Servicio de Urgencias del Hospital Txagorritxu: lucha masiva contra los recortes

Una manifestación nutrida y muy reivindicativa secundó la convocatoria de los trabajadores del servicio de Urgencias de Txagorritxu el día 8 de junio en Vitoria. Este llamamiento a los trabajadores para defender un servicio publico como es la sanidad  lo han hecho después de la negativa de la Dirección de Osakidetza a ampliar la plantilla, algo totalmente necesario para evitar el colapso del Servicio de Urgencias, la sobrecarga de los trabajadores y la deficiente atención a los pacientes.

La situación dramática, angustiosa, en la que estos trabajadores: enfermeras, médicos, etc… prestan sus servicios ha llegado al límite. La exigencia de incrementar la plantilla para cubrir las necesidades, sustituir las bajas, las jubilaciones etc… choca contra la actitud negativa de la Dirección del Servicio Vasco de Salud.

El crecimiento del malestar por el deterioro de los servicios públicos es muy importante y viene de lejos. Las encuestas del CIS -Centro de Investigaciones Sociológicas- que miden la satisfacción con los servicios públicos en el estado  ya daban en 2006 una valoración negativa  a la Sanidad del 28,3%, en 2014, la valoración negativa había subido al 36,2% y el pasado año 2023 el 43,8% de los encuestados la valoraba negativamente.

En Euskadi la preocupación que sienten los trabajadores y sus familias con el deterioro de la sanidad se ve claramente  en las recientes encuestas realizadas con motivo de las elecciones al Parlamento Vasco. La encuesta de  40Db para el País  puso en el primer lugar de las preocupaciones ciudadanas en Euskadi, con un 65,8%, el deterioro de la sanidad pública.

Desmantelamiento y privatización programados

Esta lucha ya viene de lejos, como afirma José Ignacio Martínez , portavoz de las plataformas de defensa de la Sanidad pública vasca:

“Estamos en una situación muy crítica como consecuencia de las políticas de recortes, desmantelamiento y privatización que ha aplicado el Gobierno vasco.”

Esta situación crítica, no deriva de la pandemia, como dice interesadamente el Gobierno vasco, sino que como afirma Esther Saavedra de ELA:

“Esta situación  viene de antes de la pandemia, ya en 2019 hubo tres huelgas del servicio de atención primaria”.

Oñate, portavoz de LAB afirma:

“La falta de profesionales es un reto antiguo, que nos hemos planteado hace mas de 10 años y ante lo que el Gobierno vasco puso un plan en marcha: no hacer nada y llevarnos a un escenario de hechos consumados.”

Temporalidad que supera el 50% de la plantilla

Las cifras hablan por si solas, la situación de precariedad de la plantilla es insostenible. “La plantilla total de Osakidetza la forman 42.000 profesionales, de los cuales únicamente 19.000 son fijos. Luego hay 12.000 interinos y entre 10.000 y 15.000 tienen contratos temporales” afirma el portavoz del Sindicato LAB. La temporalidad supera el 50%.

Abandono de la Atención primaria

La devaluación de las condiciones asistenciales en la  atención primaria se ha ido incrementando desde hace años. El Gobierno no ha hecho nada, al contrario, y la Sanidad se ha convertido en un problema especialmente para los mayores de 65 años.

Como informa Osasun Publikoa Aurrera, OPA, no hay sustitución de jubilaciones, no hay sustituciones en IT, hay una sobrecarga en la asignación de enfermos a los médicos, a los que también se les carga de trabajo burocrático que empobrece las tareas médicas, esto causa malestar entre los profesionales que se queman y huyen de la atención primaria.

La Atención primaria, elemento básico de la atención sanitaria y puerta de entrada en el sistema para los pacientes está infrafinanciada, lejos de las recomendaciones de la OMS que plantea dedicar a ella el 25% del gasto sanitario, frente al 14 % que se dedica en Euskadi.

