“TE ESTOY AMANDO LOCAMENTE”: LA IZQUIERDA Y EL MOVIMIENTO LGTB DURANTE LA TRANSICIÓN

En esta película se muestra el carácter revolucionario de los activistas políticos de la izquierda LGTB y la implicación que tuvieron en la Transición española durante el 77 en Sevilla. Es interpretada por actores españoles que, por un lado, son activistas en la vida real, y por otro, hicieron un trabajo de investigación al respecto de la época. Buscaron información en el archivo histórico de Antonio Ruiz, el cual fue encarcelado en la cárcel modelo de Valencia, en base a la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. Esta herramienta de represión era utilizada con bastante frecuencia para atacar los derechos de las personas que se salían de los preceptos del Régimen, entre las que se encontraban gays, lesbianas, trans, etc. Esta Ley entró en vigor durante el Régimen franquista en los 70, que sustituía la Ley de Vagos y Maleantes, y no fue derogada hasta 1995.

Los orígenes del MHAR

Esta es una de las motivaciones de los personajes para luchar por sus derechos, por la derogación de esta represiva ley y por la amnistía total de los encarcelados a causa de ésta, a través de la organización MHAR (Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria de Andalucía).

Los orígenes del MHAR se sitúan en 1977, en Sevilla, como muestra la película, en el contexto de auge y desarrollo de las organizaciones políticas y sociales del periodo de la Transición.

Imagen: Archivo MHAR

Comenzaron a reunirse en los locales que la JOC (Juventudes Obreras Cristianas) tenían dentro del Palacio Arzobispal de Sevilla, pues una de sus fundadoras, Mar Cambrollé, pertenecía a dicha organización. Acudían a las asambleas alrededor de unas treinta personas, cuyos integrantes eran militantes de organizaciones de izquierda como la Liga Comunista Revolucionaria, el Partido Comunista, CCOO o CNT. Desarrollaban planteamientos políticos con influencias marxistas y anarquistas.

Establecieron vínculos con el FAGC (Front d’Alliberament Gai de Catalunya), cuyos aspectos reivindicativos influyeron en el grupo sevillano. No hay que olvidar que en 1970, bajo la dictadura de Franco, Armand de Fluvià y Francesc Francino fundaron el MELH (Movimiento Español de Liberación Homosexual), lo que derivó en el FAGC; quienes el 26 de junio de 1977, en Barcelona, organizaron la primera manifestación por el orgullo LGTB en el Estado español.

El período entre 1973 y 1974 se caracterizaba por la recesión económica más importante desde el final de la II Guerra Mundial. Se iniciaba un período prolongado de crisis orgánica del capitalismo a nivel mundial, que continúa profundizándose hasta nuestros días. Esto provocó paro masivo, inflación y el estancamiento económico, que a su vez tuvo un efecto en la conciencia de millones de trabajadores. Madrid se puso a la cabeza en las movilizaciones obreras. Un ejemplo de esto fue que el 4 de junio de 1976 tuvo lugar la mayor movilización obrera en un solo día, tras 40 años de dictadura. Durante la mal llamada Transición democrática se combinaron la represión con reformas democráticas limitadas.

Era un contexto de convulsión social generalizada entre la clase obrera, un contexto prerrevolucionario.

Políticas de identidad y la perspectiva de clase

Durante la película se hacen varios guiños al Movimiento Obrero, junto al apoyo recibido por la JOC. Párrocos de base luchando por los derechos de la clase obrera, ofreciendo sus iglesias como espacios asamblearios. Todo esto teniendo al Régimen y a la Institución de la Iglesia en contra. Los actores reivindican los valores solidarios y colectivos que promueve el cristianismo en su origen; y denuncian la degeneración que sufre a manos de la Institución burocrática de la Iglesia. Reconocen una diferencia de clase dentro de la misma, así como las condiciones materiales de estos párrocos de base, que al estar en permanente contacto con la clase obrera, experimentan un desarrollo de la conciencia colectiva.

En una de las entrevistas que les hacen a los actores, explican explícitamente su punto de vista en contra de la atomización de la clase obrera en la actualidad, la división por diferencias identitarias. Abogan por la unión, la lucha unida entre los distintos grupos identitarios. Un ejemplo de ello son las imágenes de la película en las que se ve como el MHAR convoca asambleas abiertas al pueblo, organizadas conjuntamente con grupos de mujeres activistas que también sufrían la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social.

Debemos tener en cuenta que, durante la Transición, el papel de la mujer militante de izquierdas fue crucial dentro del movimiento obrero y no fue un movimiento independiente a este.

En este caso, los actores también reconocen que la lucha debe tener un fuerte contenido de clase. Explican cómo durante su trabajo de investigación en los archivos históricos de la época encuentran testimonios sobre homosexuales de alta alcurnia, los cuales se ven absueltos y no tienen que sufrir las represivas consecuencias de la Ley de Peligrosidad… Otro ejemplo fue el informe de buena conducta que les hacían las autoridades a los presuntos culpables con un gran sesgo por los valores retrógrados del Estado. Dichas personas no tenían que sufrir este sesgo por el mero hecho de pertenecer a la burguesía.

