¡Que paguen la crisis los ricos! ¡Defendamos los intereses de los trabajadores!
“Hay décadas en las que no pasa nada; y hay semanas donde pasan décadas «. Estas palabras de Lenin resuenan ahora con toda su fuerza. La crisis del coronavirus, que ha sumido al mundo en un estado de excepción, ha sido también la gota que colmó el vaso, provocando una nueva crisis económica de consecuencias impredecibles. Sin embargo, podemos afirmar con toda seguridad que las perspectivas económicas a nivel mundial son nefastas y que, por encima de todo, ante tal situación, los burgueses y sus lacayos van a mover cielo y tierra para defender sus intereses.
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Es evidente que el coronavirus se ha convertido en un gran peligro porque se está expandiendo de manera exponencial a escala mundial, porque todavía no hay una vacuna y porque todavía no lo acabamos de entender.
Ante esta situación de crisis humanitaria, dónde los efectos del virus ni siquiera han llegado a su punto álgido, y en donde la clase trabajadora será la peor perjudicada por el simple hecho de ser la clase mayoritaria en la sociedad, los burgueses nuevamente muestran sin tapujos lo miserables que son- por encima de las vidas de miles de personas, y el sufrimiento de millones, están sus beneficios.
Tomemos como nuestro primer ejemplo del carácter de nuestra clase dominante el informe del FMI sobre España. Este informe dice, textualmente, “las instituciones del mercado laboral tendrían que seguir proporcionando suficiente flexibilidad para que puedan fijarse salarios y condiciones de trabajo que tengan en cuenta las necesidades específicas de cada empresa, especialmente a la luz de los crecientes riesgos a la baja para la economía”. En otras palabras, que el Estado se erija nítidamente como el defensor de la propiedad privada en contra de los intereses de los trabajadores.
Tirando más para casa, específicamente a Cataluña, Foment de Treball, la patronal catalana, ha sido muy clara en sus exigencias al Gobierno: bajar impuestos y facilitar despidos ante la epidemia de coronavirus. Estos grandes empresarios ya pagan unos impuestos miseros de por si considerando la ingesta cantidad de beneficios que se embolsan, pero, ante la amenaza del coronavirus y la implosión económica a sus privilegios, van más allá y exigen que se exonere “a las empresas de tener que hacer un preaviso de 15 días en los ERE”. Por lo visto, desde el punto de vista de estos burgueses, la “flexibilidad” introducida por la (contra)reforma laboral de Rajoy no es suficiente, sino que hay que emplear métodos salvajes contra los trabajadores.
Pero esta exigencia no se limita tan sólo a los capitalistas catalanes, ni mucho menos. Es más, las grandes empresas españolas ya están preparando despidos masivos. Algunos ejemplos ya anunciados son los 230 trabajadores de la cadena de hoteles Meliá o British Airways quien, de la boca de su consejero delegado Alex Cruz, ha comunicado a sus trabajadores que “los recortes «quizás serán por un período corto o quizás a largo plazo». «No podemos mantener nuestra fuerza de trabajo en su nivel actual».
A los ERE hay que sumarles los ERTEs. Escandalosamente, los dirigentes de CCOO y UGT, como buenos burócratas y fieles defensores del capitalismo, han elaborado conjúntame con las patronales CEPYME y CEOE un pequeño documento en el que exigen al Gobierno facilitar inmediatamente los ERTEs. Esta joya para los intereses de los grandes empresarios dice “ante la falta de liquidez provocada por la inactividad derivada de esta situación, se suspenderá la obligación de pago de las cotizaciones por parte de las empresas.” Esta medida se combina con la exigencia al Gobierno de que sean las instituciones quienes se hagan cargo de pagar los sueldos, eso sí, y gracias a la gran sensatez de los dirigentes sindicales, que esto no perjudique “en ningún caso el reconocimiento de futuras prestaciones de desempleo (“contador a cero”)”- sólo faltaría más!
Socialismo para los ricos, miseria para los pobres
Nosotros nos oponemos vehemente a cualquier ataque a las condiciones de vida de los trabajadores. En primer lugar, porque esta crisis no ha sido provocada por la clase obrera, sino que por el capitalismo en descomposición. Este tema ya ha sido tocado con más detalle en otros artículos; baste decir que la falta de preparación, planificación y cooperación por parte de los gobiernos, combinada con todos los recortes a la sanidad pública, son la principal causa de que el COVID-19 esté teniendo un impacto tan extraordinario.
En segundo lugar, porque des de la crisis del 2008, que provocó mucho sufrimiento y desesperación en millones de personas, los ricachones se han lucrado como nunca en la historia reciente. Mientras que las empresas del IBEX-35 incrementaron sus beneficios en un 11.3%, los sueldos cayeron en un 4.2%; mientras que la riqueza se acumulaba en cada vez menos manos, las masas sufrían los recortes, la precariedad laboral, la subida de los alquileres, etc.
Pero como ya hemos visto, esto no tiene importancia, lo único que realmente importa es satisfacer la insaciable sed de beneficios. Es más, los capitalistas no sólo van a atacar ferozmente a la clase trabajadora, sino que van a exigir explícitamente al gobierno que se haga cargo de salvaguardar sus beneficios. Y ya lo están haciendo: si un trabajador no puede trabajar en casa debe pedir la baja y que le pague el sueldo el Gobierno, los ERTEs mencionados más arriba, línea de crédito para bancos de hasta 200.000 millones, etc. Todo esto se parece mucho a la respuesta del gobierno durante la crisis del 2008, cuando rescató a los bancos e inmediatamente después impuso la austeridad. En otras palabras, es socialismo para los ricos, y miseria para los pobres.
Contra los ataques, organicémonos!
Esto es la lucha de clases. Aunque la infección del virus esté afectando a todo el mundo, los grandes capitalistas, cerrados en sus bunkers y con su sanidad privada, buscan defender sus intereses y disciplinar al Gobierno para que los defiendan, atacando así a la clase trabajadora.
Sin embargo, durante estos primeros días laborales bajo el estado de alarma, ya hemos visto ejemplos magníficos de organización y lucha para defender a los trabajadores. Este es el camino. Sólo la clase trabajadora, mediante sus organizaciones y su lucha, podrá defender sus intereses.
Estamos entrando en una nueva etapa histórica, que se va a caracterizar principalmente por la clarificación de la división de la sociedad en clases y por una lucha intensa entre los burgueses y los obreros. En esta nueva etapa, es fundamental organizarnos y luchar para defender nuestros puestos de trabajo, pero también es igual de necesario ir más allá- luchar contra la precariedad y el empeoramiento de las condiciones laborables, contra otro paquete de recortes, contra el desembolso de dinero público para rescatar a grandes empresas, y luchar también para acabar con la opresión de la mujer, el cambio climático, etc. En definitiva, debemos luchar contra el sistema capitalista que nos oprime y explota, empezando por los Borbones, pilar fundamental del capitalismo español, y el IBEX-35.
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