Osakidetza ha vuelto a incrementar para el verano los recortes, tanto en cierre de centros como en la reducción de horarios durante un período de tiempo más largo que en 2023, -126 ambulatorios afectados- y no garantiza la apertura de los centros con el equipo completo. La verborrea electoral que prometía mejorar Osakidetza, por parte de aquellos que la están desmantelando, se ha convertido pasadas la elecciones en más de lo mismo: recortes de centros y de personal, sobrecarga para los trabajadores y atención deficiente para los usuarios.

Colapso de urgencias de Txagorritxu: de aquellos polvos vienen estos lodos

 En Vitoria-Gasteiz el PAC de S. Martin, uno de los puntos de atención de urgencia extrahospitalarias se cerró en el verano de 2019. Actualmente solo está abierto el PAC de Olaguibel que tiene sobrecarga asistencial y grandes colas que esperan recibir atención sanitaria.

Además desde febrero de 2022   las urgencias del hospital de Santiago solo se mantienen abiertas para pacientes que son derivados específicamente por la coordinación del 112 o atención primaria. Por lo tanto solo queda en Vitoria un solo recurso de asistencia urgente hospitalaria al que acudir, el hospital de Txagorritxu, con los efectos de masificación y colapso permanente de todos conocidos.

Patxi Nicolau, portavoz de ESK lo explica perfectamente:

“Desde el cierre unilateral,  y a pesar de la oposición de la ciudadanía, de las Urgencias del Hospital de Santiago hemos dicho que eso iba a significar el colapso de las Urgencias en Txagorritxu. Como ejemplo, estos días, hemos comprobado como las personas que acudieron a urgencias tuvieron que soportar más de 12 horas de espera con una sensación de precariedad y desamparo absoluto. No es un problema de incremento de infecciones respiratorias o de la climatología como dice el portavoz del gobierno, es fruto de una política planificada de privatizaciones y recortes impuesta por el PNV. Nos hemos encontrado con la tormenta perfecta, se ha producido de manera planificada el cierre de nuestros centros de salud a partir de las cinco de la tarde, eso ha propiciado que el PAC de Olaguibel sufra una saturación importante porque es el único que está abierto, sin embargo no ha sido reforzado con el personal necesario, y eso ha significado que la mayoría de personas que han necesitado asistencia han tenido que acudir al servicio de urgencias de Txagorritxu”.

La concentración de la toda atención urgente en este hospital además ha sido mal planificada, ha recibido críticas por el propio diseño de las instalaciones, que ha habido que remodelar nada mas construirlas, y no han mejorado la atención tal como se proponían.

Se asignan recursos insuficientes pero la culpa según el director de la OSI es del ciudadano que acude a  urgencias

Los recursos humanos son muy insuficientes, con disminución de la plantilla de médicos, enfermeras, inseguridad laboral, temporalidad, malas condiciones de trabajo…

Sin embargo el gerente de Osakidetza en Álava se exime de toda responsabilidad y culpa a los ciudadanos de un uso excesivo de las urgencias.

Pero, a dos años de la implantación del nuevo modelo asistencial de  urgencias, la realidad es meridianamente clara: un servicio deficiente y el malestar, de los usuarios y familiares que tienen que esperar horas interminables para recibir atención y de los propios profesionales sobrecargados por esta situación.

La carta que publica en GasteizBerri.com “Una tarde en urgencias” Andrés Mayo ilustra a la perfección los sentimientos, y reflexiones, que muchos experimentan sobre la situación de la sanidad, y que el  hizo en 7 horas de espera.

Es imprescindible la reapertura del PAC de S. Martin y el  incremento de la plantilla de Urgencias

Ha aumentado la población en Álava  y también la población mayor de 64 años, la que más atención  necesita, y sin embargo disminuyen los recursos de atención urgente. Es imprescindible la reapertura del PAC de S. Martin  y las Urgencias del Hospital de Santiago y incrementar el personal para hacer frente con calidad a las necesidades sanitarias que reclama la plantilla de urgencias de Txagorritxu cuya presión es insoportable.

