Venezuela: «consulta» opositora del 16 de julio contrarrestada con demostración de fuerza chavista
Empecemos con la «consulta» de la oposición, a la que anteriormente habían llamado referéndum o plebiscito y que, a pesar de ser convocada por la Asamblea Nacional dominada por la oposición, no tenía ningún estatus legal ni garantías reales. Los medios de comunicación internacionales han resaltado que esta consulta se organizó «contra los deseos del régimen», pero en realidad el gobierno no intentó detener la consulta que además contó con el apoyo logístico de las Alcaldías y gobernaciones opositoras, así como de la Asamblea Nacional y el respaldo de la clase capitalista.
Cinco ex presidentes de derecha de diferentes países latinoamericanos (todos ellos involucrados en escándalos de corrupción y que han utilizado la represión brutal contra trabajadores y campesinos en sus propios países) fueron a Venezuela a «observar» la consulta e hicieron discursos incendiarios al final del día, exigiendo que Maduro «preste atención a la voluntad expresada del pueblo y se vaya». No se les impidió el viaje a pesar de su carácter provocador.
La oposición fue capaz de movilizar a un gran número de personas. Esto nunca estuvo en discusión. Incluso en algunas zonas chavistas de la capital había colas en sus mesas electorales, como en El Valle, Antímano y Catia, por ejemplo. Sin embargo, es necesario precisar las circunstancias. En Catia (Parroquia Sucre del municipio Libertador), en 2013 el registro electoral contenía a más de 290.000 personas, de las cuales el 39% (91.000) votaron a favor de la oposición. Ayer, la oposición tenía una mesa de votación para su consulta en esta zona. Por supuesto, si uno intenta hacer votar a más de 90.000 personas en un solo punto de votación en 9 horas, ¡el resultado serán largas colas!
Como hemos explicado antes, la consulta de la oposición no tenía garantías, como lo admitieron los propios dirigentes de la oposición, que admitieron que la gente podía votar más de una vez, pero apelaban a su «conciencia moral» para que no lo hicieran. Está circulando un video que muestra a una persona que votó tres veces en una hora en el bastión reaccionario de Chacao
Además, como se había anunciado, al final del día quemaron las papeletas y los registros, presuntamente para «proteger a la gente de la represión», pero en realidad garantizando que, independientemente del resultado anunciado, nadie podrá jamás verificarlo ni auditarlo. Para una oposición que ha estado acusando a la revolución bolivariana de fraude electoral durante los últimos 15 años, ¡no está nada mal!
Lo que fue notable, sin embargo, fue la movilización de la base chavista para el ensayo de las elecciones de la Asamblea Constituyente. De hecho, tanto el gobierno como las masas chavistas consideraron que esto no era una prueba para ver cómo funcionaba el proceso, sino más bien se consideró como una demostración de fuerza, una oportunidad para mostrar a la oposición reaccionaria, que ha estado involucrada en violentos disturbios y acciones terroristas por más de 100 días, que rechazan fundamentalmente su intento de derrocar al gobierno.
Las colas fuera de los colegios electorales oficiales del Consejo Nacional Electoral para el ensayo eran masivas en todo el país, incluso en las grandes ciudades donde la oposición es fuerte, en algunas de las cuales controla la alcaldía y los gobernadores regionales y ha estado constantemente en la calle durante más de tres meses, como Barquisimeto, Valencia, Mérida, etc. En muchos casos, como en Catia la Mar (Vargas), en Maracaibo (Zulia), en algunos barrios de Caracas como El Valle o Lídice, las colas eran tan largas que las mesas permaneceron abiertas hasta las 8pm en lugar de cerrar a las 4pm como estaba previsto. Particularmente significativa fue la participación en Petare, una parroquia que ha votado por la oposición en las recientes elecciones. Hemos recibido informes de Mérida de muchas personas que hicieron cola durante horas y finalmente se fueron a casa sin participar en el simulacro.
Es importante destacar este punto por dos razones. En primer lugar porque los medios de comunicación internacionales ignoraron completamente el proceso oficial de simulacro o ensayo, o bien mintieron deliberadamente para decir que la participación había sido muy baja. Por ejemplo, El País escribe: «este diario pudo comprobar en un recorrido por Caracas la escasa afluencia a algunos colegios electorales que acogieron el ensayo convocado el mismo día por el chavismo para la votación de la Asamblea Constituyente. Había locales que lucían vacíos, a pesar de los esfuerzos de los medios audiovisuales del Estado en mostrar una avalancha de participantes que no era tal». No sabemos de dónde sacó su información Alfredo Meza, el corresponsal del periódico, pero este no es un informe veraz de lo que realmente sucedió. Lo sabemos porque en la galería de imágenes publicada por el propio El Pais hay cuatro fotos de largas colas chavistas para el simulacro, aunque en el pie de foto se afirma que eran chavistas «esperan en la calle para participar en la consulta impulsada por los opositores»!!
Alba Ciudad y AVN han publicado dos galerías de imágenes, incluyendo fotos de diferentes partes del país, que dan una visión general de la participación en el simulacro oficial de las elecciones a la Asamblea Constituyente. Aquí hay un par de fotos tomadas por camaradas en Antimano, Caracas. Para hacerse una idea del estado de ánimo ver por ejemplo este video, rodado en La Vega, Caracas, por el conductor de Zurda Konducta Oswaldo Rivero. Dudo mucho que Alfredo Meza haya estado alguna vez en La Vega, pero, desgraciadamente para la oposición, Caracas es más que Altamira.
