“Ahora” de Biznaga: canciones de acción directa
En un mundo cada vez más dominado por la precariedad para la clase trabajadora, es casi inevitable que el punk encuentre su voz en tiempos de crisis (como siempre lo ha hecho), y la banda Biznaga con su álbum ¡Ahora! lo demuestra con fuerza. El estado de ánimo de la juventud siempre ha encontrado en la música un reflejo de sus luchas, preocupaciones y aspiraciones.
Aunque la banda malagueña-madrileña en sus álbumes anteriores ha demostrado una conexión con las problemáticas sociales, en ¡Ahora!, lanzado en octubre de 2024, encontramos una crítica contundente y urgente a las realidades sociales que nos asolan en cada una de sus canciones. Las de este último álbum se han convertido en las más escuchadas de la banda, al menos mediante streaming, y el sold out en varias salas de la península nos demuestra que hay un interés latente en este género que siempre ha demostrado su capacidad para canalizar no solo las inquietudes personales, sino también las colectivas y sociales.
En sus 11 canciones encontramos desde críticas a la precariedad laboral, la salud mental, la especulación inmobiliaria y la angustia generacional, hasta una clara alusión al genocidio en Gaza en la canción que da nombre al álbum, Ocupar el AHORA: “¿Cómo podemos tolerar, Un genocidio emitido en tiempo real?”.
El disco comienza con El futuro sobre plano, donde abordan la crisis de la vivienda y sus efectos devastadores: “Si el plan urbanístico actual, Es privatizar, especular, Si cada puto metro cuadrado, Lo explota un buitre ya, Si no hay vivienda social…”. En Espejos del caos nos encontramos con la trágica historia de una pareja que sigue conviviendo solo para poder pagar el alquiler, que apenas se pueden permitir a pesar de sus estudios: “Carlos tiene dos carreras, Vende alarmas para chalés, Ana un máster, varios idiomas, Y hace camas en un hotel…”
En La gran renuncia encontramos una crítica al desgaste laboral, que sobre todo vimos con la crisis del COVID, particularmente en Estados Unidos, donde miles de trabajadores renunciaron a sus puestos laborales para la estupefacción de los capitalistas: “La gran renuncia es en realidad, No querer aceptar la posibilidad, De renunciar al estado de malestar, vivir para vivir, no para trabajar“. Además, temas como Lorazepam y plataformas y Benzodiazepinas abordan la medicalización de la angustia social. En Réquiem por un Rider encontramos un reflejo crudo de la precariedad de estos trabajadores, y en Agenda 2030 aparece una crítica mordaz a la inteligencia artificial utilizada para oprimir y un futuro distópico que no es tan lejano “Circula libre el capital, La patria está donde el dinero, libertad, Vas a pagar por trabajar, Cierra la fábrica de sueños, a currar“.
En Las afinidades eléctricas, personalmente, encuentro un homenaje al propio género, al punk, a menudo infantilizado o incluso considerado apolítico a pesar de la gran diversidad de las bandas que lo componen, en ese eterno debate inútil sobre si ha muerto: “La institución llama mala educación, A cuestionar la autoridad, Y para ti cada canción es rebelión, En contra de la realidad… ¿Quién sabe qué puede pasar cuando os juntáis en el local? ¿Quién sabe qué puede pasar con toda esa electricidad?”.

¡Ahora! es un álbum que combina crítica social con un llamado a la acción / Biznaga
En resumen, ¡Ahora! es un álbum que combina crítica social con un llamado a la acción y evoca a la resistencia a través de la música y sus letras. A pesar de la desolación que pueden transmitir en ocasiones las letras, con riffs melódicos y casi melancólicos en algunas canciones, el álbum también ofrece un toque de optimismo en canciones como El entusiasmo, que resalta la importancia de pasar a la acción: “Esto es una canción de amor, Y una declaración de guerra, Una canción de amor y acción, Canción de acción directa”. O letras como las de Imaginación política: “¿Te imaginas que fuera posible otra vida, Que hubiera alternativa a esta deriva?, ¿Y si fuera verdad?, Es verdad. Es verdad.”
En la Organización Comunista Revolucionaria no solo imaginamos, sino que también nos organizamos para luchar por esa alternativa a este sistema capitalista podrido que cada vez nos da menos a cambio de todos nuestros esfuerzos. “Ocupemos el ahora. El tiempo que nos queda por vivir. ¡Es ya!”
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