Nueva edición de los escritos de Trotski sobre la revolución española: Una obra imprescindible

Nuestra editorial Lucha de Clases se congratula de presentar al público esta nueva edición de los escritos de León Trotski sobre España. La presente obra reúne sus textos, obras y cartas dedicados a la Revolución española y a la Guerra Civil, desde 1930 hasta 1940, cuando fue asesinado por un agente estalinista.

La Revolución española fue uno de los grandes acontecimientos del siglo XX. Sólo la victoria del proletariado español, a través de una revolución social, podía evitar el estallido de la Segunda Guerra Mundial, abriendo un horizonte socialista luminoso a todos los oprimidos del mundo, incluyendo a los trabajadores que yacían bajo las botas del fascismo –en Italia y Alemania– y del estalinismo, en la URSS. Lamentablemente, a la hora de la verdad, todas las direcciones de la izquierda (socialdemócratas, nacionalistas, estalinistas, anarquistas y del POUM) traicionaron la revolución en marcha. La terrible derrota de la Guerra Civil (1936-1939) precipitó al mundo en la catástrofe.

Trotski sigue el proceso en detalle, analizando las fuerzas motrices que guían los procesos revolucionarios y contrarrevolucionarios. No acepta ser un observador ni un comentarista pasivo: trata de armar a sus partidarios en España con ideas, un programa y consignas precisas, y ayudar a la formación de un partido revolucionario dispuesto a encabezar el movimiento de masas. Estos escritos de Trotski son un tesoro de ideas, las únicas que podían alumbrar y orientar un proceso exitoso de revolución socialista en el Estado español en aquellos años. Estos escritos incluyen análisis históricos, cuestiones de táctica y estrategia revolucionaria, propaganda y agitación en torno a las consignas revolucionarias más apropiadas en cada momento, etc.  Los análisis de Trotski sobre la Revolución española son también los únicos que permiten comprender su desenlace final, y sacar las lecciones de su derrota.

¿QUÉ ABORDA TROTSKI EN ESTOS ESCRITOS?

Los escritos de Trotski que presentamos abordan, en lo fundamental, tres aspectos.

El primero de ellos es el análisis riguroso de los procesos objetivos en desarrollo. Como en la secuencia de una película, se abordan consecutivamente la historia moderna del Estado español y la decadencia de las viejas clases dominantes, la estructura económica agraria obsoleta y el débil y desigual desarrollo industrial, la configuración de clases sociales alrededor de esto, el peso insoportable de las castas parasitarias del aparato del Estado y la Iglesia, las fricciones entre las diferentes capas de la burguesía, la cuestión nacional irresuelta en Catalunya y Euskadi, el costoso dominio colonial en Marruecos, y el dinamismo y vitalidad de una clase obrera joven y combativa. Todo ello acumula contradicciones explosivas que conducen finalmente a la caída de la monarquía alfonsina y a la proclamación de la república en abril de 1931. Y eso, con el trasfondo de la crisis internacional más importante de la historia del capitalismo hasta ese momento. Lo que se abre es un proceso de revolución y contrarrevolución.

Trotski rechaza la idea de una alianza con una inexistente burguesía «progresista» a fin de traer una república democrática y avanzada. El surgimiento del fascismo, durante el proceso, revelaba que éste encarnaba la única manera de que disponía la clase dominante para asegurar su dominio, que entraba en contradicción con las reivindicaciones y aspiraciones inaplazables de obreros y campesinos por una vida digna y civilizada. La dicotomía no era entre democracia burguesa y fascismo, sino entre socialismo y fascismo.

Solo la clase obrera tomando el poder podía solucionar el problema agrario, expropiando a los terratenientes y otorgando la tierra en usufructo a las colectividades campesinas, solo la clase obrera podía destruir de raíz el viejo aparato de Estado corrupto y reaccionario y expropiar a la Iglesia que concentraba ella sola un tercio de la riqueza nacional. Concentrando el poder económico en sus manos, con la expropiación de la débil burguesía industrial española y los bancos, se podía planificar la producción en interés social. La concesión del derecho de autodeterminación para catalanes, vascos y gallegos habría asegurado una unidad voluntaria granítica de la clase obrera de todo el Estado, y la concesión de la independencia al Marruecos «español» habría privado a la reacción de las tropas de choque utilizadas para aplastar a los trabajadores en sus luchas revolucionarias. Justamente, esto es lo que de manera espontánea y siguiendo su instinto de clase, es lo que intentó una y otra vez el heroico proletariado español, sobre todo tras el alzamiento fascista del 18 de julio de 1936. Esto, a su vez, abría la posibilidad de la extensión de la revolución socialista a toda Europa. De esta manera, las concepciones «trotskistas» se ajustaban, como la mano al guante, con las tendencias del desarrollo social y las aspiraciones de la clase obrera española, no en palabras, sino en los hechos.