La segunda razón por la que esta movilización chavista es importante es porque revela que hay una reacción sana por parte de muchos en la base chavista entre los trabajadores y los pobres que, a pesar de todas las dificultades económicas, saben que si la derecha llega al poder, lo pagarán muy caro. Es un instinto de clase muy sano es alimentado por la rabia por la situación que han tenido que vivir en los últimos tres meses de violencia constante de la oposición y de bloqueos de la carretera llevados a cabo por pequeño número de personas que les secuestran contra su voluntad, y la atmósfera de linchamiento contra los chavistas que la oposición ha creado.
Evidentemente, la oposición no esperaba tal reacción y esto les ha descolocado. Tardaron horas en anunciar los resultados. En una clara demostración de divisiones y entre sus diferentes facciones, antes de que los resultados fueran anunciados, diferentes figuras de oposición ya los estaban analizaban en uno u otro sentido.
Entonces, ¿cuál fue el «resultado» de la consulta de la oposición? Declararon oficialmente que habían participado 7.186.170 personas. Supongamos por un momento que la cifra es verdadera. Eso sería menos de los 14 millones que ellos mismos habían anunciado que participarían, pocos días antes del 16 de julio, y también por debajo de la cifra más conservadora anunciada por Capriles como una prueba decisiva del éxito de la jornada. La oposición también anunció que «con este resultado Maduro habría perdido un referéndum revocatorio», refiriéndose a la Constitución que establece que un referendo revocatorio será vinculante para el Presidente en ejercicio, más personas tendrían que votar por su revocación que los que lo eligieron. Desafortunadamente para la oposición, Maduro fue elegido con 7.587.579 votos en 2013, y por lo tanto no habría sido revocado con estas cifras. No sólo eso, sino que la cifra que se inventaron es de hecho menos incluso que lo que consiguió el candidato de la oposición en esa elección presidencial, que fueron 7.363.980.
Pero examinemos la plausibilidad del «resultado» anunciado. Según la oposición, tenían 2.000 centros de votación con un total de 14.000 casillas de votación, que permanecieron abiertas durante 9 horas, de 7 de la mañana a 4 de la tarde. Algunos puntos permanecieron abiertos hasta más tarde, pero muchos ya estaban vacíos mucho antes. Vamos a calcular: 7.186.170 votos / 14000 cabinas / 9 horas = 57 votos por hora por cabina = 1 voto cada minuto y 5 segundos en cada una de las cabinas de votación ¡durante 9 horas sin parar! En ese minuto y 5 segundos cada votante tenía que ir a la mesa, mostrar su identificación, hacer que sus datos fueran anotados en el registro electoral, recibir su papeleta de votación, rellenarla, doblarla y ponerla en la cajita de cartón. Este sería un logro masivo para la oposición, uno que rompe todos los records electorales y ¡también algunas leyes de la física también!
Sólo para dar un ejemplo: en España hay 63.000 venezolanos según el censo de enero de 2017. De estos unos 9.000 están por debajo de la edad de votación, quedando 54.000. La oposición sin embargo afirma que 91.981 venezolanos participaron en la consulta en España. Ahora bien, puede haber algunas discrepancias entre el censo y las cifras reales de venezolanos en España, pero ¿casi 38.000 más de los que están en el censo? Podemos tener serias y justificadas dudas sobre estos datos.
En realidad, podemos decir que el «referéndum» de la oposición le salió por la culata. En el momento de escribir este artículo, los líderes de la oposición aún no han salido a decir cuáles son los próximos pasos que pretenden tomar. Su retórica antes del 16 de julio fue violenta. La consulta debía ser la «hora cero» para un levantamiento nacional y el derrocamiento del gobierno antes de las elecciones de la Asamblea Constituyente del 30 de julio. Todavía podrían intentarlo, pero ahora parece menos probable que lo fueran a lograr. Por supuesto, eso no quiere decir que vayan a dejar de intentarlo. Tanto España como Estados Unidos ya están hablando de sanciones contra Venezuela (tal vez dirigidas a funcionarios seleccionados) «si la Asamblea Constituyente sigue adelante».
Sin embargo, los principales problemas subyacentes siguen ahí: una profunda crisis económica, el agotamiento de las reservas de divisas (ahora por primera vez por debajo de los US $ 10.000 millones), una inflación muy alta, una rápida devaluación de la moneda, todos factores que se combinan para provocar el desgaste de la base social de la revolución bolivariana.
El gobierno, en una posición débil, continúa con su política de conciliación de clases, que a su vez, combinada con la corrupción generalizada de altos funcionarios y el burocratismo en la forma en que se dirige el movimiento, está desgastando y desmoralizando a la base chavista. Frente a todas estas dificultades, la dirección bolivariana, en lugar de basarse en la actividad revolucionaria de las masas para golpear a la reacción, confía en las fuerzas del Estado y hace llamados a la paz y el diálogo. El nivel de movilización revolucionaria independiente de la izquierda chavista ha sido muy débil y se ha concentrado principalmente en las zonas rurales.
El resultado de la «consulta» del 16 de julio, en el período inmediato, probablemente tendrá el efecto de debilitar la ofensiva contrarrevolucionaria, pero a menos que se aborden los problemas fundamentales, esto sólo será temporal.
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