Es curioso observar que este ejemplo no lo cuentan en la película. Sería importante ya que muestra las diferencias de clase y cómo también ocurrían estas cosas independientemente de a qué minoría oprimida pertenecieran.

También podemos observar cómo, en la última escena de la película, los personajes protagonizan una manifestación; que representa el primer orgullo LGTB en Sevilla, en 1978. Esta escena de la manifestación ilegal termina con el enfrentamiento pacífico de la policía con los convocantes, que están en la cabecera, sosteniendo la pancarta. Esta escena no es nada representativa de la realidad, ya que, como sabemos, sobre todo en aquella época, bajo la influencia del Régimen franquista, la policía jugó un papel clave en la represión sufrida por la clase obrera. Podemos decir que tratan de contar la historia de esta manera para dar a entender al espectador que su ardua lucha por la derogación de la Ley de Peligrosidad… y por sus derechos en general fue todo un éxito. Que lograron la paz y armonía social, que dieron grandes pasos hacia una sociedad mejor.

Seguro que sus esfuerzos sirvieron para dar visibilidad y crear conciencia en la sociedad de la opresión que sufrían, pero estaban lejos de la paz y la armonía social, ya que no se consiguió derogar la Ley hasta 1995 y, a día de hoy, las personas LGTB siguen sufriendo una gran represión. Por ejemplo, en 2021 un chico de 24 años, Samuel, fue asesinado en las calles de A Coruña por ser gay. Esto desató una serie de concentraciones contra los discursos de odio y la homofobia a lo largo del Estado español. Aún queda camino por recorrer.

Nuestra visión acerca de las reformas

Esta película muestra la opresión que sufrían las personas LGTB y los activistas políticos de izquierdas durante la Transición pero tiene carencias a la hora de cómo orientar la lucha para llevarla al éxito.

Manifestación del MHAR el 25 de junio de 1978 en Sevilla. Imagen: Archivo MHAR

Cabe mencionar la frase más destacable que dice uno de los personajes y que vuelve a aparecer en el fundido final de la película: las cosas están cambiando pero no han cambiado todavía. Esta frase resulta ambigua y poco esclarecedora. No deja claro si quiere hacer énfasis en la necesidad de llevar hasta el final la lucha contra la opresión o en las pocas reformas logradas hasta ese momento.

Los marxistas vemos la importancia de luchar por las reformas que mejoren la vida de la clase obrera, principalmente porque estas luchas tienen un impacto en el desarrollo de su conciencia, como muestran muchos ejemplos en la historia. La clase obrera percibe su propia fuerza como clase y termina por comprender la limitación de dichas reformas, llegando a conclusiones revolucionarias contra el sistema.

Era importante que en aquella época los activistas LGTB luchasen por derogar aquella represiva Ley, ya que detenían y mataban a personas inocentes. Pero tal y como lo cuenta la película, parece que tan solo buscaban conseguir concesiones por parte del Estado sin pretender un cambio radical del sistema capitalista. Durante la película buscan derogar la Ley y una vez que supuestamente lo logran, se muestran triunfantes sin plantear otras reivindicaciones más allá de ese triunfo.

Verdadera unión y solidaridad obrera

Era y es un derecho fundamental de cualquier minoría oprimida reivindicar sus derechos, pero entendemos que debemos mirar más allá de la opresión particular de cualquier grupo concreto. Una vez más, pensamos que la película no muestra un mensaje nítido al respecto. En una de las escenas, aparecen los personajes recogiendo firmas para conseguir la derogación de la Ley, así como la amnistía total de los presos, y se muestra cómo los obreros de izquierdas rechazan a los activistas LGTB y sus reivindicaciones, negándose a firmar. Aquí, tratan de mostrar el supuesto rechazo que recibían por parte de la clase obrera y cierto es que había prejuicios hacia las personas LGTB pero no era una cuestión generalizada entre los obreros de izquierdas. En realidad, en muchas ocasiones son las minorías las que acaban aislándose de las luchas conjuntas por unas mejores condiciones de vida para la clase obrera. En la película, en ningún momento se muestra a los activistas más allá de su propia lucha.

Los marxistas estamos en contra de la separación de las luchas de los diferentes grupos oprimidos. Entendemos que las distintas reivindicaciones deben adherirse a las del conjunto de la clase obrera, ya que es la clase social que recibe constantemente ataques a sus derechos democráticos, sociales y por supuesto, laborales; incluyendo así a todas las personas LGTB de clase obrera. La burguesía siempre preservará sus intereses de clase ante cualquier concesión, tanto a la clase obrera como a los grupos oprimidos dentro de esta, y tratará de perpetuar el modelo de familia burguesa nuclear, cuyo origen es la propiedad privada y la sociedad patriarcal dividida en clases sociales. La burguesía trata de restar libertad a la diversidad criminalizando cualquier otro tipo de relación elegida libremente. Ante la necesidad de elegir entre sus intereses o los de la gran mayoría la burguesía elegirá siempre sus intereses.

Una verdadera solidaridad obrera se forja en la lucha unida con el conjunto de los oprimidos. El origen de toda opresión es el mismo, el sistema capitalista con sus formas de producción esclavizadoras bajo el precepto de la propiedad privada.

¡Los grandes cambios en la sociedad se dan desde la lucha del pueblo unido inconforme! – Alba Flores

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