocó una escisión en la sección inglesa de la Internacional. Sin embargo, no todos los dirigentes sindicales ingleses se separaron. Applegarth firmó la Orientación del Consejo General sobre la Guerra Civil en Francia y siguió siendo un miembro del Consejo hasta el final. Pero ahora había problemas graves con John Hale. Estaba presionando fuertemente por la creación de un Consejo Federal especial, constituido para Inglaterra. Marx se opuso a la propuesta, temiendo, con razón, que se convirtiera en una herramienta en manos de los miembros de la burguesía radical del Parlamento.

Los conflictos en la sección de Estados Unidos

Marx puso grandes esperanzas en las perspectivas de la Internacional para los Estados Unidos (EE.UU.), donde un proletariado joven y fresco se estaba desarrollando rápidamente con el crecimiento de la industria. Pero incluso en el Nuevo Mundo hubo problemas. Eran exactamente lo contrario de los problemas que enfrentaba la AIT en Europa donde, después de la Comuna de París, la burguesía y la clase media fueron ferozmente hostiles a la Internacional. En Estados Unidos, por el contrario, el socialismo se estaba convirtiendo en algo de moda entre las clases medias cultivadas.

Aquí, la Internacional fue vista, no como una amenaza, sino como una novedad interesante. Atrajo la atención de todo tipo de clase media «progresista»: los liberales, pacifistas, feministas, las sociedades moderadas e incluso predicadores religiosos. En Nueva York, el control de la Sección Nº 12 de la AIT fue tomado por una feminista burguesa llamada Victoria Woodhull, que Marx describió como «la mujer de un banquero, amante de la libertad, y un disparate total [hipócrita]», y Tennessee Claflin, su hermana.

La sección 9 fue fundada por su hermana y actuaba de la misma forma. Woodhull fue la primera mujer junto a su hermana en operar una empresa de corretaje en Wall Street y luego abrir un periódico semanal llamado modestamente Semanario Woodhull y Claflin, que promovía una mezcolanza de demandas incluyendo educación sexual, el amor libre, el sufragio femenino, las faldas cortas, espiritualismo, vegetarianismo, y la prostitución con licencia. Pero el principal objetivo para las hermanas era la publicidad de ellas mismas y de sus ideas liberal-burguesas.

Marx se refiere a la Sección Nº 12 como un grupo

«fundado por Woodhull, y casi exclusivamente compuesto por farsantes de clase media y estafadores Yankees en el negocio de la reforma».

El 30 de agosto de 1871 el periódico publicó «Un llamado de la Sección 12» (a los ciudadanos de habla Inglesa de los Estados Unidos), firmada por W. West, secretario de la Sección 12. Los siguientes extractos son de este artículo:

«El objeto de la Internacional es simplemente emancipar al trabajador, hombre y mujer, por medio de la conquista del poder político.» (…) «Se trata, en primer lugar, de igualdad política y libertad social de los hombres y mujeres por igual.»

«Igualdad Política, implica la participación personal de cada uno en la preparación, administración y ejecución de las leyes por las que se rigen todos». (…) «La libertad social significa inmunidad absoluta de la intromisión impertinente en todos los asuntos exclusivamente personales, tales como la creencia religiosa, la relación sexual, los hábitos de vestimenta, etc»

«La propuesta implica, en segundo lugar, el establecimiento de un gobierno universal … Por supuesto, la abolición de … incluso las diferencias de idioma se encuentran comprendidas en el programa.»

Estos extractos son suficientes para dar una idea exacta del contenido de clase y las ideas de estas personas.

Los trabajadores inmigrantes

Las secciones más militantes, con mayor conciencia de clase, y más revolucionarias del joven proletariado de Estados Unidos estaba conformado por refugiados de Europa: alemanes, polacos, rusos, irlandeses, judíos, etc. Muchos ni siquiera hablaban inglés. Por el contrario, la Sección 12 fue dominada por la clase media americana de habla inglesa con ambiciones políticas. La Sección 12 invitaba a la formación de «Secciones de habla Inglesa» en los Estados Unidos sobre la base de este programa. En la práctica, esto fue un intento de arribistas burgueses para utilizar el nombre de la organización internacional para la caza de lugares y con fines electorales:

«Si es posible, para la conveniencia de la acción política, debe haber una sección formada en cada circunscripción electoral «.

