¡Solidaridad frente al desahucio de la Antiga Massana!
A primera hora de la mañana de ayer, cuando no había nadie en el edificio y sin previo aviso, los Mossos d’Esquadra entraron en la Antiga Massana para poner fin con un golpe de fuerza a 5 años de lucha obrera a su alrededor. Cientos de personas nos reunimos a lo largo de la mañana en protesta contra el desahucio, mostrando solidaridad hacia los vecinos y vecinas que hacían uso del espacio y reivindicando la importancia de la organización de la clase obrera.
La tensión comenzó cuando la policía cargó contra quienes protestaban por la salida de un camión lleno del material que durante años se había ido guardando para uso colectivo en la Antiga Massana. Albert Batlle, teniente de alcalde de Barcelona y concejal de Ciutat Vella, ha asegurado que todo el material volverá a manos de sus propietarios originales, siempre y cuando puedan demostrar que lo son (ElDiario 28/01/25). Una vez más sus acciones demuestran que el único interés que tienen los políticos es la defensa de la propiedad privada; la policía juega el papel de brazo armado con el que el Estado coacciona el cumplimiento de las leyes dictadas por ellos mismos con vista al blindaje del derecho a la propiedad.
En cambio, cuando la legalidad debería forzarles a contenerse, no dudan en buscar subterfugios para evadirla. Hacía meses que se había publicado la convocatoria del desahucio con fecha abierta, es decir, sin fecha ni hora establecida. Sin embargo, los representantes de la Antigua Massana habían presentado un recurso contra el desahucio, recurso que todavía no se había cerrado judicialmente cuando esta mañana han efectuado el desahucio, bajo la protección judicial, según dicen, del Juzgado Contencioso-Administrativo Número 17 de Barcelona. Esto significa que han ignorado voluntariamente el recurso y han abierto un proceso expreso para justificar su actuación. Para acabar de exponer la impunidad con la que actúan, hay que poner de manifiesto que los movimientos sociales presentes en el espacio llevaban tiempo intentando hacerse con el control por vía legal de la Antigua Massana. Parece ser que los planes del Ayuntamiento para «transformar el Raval» (ARA, 28/01/25) son más importantes.
Des de l’OCR ens solidaritzem amb l’@antigamassana i tots els afectats per la repressió d’ahir.
Aquest és un atac a l’organització política i els drets democràtics de la classe treballadora i la joventut, que alhora busca seguir venent la ciutat al turisme i l’especulació. pic.twitter.com/Ykhmp3np5C— Organització Comunista Revolucionària (@ocr_cat) January 29, 2025
Aún no sabemos qué se hará con el espacio ahora arrebatado por el Ayuntamiento a la clase trabajadora. Se habla de conectar la plaza de la Gardunya -donde se encuentra la Antiga Massana- con la Boqueria y el antiguo Hospital de la Santa Cruz (ARA, 28/01/25). La mera mención de la Boqueria pronostica el peor destino para el espacio desahuciado: teniendo en cuenta que el popular mercado barcelonés ha sufrido desde hace años una gentrificación consciente de que ha hecho de su público objetivo las carteras de los turistas, no sería de extrañar que toda la plaza Gardunya, junto al mercado, estuviera dirigiéndose hacia el mismo fin.
Mientras la Antiga Massana ha estado activa, ha servido como punto de encuentro por el Sindicato de Vivienda del Raval y por la organización de una red de apoyo alimentario, es decir, como punto de encuentro de colectivos que luchan por asegurar lo que el Estado una y otra vez ha prometido y no ha cumplido: un techo digno y comida en la mesa. También ha organizado y promovido desde clases de catalán y castellano hasta actividades deportivas. Volvemos a traducirlo: ha ayudado a integrar socialmente a todas aquellas personas en riesgo de exclusión ya sea por motivos económicos o lingüísticos y ha fomentado su participación política real, otros dos problemas que el Gobierno directamente evita. La Antiga Massana, por decirlo en pocas palabras, ha contribuido de forma efectiva a mejorar la vida de las personas trabajadoras del distrito de Ciutat Vella y del barrio del Raval, tan a menudo dejadas de lado por los poderes públicos.
La pérdida de la Antiga Massana ha sido un duro golpe contra la clase obrera de Barcelona. Desde la OCR mostramos nuestra solidaridad con la Antiga Massana y todos aquellos que ayer sufrieron la represión por defender los derechos democráticos y de organización política de nuestra clase. Habrá que seguir luchando por construir una organización revolucionaria que exprese los intereses de la clase trabajadora y los oprimidos, que pasan en última instancia por la superación del sistema capitalista en favor de una nueva sociedad, en la que los espacios y la economía estén gestionados democráticamente y de forma planificada, al servicio de las necesidades de la humanidad y no de una minoría.
¡Solidaridad con la Antiga Massana!
¡Viva la lucha de la clase obrera!
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