Olazábal y Huarte, huelga indefinida por el convenio

La empresa de fundición de Vitoria- Gasteiz con más de 60 años de existencia y con 42 trabajadores, de los cuales 26 son de mano de obra directa, está en huelga indefinida con el objetivo de no retroceder en sus salarios y condiciones de trabajo como propone la dirección de la empresa.

La empresa tiene convenio propio conseguido en años de luchas. El objetivo de la dirección de la empresa es la transformación del convenio en pacto de empresa y la aplicación del Convenio Provincial del Metal de Álava, algo que los trabajadores rechazan radicalmente por la pérdida de salarios y condiciones sociales que supondría. Esta pretensión patronal ha forzado a los trabajadores a la convocatoria de la huelga indefinida para evitarlo. La huelga se inició en septiembre y estuvo precedida por 12 días de huelga en el mes de julio. La paralización de la actividad de la fundición es total. La jornada diaria comienza cada día para los trabajadores, acostumbrados al trabajo duro y exigente, en condiciones de calor, frio, polvo, ruido intenso… con piquetes de defensa de la huelga y posteriormente movilizaciones con reparto de octavillas explicativas, visitas y concentraciones frente a la nueva empresa propietaria, Fumbarri, en Durango y concentraciones frente a las instituciones.

La representación sindical es del sindicato LAB y entrevistamos a Juan Carlos y Agustín del Comité en medio de una movilización de los trabajadores frente al Parlamento vasco.

Olazábal y Huarte planteó una reducción de sueldos en el año 2021 con la perspectiva de cuadrar números y hacer a la empresa rentable para poder venderla.

Juan Carlos y Agustín explican cómo Olazábal y Huarte planteó una reducción de sueldos en el año 2021 con la perspectiva de cuadrar números y hacer a la empresa rentable para poder venderla. La plantilla debería reducir sus salarios un 15%, con exigencias añadidas por la empresa de movilidad, polivalencias etc… amenazando con la quiebra si los trabajadores no aceptasen sus propuestas. Los trabajadores aceptaron la reducción de salarios, excepto 12 que no lo hicieron y se acogieron al cambio sustancial de condiciones de trabajo y rescindieron sus contratos. El año 2022 se firmó un convenio por un año con un incremento del 7% (inflación 6,5%). A finales del 2022, la empresa es comprada por el grupo Arteaga, compuesto a su vez por la fundición Fumbarri de Durango y de la empresa Innobarri.

Al caducar el convenio firmado para un año en 2022 la representación de los trabajadores inicia la negociación del nuevo convenio con la nueva propiedad, la actitud de la dirección era totalmente dilatoria y regresiva. Querían pasar del convenio de empresa, que tenemos después de muchas luchas desde hace décadas, a un pacto de empresa que es una herramienta más débil para defender nuestros intereses, su actitud es intransigente planteando que o aceptamos el pacto o no hay negociación. Además pretenden introducir un plus voluntario, que rechazamos, trasvasando alrededor de 300 euros del Salario Base a ese plus, lo que a nuestro entender les permite manipular y reducir nuestro salario en el futuro. En cuanto a las subidas salariales plantean las previstas en el convenio provincial de Álava que a nosotros nos parecen totalmente insuficientes y no cubren la pérdida de poder adquisitivo de nuestros salarios provocada por la inflación, más teniendo en cuenta la pérdida del 15% del año 2021.

«Los trabajadores de Olazábal hemos decidido mantener la presión de nuestra huelga»

A pesar del ajuste a la baja de nuestras reivindicaciones con el objetivo de llegar a un acuerdo nos hemos encontrado con un bloqueo de la empresa a la negociación. Después de su respuesta negativa a nuestras reivindicaciones, tras doce días de huelga en julio, le planteamos a la empresa la decisión de los trabajadores de ir a la huelga indefinida. La empresa nos planteó que si no había desconvocatoria de la huelga no habría negociación, incluso convocó a todos los trabajadores de la fundición a una asamblea en la que explicaron sus propuestas, amenazaron con el cierre si no se aceptaban y, sin escuchar a los trabajadores, se marcharon. El comité valoró en la asamblea qué hacer y los trabajadores decidimos ir a la huelga.

A pesar de la presión de la huelga y nuestra actitud negociadora, la empresa sigue en su postura de imponer un pacto de empresa, sus respuestas en la última reunión negociadora no han supuesto ningún avance significativo: un incremento de un 1% en el primer año de convenio, remitiendo a la revalorización de los salarios para los próximos años al convenio provincial, lo que supondría una pérdida importante para nuestros salarios.

Los trabajadores de Olazábal hemos aprendido que las concesiones hechas a la empresa, como la reducción de nuestro salario en un 15%, concesión realizada bajo el chantaje de cierre y pérdida de nuestros puestos de trabajo, no solo no ha reducido la voracidad del empresario para apropiarse de nuestros salarios sino que la estimula, como vemos por sus propuestas de convenio que nos están haciendo, con más intensidad si cabe.

Ante esta situación, los trabajadores de Olazábal hemos decidido mantener la presión de nuestra huelga y estamos firmemente determinados a mantener nuestro convenio, incrementos salariales que mantengan el poder adquisitivo de nuestros salarios y no vamos a permitir que se cambie la estructura de nuestra nómina.

29 de octubre, 2023

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