«Se deberá establecer en cada ciudad un comité o consejo municipal correspondiente con los consejos comunes; en cada estado, un comité o consejo estatal correspondiente a la legislatura estatal; y a nivel nacional, un comité o consejo nacional correspondiente con el Congreso Nacional de los Estados Unidos «.

«El trabajo de la Internacional incluye nada menos que la institución, dentro de las formas existentes, de otra forma de gobierno, que las reemplazará a todas».

Este llamamiento dio lugar a la formación de «todo tipo de secciones de embusteros de clases media, amantes de la libertad, espiritistas, sectarios religiosos, etc«. Esto causó una división en la sección de Estados Unidos, cuando la Sección 1 (compuesta principalmente de germanófonos) del antiguo Consejo exigió:

1) Que la sección 12 fuera expulsada, y

2) Que ninguna sección fuera admitida como miembro, a menos que contara por lo menos con dos terceras partes de trabajadores.

Marx consideró necesario que la AIT debiese purgar sus filas de estos elementos. Le escribió a Bolte:

«Obviamente, el Consejo General no apoya en América lo que combate en Europa. Las Resoluciones I (2) y (3) IX le dan ahora al comité de Nueva York armas legales con las que debe poner fin a todas las formaciones sectarias y grupos de aficionados y, si es necesario, para su expulsión.»

Esto fue lo que se hizo. Cinco disidentes formaron un Consejo separado el 19 de noviembre de 1871, que consistía en americanos de habla inglesa, además de Franceses y Alemanes.

El 19 de noviembre de 1871, el periódico Woodhull protestó contra la Sección 1, y declaró, entre otras cosas:

«La simple verdad es que la Igualdad Política y la Libertad Social para todos por igual, de todas las razas, ambos sexos, y de todas las condiciones, son los precursores necesarios de las reformas más radicales exigidas por la Internacional.» (subrayado nuestro)

Y:

«La extensión de la igualdad de ciudadanía para las mujeres, de todo el mundo, debe preceder a cualquier cambio general en las relaciones que existen entre el capital y el trabajo».

Además:

«La sección 12 también rechaza asimismo el vano supuesto, que recorre toda la protesta» (de la Sección 1) «y que se está reconsiderando, que la Asociación Internacional de los Trabajadores es una organización de las clases trabajadoras ….» (Marx, Notas sobre la división de América)

En estas pocas líneas se destaca claramente el carácter liberal-burgués de esta tendencia. Aquí tenemos ideas muy similares a las «izquierdas de moda» hoy en día: feministas, pacifistas, ecologistas y todos los pequeños burgueses de otros movimientos que se han infiltrado en el movimiento obrero en un período en que la lucha de clases se encontraba en un nivel muy bajo. Estos elementos tienden a ser muy elocuentes y asertivos para impulsar sus puntos de vista en particular. Apartan a codazos a los trabajadores y toman posiciones, que utilizan para su propio beneficio.

Para estas personas, la lucha por el socialismo está siempre subordinada a su pasatiempo, en este caso particular, el feminismo. Aunque estaban muy lejos del anarquismo, a lo Bakunin, sí estaban dispuestas a afirmar su «autonomía» contra el Consejo General, y su derecho absoluto a «ir a lo suyo». Esto es muy característico de las tendencias de la clase media en todo momento – la afirmación de «mis» derechos como un principio absoluto e inviolable frente a los derechos de la mayoría. El 21 de octubre de 1871, la Sección 12 afirmó en las páginas del periódico de Woodhull:

«El derecho independiente de cada sección para tener, mantener y dar expresión a sus propias interpretaciones de las actas de los distintos congresos, y de las Normas y Reglamentos» (!!) «del Consejo General, siendo cada sección la única responsable de su propia acción.»

Así es como esta gente entiende el papel del proletariado. En el periódico de Woodhull, el 25 de noviembre de 1871, leemos lo siguiente:

«No es cierto que el «entendimiento común o acuerdo» de los obreros de todos los países, en si mismo y por sí solo, constituye la Asociación … La afirmación de que la emancipación de la clase obrera sólo puede ser conquistada por la propia clase obrera, no se puede negar. Sin embargo, también es cierto el hecho de que la clase obrera no puede emanciparse contra su voluntad.» [!]

¡Esta es la auténtica voz de la burguesía socialista, alta y clara!

