Récord de empleo: 20,8 millones de trabajadores. Pero ¿qué tipo de empleo estamos creando?

Los datos de empleo han arrojado un balón de oxígeno al Gobierno, que los ha celebrado por todo lo alto. España alcanza el récord¹ 1de 20,8 millones de afiliados a la seguridad social, 582.676 en los últimos 12 meses, pero ¿realmente estamos para lanzar las campanas al vuelo?

La pata derechista del Gobierno, encabezada por Calviño y Escrivá, ha declarado que “el mercado de trabajo y la economía española tienen un fuerte dinamismo”. Escrivá ha pronosticado que llegaremos a los 21 millones de afiliados durante junio o julio. La pata izquierda, encabezada por la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, si bien ha celebrado al igual que sus homólogos de Economía y Seguridad Social, destacando los récords de empleo, el mínimo de parados desde 2008 y la mejora de datos de empleo en mujeres y jóvenes; ha sido un poco más humilde y ha admitido que seguimos teniendo una escandalosa cifra de 2,74 millones de personas en el paro. Sin embargo, para Díaz, las recetas puestas en marcha por el Gobierno son las adecuadas y deben continuar.

No hace falta explicar en profundidad que la derecha erró el tiro unos 180º cuando en el año 2020 estaba alertando a través de Daniel Lacalle, uno de sus economistas de cabecera, de que con este Gobierno alcanzaríamos el 35% de paro². Actualmente la tasa de paro se sitúa en el 12,7%, bajando al nivel previo a la burbuja inmobiliaria estallada en 2008. Aunque hay que destacar que esta no es una tendencia especial en el Estado español, sino que va al hilo de lo que ocurre en la Unión Europea, cuya tasa de paro cayó al 6% en marzo de este año³. De hecho, la economía española sigue adoleciendo de un paro estructural muy superior a la media de la UE. Antonio González, de Economistas frente a la crisis, al hilo de las declaraciones del Gobierno, afirma que la dinámica del empleo en España ha cambiado sustancialmente. ¿Es eso cierto?

Si analizamos los datos vemos que el carácter del empleo sigue mostrando mucha debilidad en la economía española, que es como la casa de paja de los cerditos del cuento: ante el primer soplido podría caerse. Y es que el sector donde principalmente se está creando empleo es el sector servicios⁴, con la hostelería a la cabeza, un sector altamente dependiente del turismo. 1/3 de los empleos creados en mayo son en hostelería, y 67.000 de los 200.411 en lo que va de año, que multiplica por 3 los datos de empleo creado en labores administrativas, por 4 en el sector del comercio y por 6 en industria. De las 49.000 personas que salen de las listas del paro, 2.500 van a la agricultura, 3.000 a la construcción, 4.500 a la industria y ¡34.000 al sector servicios! (el resto a otros sectores).

Como hemos visto en otras etapas recientes, el sector del turismo es muy volátil y podría decirse que va a remolque de la industria, la energía y los sectores que realmente tiran de la economía. Obviamente, la gente viaja cuando tiene capacidad económica para hacerlo. Algo parecido ocurre con los servicios no directamente relacionados con el turismo. Por ejemplo, si una familia empieza a tener dificultades económicas, sacrificará antes los viajes, el gimnasio o el ocio, y mantendrá el pago de la vivienda, la comida, la ropa, etc.: lo más esencial para vivir.

En un contexto económico en el que asoma por el horizonte una recesión mundial y donde, de hecho, Alemania, que es la principal economía europea, ya ha entrado en recesión, no podemos pronosticar una continuidad de estos datos de crecimiento del empleo en los próximos años. Máxime cuando el BCE ha reconocido que la inflación no está aún controlada y ha decidido mantener el incremento de los tipos de interés⁵ que ahogan la economía.

El motivo por el que este año están siendo récord es el cúmulo del ahorro de los hogares durante los últimos ocho años. Además, tras un 2020 y 2021 con un turismo contenido por la pandemia, es lógico que entre en auge cuando se puede viajar con seguridad.

De hecho, podemos ver que la cifra de creación de empleo en este mes de mayo ha sido una de las más bajas de la última década⁶ y se observa una tendencia a la baja en los últimos tres años. Como dijo Zapatero en cierto momento, nos encontramos ante una “desaceleración” de la economía y, por tanto, del empleo.

Otra muestra de la precariedad del empleo creado es revelada por el dato de la EPA: el 44% del empleo creado el último año ha recaído en mujeres extranjeras, que aceptan los trabajos más precarios. Estas empleadas cobran de media 11.800€ brutos anuales⁷, no llegando ni siquiera al salario mínimo español. Esto va en consonancia con el anterior análisis de sectores que hemos hecho, puesto que servicios como la hostelería o el trabajo del hogar están entre los peor pagados y donde las contrataciones son más fraudulentas, algo que el Gobierno tampoco está persiguiendo por más veces que lo declare.

Conclusión

Los datos de empleo han mejorado y, en contra de las estúpidas declaraciones de la derecha, es un avance que podemos considerar positivo para la clase trabajadora. Sin embargo, no debemos dejar de hacer una lectura audaz entre líneas y detectar también los evidentes límites que muestra la política de conciliación de clases de este Gobierno. Para una emancipación real de la clase obrera, la única vía es la lucha activa por la nacionalización y control obrero de la economía.