Un segundo aspecto que abordan estos escritos es la lucha de Trotski por orientar la actividad revolucionaria de sus partidarios en el Estado español, que adoptaron inicialmente el nombre de Izquierda Comunista de España (ICE), y a cuya cabeza se situaban Francisco García Lavid (Henri Lacroix) y Andreu Nin. Ambos tenían un pasado ilustre en el movimiento comunista español de comienzos de los años 20 del siglo pasado y en la propia Internacional Comunista. Nin, que procedía de la CNT anarcosindicalista, llegó a ser el dirigente de la Internacional Sindical Roja (Profintern), que agrupaba a todos los sindicatos dirigidos por los comunistas a nivel internacional. Ambos apoyaron la lucha de Trotski y otros contra la degeneración burocrática de la URSS y del Partido Comunista ruso. Sin embargo, los desacuerdos son permanentes desde el primer momento, hasta la ruptura definitiva del grupo «trotskista» español con Trotski y sus partidarios a favor de la IV Internacional, a comienzos de 1935.

La principal crítica que Trotski les hace es su pasividad en medio de un tormentoso proceso revolucionario. Se limitaban a ser comentaristas de acontecimientos pero no construían de manera consistente las fuerzas de la Oposición de Izquierda (trotskista) en el Estado español. Lo que les faltaba era un espíritu revolucionario y el convencimiento político y la disposición de luchar por la dirección del proletariado español. No creían en sí mismos. Uno de los errores más graves que cometieron Nin y sus partidarios fue no ingresar en las Juventudes Socialistas y en el ala izquierda del PSOE, dirigida por Largo Caballero, cuando la dirección de la primera pidió expresamente a la ICE en 1934 que ingresara en ambas organizaciones para «ayudarles a bolchevizar el partido». Al rechazar el ofrecimiento, dejaron el camino libre a los estalinistas (la Juventud Comunista) que, tras un rechazo inicial, sí aceptaron el ofrecimiento de unidad y de esta manera ganaron a la dirección de las JS para las políticas de conciliación de clases frentepopulistas impulsadas por Stalin y la Internacional Comunista burocratizada. De esta manera, en abril de 1936, se forman las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), con la fusión de las JS y las JC. La dirección del PCE, partido que apenas contaba con 3.000 miembros al comienzo de 1936, adquiere así una base de masas que no tenía, y que utilizará para descarrilar el proceso revolucionario desatado tras el estallido de la Guerra Civil. La ICE se fusionará con el Bloque Obrero y Campesino (BOC) de Joaquín Maurín, para formar el POUM, con solo 5.000 miembros a comienzos de 1936, que se adherirá al Frente Popular.

El tercer y último aspecto que Trotski aborda en sus escritos –en particular, durante los años de revolución y guerra civil en 1936-1939– es la crítica a la actuación de las diferentes corrientes de la izquierda y del movimiento obrero: PSOE, PCE, POUM y CNT. El ala izquierda del PSOE (Caballero) cae en la vacilación y la parálisis durante la Guerra Civil, el ala derecha del PSOE (Prieto) y la Esquerra Republicana de Companys colaboran activamente con los dirigentes estalinistas del PCE, y bajo la conducción de éstos, para descarrilar y arremeter contra el proceso revolucionario en marcha, los dirigentes de la CNT se niegan a tomar el poder y se prestan a integrarse en el Estado burgués moribundo (en Madrid y Catalunya), y la dirección del POUM se coloca a rebufo de la CNT, implorándoles que tomen el poder sin acometer una política revolucionaria para conquistar las bases revolucionarias de la central anarcosindicalista. Todos se confabulan, consciente o inconscientemente según el caso, para frustrar y malograr la revolución social desatada espontáneamente por el proletariado y el campesinado. Como bien afirma Trotski:

«Como es sabido, una guerra civil se dirige no sólo con medios militares, sino también políticos. En el plano puramente militar, la revolución española es más débil que sus enemigos. Pero su fuerza consiste en que es capaz de arrastrar a amplias masas. Incluso es capaz de privar a los oficiales reaccionarios de su ejército. Sólo hace falta avanzar seria y sagazmente el programa de la revolución socialista.