El 3 de diciembre de 1871, el nuevo Consejo Federal de Norteamérica fue fundado formalmente. Al día siguiente denunció a la burguesía estafadora en una circular enviada a todas las secciones de la Internacional en los Estados Unidos. Esta circular afirma, entre otras cosas:

«En el Comité (del antiguo Comité Central), que debía servir como protección contra todas las estafas de reforma, prácticamente la mayoría consistían en reformistas olvidados y traficantes de panaceas ….

«Así fue que la gente que predicaba el evangelio del amor libre -sentados fraternalmente al lado de aquellos que deseaban dar a todo el mundo la bendición de un lenguaje común- convivían con cooperativistas, espiritistas, ateos, deístas, cada uno luchando por montar su propio caballo de batalla. En particular, la sección 12, de Woodhull … El primer paso que debe tomarse de aquí en adelante es que el movimiento debe organizar, y al mismo tiempo despertar, el elemento revolucionario que se encuentra en los intereses opuestos de los capitalistas y los trabajadores …

«Los delegados de las secciones 1, 4, 5, 7, 8, 11, 16, 21, 23, 24, 25, y otros, habiendo visto que todos los esfuerzos para controlar este mal fueron en vano, decidieron, tras el levantamiento del viejo Consejo Central sine die (3 de diciembre de 1871), establecer un Consejo nuevo, que estaría formado por auténticos trabajadores y que excluiría a todos aquellos que sólo podrían enredar las cosas «. ( New Yorker Demócrat, 9 de diciembre de 1871)

La ruptura con la Sección 12

Los dos Consejos rivales apelaron al Consejo General para ser reconocidos. Obviamente, esto causó cierta confusión. Varias secciones, por ejemplo, la Sección Francesa N º 10 (Nueva York), y varias secciones de Irlanda, retiraron a sus delegados de ambos consejos hasta que el Consejo General tomara su decisión.

El periódico de Woodhull (y de West, etc) mintió descaradamente cuando afirmó que estaba seguro del apoyo del Consejo General. Un artículo del 2 de diciembre llevaba el título: La Decisión del Consejo General: ¡Apoyo a la Sección 12! Esto fue pura invención. Por el contrario, la decisión del Consejo General, del 5 de noviembre de 1871, apoyaba al Comité Central contra las pretensiones de la Sección 12, que trató de reemplazarlo.

El destino de la Internacional en los Estados Unidos dependía de la realización de una ruptura total con Woodhull y compañía. Tan pronto como las resoluciones llegaron a Nueva York, siguieron con sus viejas tácticas. Primero habían discutido la división original en los periódicos burgueses más notorios de Nueva York. Ahora hicieron lo mismo ante el Consejo General (presentando el caso como un conflicto entre franceses y alemanes, y entre el socialismo y el comunismo), ante la alegría de todos los enemigos de la Internacional.

Los elementos de la clase media se resintieron particularmente ante la propuesta del Consejo General de que dos tercios de los miembros de cualquier sección deberían ser trabajadores. Los comentarios marginales en el periódico de Woodhull del 15 de diciembre de 1871 fueron muy característicos:

«No hay ninguna otra exigencia nueva para ser militante, excepto que es necesario que dos terceras partes o más de una sección deben ser esclavos asalariados, como si se tratara de un delito ser libre».

Su periódico, con fecha del 4 de mayo 1872, escribió sobre la resolución del Consejo General:

«… En este decreto del Consejo General sus autores se atreven a recomendar que en el futuro no sea admitida ninguna sección estadounidense si no cuenta con al menos dos tercios de esclavos asalariados ¿Deben ser también esclavos políticamente? Además de una cosa, también la otra ….»

A estas quejas de los elementos pequeños burgueses, Marx respondió:

«La intrusión en la Asociación Internacional de Trabajadores de reformistas falaces, charlatanes de clase media y políticos negociadores ha de ser temida principalmente por esa clase de ciudadanos que no tienen nada mejor de lo que depender que de los ingresos procedentes de la esclavitud asalariada. «

Ambiciones presidenciales

Ignorando el claro repudio del Consejo General, Woodhull y sus seguidores siguieron organizando una ceremonia de confusión, argumentando sin la menor justificación que la Internacional había aceptado su punto de vista feminista. En un artículo firmado por W. West, en el periódico de Woodhull, el día 2 de marzo de 1872, se lee:

«El tema del llamamiento de la sección 12 a los ciudadanos de habla inglesa de los Estados Unidos en Agosto pasado fue un nuevo punto de partida en la historia de la Internacional, y ha resultado en el reconocimiento por parte del Consejo General de la Igualdad Política y la libertad Social de ambos sexos por igual, y del carácter político esencial del trabajo que tenemos ante nosotros.»