Mas recursos para la Sanidad pública, menos propaganda

El gobierno vasco, PNV y PSOE, a pesar de su propaganda, de su repetición machacona de que la sanidad es la joya de la corona, sin embargo  la realidad es mucho mas prosaica, el gasto sanitario en relación con la riqueza producida, el PIB, -producto interior bruto- se queda en 2024 en el 5,52% del PIB vasco. Comparado con otras comunidades ocupamos en relación al PIB posiciones de cola.

Esa es la explicación de la actual situación de deterioro de la sanidad pública, una política de desmantelamiento deliberado de la asistencia sanitaria con el objetivo de ir privatizándola, que está provocando que la población se vea en la necesidad, si puede, de contratar seguros privados ante las limitaciones y demoras que sufren en la sanidad pública. Actualmente el 22,54% de la población de la Comunidad Autónoma Vasca tiene un seguro privado.

Otra cifra, que abunda en explicar esta política de transformar una necesidad social básica como la sanidad en un negocio privado y trasvasar recursos públicos a empresas privadas, es la derivación de pacientes a las clínicas privadas para intervenciones. “En 2023 el Departamento de Salud invirtió 269 millones de euros para pagar las derivaciones a la sanidad privada, un 9% más que el año anterior” según afirma la responsable de ELA Esther Saavedra.

La lucha de los trabajadores de Urgencias es nuestra lucha

La convocatoria por los trabajadores de urgencias  a la clase trabajadora para defender un patrimonio común, esencial para la vida, la sanidad pública, es una necesidad. Intereses económicos poderosos, con la complicidad de sus títeres en el gobierno quieren mercantilizarla y destruirla. Ese es  el camino adecuado para conseguir resolver la desesperación de los trabajadores sanitarios, que con los medios actuales no pueden atender dignamente a los enfermos, y también la manera de frenar la mercantilización de la sanidad y  de luchar para mejorar y ampliar los servicios sanitarios. No es un problema exclusivo de los trabajadores sanitarios, es un problema de la clase obrera en su conjunto.

Los testimonios de trabajadores  que están actualmente trabajando o lo han estado en el pasado son muy claros:

“Yo trabajé durante años en las Urgencias y a pesar del mucho trabajo estuve a gusto. Pero ahora no podría, el ritmo y las cargas continuas de trabajo a las que están sometidas es inaguantable, más teniendo en cuenta que trabajamos con personas y por ello no podemos cometer errores, con esa presión no se puede atender bien a los pacientes”.

Manifiesto de los trabajadores de Urgencias

“Los trabajadores del servicio de urgencias llevamos movilizándonos desde el pasado 26 de febrero para denunciar la sobrecarga y saturación diaria en Txagorritxu. En noviembre se trasladaron varias especialidades del hospital Santiago a Txagorritxu, entre otras las que quedaban allí de atención con prioridad máxima en Urgencias por ser patologías tiempo-dependientes (Código Ictus y pacientes con traumatismos agudos graves).

Se ha pasado de atender a 96 pacientes de atención de extrema urgencia a 265 pacientes en el box de críticos en el momento actual.

Que esta zona no cuente con el suficiente personal específico que precisa, supone un riesgo elevado de retraso en la atención de pacientes graves.

Tras las movilizaciones , parte del personal de Santiago pasó a reforzar la urgencia de Txagorritxu. La dirección las ha retirado de la plantilla desde el 3 de junio,  por lo que una plantilla que era deficitaria en médicos, también lo es  de enfermeras.

Desde las Urgencias y bajo el lema “el tiempo es vida”, reclamamos un aumento de personal para que tanto la sala del paciente crítico, como el área de pacientes de atención rápida cuente con personal específico que asegure una atención precoz, segura y de calidad a la ciudadanía.”

Artículo elaborado con los datos y aportaciones de las enfermeras del Servicio de Urgencias de Txagorritxu.