«Es preciso proclamar la necesidad de que la tierra, los talleres, las fábricas, deben pasar desde ahora mismo de las manos de los capitalistas a las del pueblo. En las zonas donde el poder está en manos de los obreros, hay que avanzar hacia la realización práctica de este programa. El ejército fascista no resistiría más de veinticuatro horas a la atracción de un programa semejante. Los soldados atarían de pies y manos a los oficiales para llevarlos al más cercano Estado Mayor de las milicias obreras. Pero los ministros burgueses no podrían aceptar un programa de este tipo. Al frenar la revolución, están obligando a los obreros y campesinos a derramar diez veces más sangre en la guerra civil. Para acabar, estos señores esperan desarmar de nuevo a los obreros al día siguiente de la victoria, exigiéndoles respeto a las sagradas leyes de la propiedad privada. Ésta es la verdadera esencia de la política del Frente Popular. ¡Todo lo demás no son más que frases y mentiras!» (Primeras lecciones de España, 30 de julio de 1936).

Fue la ausencia del factor subjetivo (el partido revolucionario de masas y su dirección), que planteara este enfoque revolucionario de las tareas a abordar, lo que decidió el destino luctuoso de la revolución española. Corresponde a la nueva generación revolucionaria extraer las lecciones preciosas de este grandioso acontecimiento histórico, para asegurar el éxito de su lucha en curso contra la opresión capitalista.

SOBRE ESTA EDICIÓN

Esta nueva edición era muy necesaria porque las ediciones clásicas que incluían el grueso de los trabajos de Trotski sobre este tema, publicadas a mediados de la década de 1970, no han vuelto a ser reeditadas y sólo pueden conseguirse en librerías de segunda mano, en general a precios desorbitados. Tales son la conocida edición de Pierre Broué con el título La revolución española (1930-1940), publicada en 1977 por Editorial Fontanella, y la edición de AKAL de 1978, titulada España (1930-1939). Las escasísimas ediciones nuevas desde entonces solo ofrecen una selección muy reducida de las obras y cartas de Trotski de ese período.

Como todas las ediciones precedentes, tomamos como base de nuestra selección de textos la edición de Broué, a quien los luchadores comunistas y seguidores del gran revolucionario ruso le estaremos siempre agradecidos por su trabajo mayúsculo de investigación y recuperación de textos y cartas de Trotski, desperdigados en gran cantidad de instituciones públicas y privadas. Igualmente, nos hemos servido del trabajo de Broué para redactar y adaptar la mayoría de las notas para esta edición. También  hemos incorporado varios textos y cartas que no figuran en la edición de Broué, junto a otros  escritos de Trotski que no habían aparecido antes en las colecciones monográficas de sus textos dedicados a la Revolución española, o que se publicaron mutilados por estar basados en copias incompletas. Así, hemos recuperado tres cartas de Trotski dirigidas a Andreu Nin, fruto del trabajo de investigación del historiador Pelai Pagès y de su equipo de colaboradores, encontradas en el Archivo Histórico Nacional (Madrid) en 2015, procedentes de legajos policiales [Ref.: Archivo Histórico Nacional de Rusia, Interior, Policía (histórico), expediente H.394]. La primera es una carta escrita el 13 de septiembre de 1930, la segunda es del 29 de octubre de 1930, y la tercera es del 21 de noviembre de 1930. Todas ellas fueron traducidas del ruso por el historiador Arturo Z. Rodríguez, quien ya hizo una traducción al inglés en 2017 en la revista In Defence of Marxism, y de la que nos hemos servido para publicarla aquí. Cabe reseñar que se desconocía la existencia de la segunda carta mencionada (29 de octubre) hasta su descubrimiento en 2015; por lo tanto, su aparición aquí es una novedad editorial en las obras de Trotski consagradas a la revolución española. Otra carta inédita de Trotski que incluimos en nuestra edición es del 29 de junio de 1938, dirigida a Charles Sumner, la cual permaneció oculta durante 80 años hasta que fue recuperada en 2018. Es la primera vez que se publica en castellano. Aunque muy breve, esta carta tiene un enorme valor simbólico para nuestro Consejo Editorial porque está dirigida a un grupo trotskista británico, la WIL (Workers International League, Liga Obrera Internacional), que es el antecesor directo de la actual Internacional Comunista Revolucionaria, de la que forma parte su sección española –la Organización Comunista Revolucionaria– responsable de esta edición a través de nuestra editorial Lucha de Clases. En esta carta, Trotski felicita a la WIL por la «excelente» introducción a su folleto Lecciones de España: última advertencia, y por haber adquirido una imprenta propia, una rareza en los grupos trotskistas de aquella época. Sobre las vicisitudes de esta carta y cómo llegó a nuestras manos, tras 80 años perdida, puede consultarse el artículo de Alan Woods, La carta suprimida de Trotski.