Mientras tanto, como las elecciones presidenciales se acercaban, terminaron mostrando las pezuñas, llamando a que la Internacional debería apoyar la candidatura de Madame ¡Woodhull! Ella decidió participar para ser la primera mujer candidata a la Presidencia de los Estados Unidos en 1872, pero se transformó en farsa. Con el fin de obtener apoyo para su campaña, coqueteó con los liberales burgueses. El 2 de marzo de 1872, bajo el título «La Convención Combinada que se aproxima», se lee la siguiente declaración:

«Hay una propuesta que está siendo considerada por los representantes de los diversos elementos reformistas del país en busca de consolidar una gran Convención que se celebrará en esta ciudad en mayo próximo, durante la semana de aniversario … De hecho, si esta Convención en mayo actúa sabiamente, se puede decir que los fragmentos del desaparecido Partido Demócrata saldrán de él y participarán en la Convención propuesta … Cualquier grupo [de mente] radical, en cualquier lugar de los Estados Unidos debería, tan pronto como el llamamiento sea público, tomar medidas inmediatas para estar representado en ella.»

El llamamiento fue encabezado por las firmas: C. Victoria Woodhull, seguida por la de Theodore H. Banks, RW Hume (Banks fue uno de los fundadores del Consejo contrario). En el llamamiento: la Convención tendrá en cuenta «las candidaturas para Presidente y Vice-Presidente de los Estados Unidos». Fueron especialmente invitados:

«Los reformadores del trabajo, la tierra, la paz, partidarios de la abstinencia de alcohol, internacionales y luchadores por el sufragio de la Mujer -incluidas todas las asociaciones de sufragio diferentes- así como todos aquellos que creen que ha llegado el momento en que los principios de la justicia eterna y la igualdad humana deban llevarse a nuestros ámbitos de legislación «.

Todo el asunto fue el hazmerreír de Nueva York y los Estados Unidos. La Sección 2 de la AIT dijo:

«Reconociendo el principio del derecho de la mujer a votar, en vista de las insinuaciones de la ciudadana Woodhull, en la reunión en la Sala Apolo, haciéndole creer al público que la Internacional apoya su candidatura.

«Declaramos:

«Que por el momento la Internacional no puede y no debe ser puesta a remolque de ningún partido político de América, porque ninguno de ellos representa las aspiraciones de los trabajadores y ninguno de ellos tiene por objetivo la emancipación económica de los trabajadores.

«La Sección 2 ha decidido:

«Que nuestro único objetivo debe ser, por el momento, la organización y la solidaridad de la clase trabajadora en Estados Unidos».

Bajo el título «Internacionalistas, ¡cuidado!», el mismo número de Socialiste, declara entre otras cosas:

«La Internacional no debe, y no puede, ser acosada en América. Los políticos, lejos de apuntar a su destrucción, sólo piensan en usarla como una palanca y un punto de apoyo para el triunfo de sus opiniones personales. Si la Internacional se dejase arrastrar por esta vía, dejaría de ser la Asociación de Trabajadores y se convertiría en una red de políticos.

«Durante mucho tiempo, ha habido voces de alarma, pero la convención en la Sala Apolo, que propuso, en nombre de la Internacional, a la señora Woodhull como candidata a la Presidencia, debería en adelante abrirles los ojos a los menos perspicaces. Internacionalistas de América, ¡cuidado! «

La Sra. Woodhull trató de usar su dinero para comprarse una Internacional. Pero resultó ser demasiado caro. La política burguesa defendida por la Sección 12 fue motivo suficiente para la expulsión del grupo de Woodhull y sus partidarios de la Primera Internacional. El Congreso de La Haya ratificó la expulsión de estos intrusos de clase media y reconoció al nuevo Consejo Proletario.

Puedes enviarnos tus comentarios y opiniones sobre este u otro artículo a: [email protected]

Para conocer más de la OCR, entra en este enlace

Si puedes hacer una donación para ayudarnos a mantener nuestra actividad pulsa aquí