Esta edición contiene todos los artículos y trabajos fundamentales de Trotski sobre la Revolución española y numerosas cartas que tratan el tema. Las cartas que abordan la cuestión española en su totalidad se publican íntegras, y las que hacen referencias a la misma pero tratan diferentes temas al margen de la revolución española –sobre todo, los debates y polémicas existentes dentro del movimiento trotskista internacional en aquella época– las hemos extractado, dejando solo aspectos internacionales o polémicas de la Oposición trotskista internacional que pueden ayudar a arrojar luz sobre los acontecimientos españoles y la actividad de los partidarios de Trotski en suelo ibérico. En este último caso, las partes extraídas están señaladas con puntos suspensivos entre paréntesis.

En 1933, Trotski hizo públicas, en los boletines internos de la Oposición de Izquierda Internacional, decenas de cartas completas que había intercambiado con Andreu Nin desde 1930. Hasta ese momento, la mayor parte del contenido de las misivas, se publicaron en los boletines internos internacionales de la Oposición de Izquierda y de su sección española, pero se dejaron al margen las frases o puntos polémicos de fricción entre Trotski y Nin. En 1933, tras la ruptura política personal entre Trotski y Nin, el primero decidió hacer públicas estas partes suprimidas para dar a conocer el alcance de las diferencias que condujeron a la ruptura política entre ambos. Estas partes añadidas por Trotski en la edición de 1933 se publican aquí encerradas entre corchetes.

Una última aclaración al lector sobre los textos, y es que no debe sorprenderse de que muchas cartas de Trotski aparezcan firmadas con nombre supuesto (Lund, Gourov, Crux, y otros). Normalmente, correspondían a los apellidos de sus secretarios, y lo hacía por motivos de seguridad por si las cartas caían en manos de la policía o de agentes estalinistas.

Nuestra obra presenta numerosas notas a pie de página que tienen el objetivo de aclarar contextos, hechos y la actuación de personalidades, para facilitar al lector la comprensión del asunto que se aborda, varias de ellas fueron escritas por el propio Trotski. En este último caso, están claramente señaladas.

Incluimos una lista de significado de acrónimos y organizaciones utilizados en los textos y, al final del libro, un índice de nombres que incluye datos biográficos de las principales personalidades e individuos que aparecen citados a lo largo de la obra.

Para introducir en estos escritos al lector poco familiarizado con la Revolución española y la Guerra Civil, hemos incorporado un artículo extenso de David Rey que sintetiza los desarrollos principales de este gran acontecimiento histórico. Para quienes estén interesados en profundizar su conocimiento sobre la Revolución española de la década de 1930 y la Guerra Civil misma, les recomendamos fervientemente la lectura y estudio del mejor libro que, en opinión de los editores, se ha escrito sobre el tema: Revolución y contrarrevolución en España, de Felix Morrow, que también está a disposición del lector en nuestras ediciones.

Por último agradecemos a todos nuestros colaboradores que han ayudado a la recolección de textos, traducción, cotejo con ediciones anteriores, y en la corrección final. También queremos agradecer especialmente a Irene Mallo por el diseño de portada y contraportada de esta edición.

Para adquirir esta obra puedes entrar aquí.

Anunciamos a nuestros lectores que el próximo día 3 de diciembre haremos una presentación pública de esta obra en Madrid (Librería Sin Tarima; Calle de la magdalena, 32 – Metro: Antón Martín)

 

Puedes enviarnos tus comentarios y opiniones sobre este u otro artículo a: contacto@comunistasrevolucionarios.org

Para conocer más de la OCR, entra en este enlace

Si puedes hacer una donación para ayudarnos a mantener nuestra actividad pulsa aquí

Organización Comunista Revolucionaria
Privacidad

Este sitio web utiliza cookies para que podamos brindarle la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en su navegador y realiza funciones como reconocerlo cuando regresa a nuestro sitio web y ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones del sitio web le resultan más interesantes y útiles.