Alberto Rodríguez, expulsado del Congreso: un ataque del Poder Judicial contra la clase trabajadora con la complicidad cobarde del aparato del PSOE

Finalmente, el compañero Alberto Rodríguez, diputado de Unidos Podemos por la circunscripción de Tenerife, ha sido despojado de su acta de diputado por una decisión de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que ha cedido de forma vergonzosa a las presiones del Tribunal Supremo y de la derecha.

Hay que señalar que esta decisión, exigida por el juez Marchena con ambigüedad calculada pero con no menos vengativa firmeza, se ha tomado en contra del criterio de los letrados del Congreso y de la posición de la mesa de la cámara, que por mayoría desestimó los argumentos de la derecha y del Supremo y dictaminaron que la sentencia no obligaba a Rodríguez a dejar el escaño ni a Batet a expulsarlo. Esta decisión supone una victoria momentánea de la derecha y el aparato del Estado y una nueva cesión vergonzosa del aparato del PSOE. La respuesta de Unidos Podemos ha sido presentar una querella contra Meritxell Batet por prevaricación que, por su condición de aforada, sólo se puede interponer ante el mismo Tribunal Supremo.

Como señalamos en nuestra anterior declaración, la sentencia contra Alberto Rodríguez tiene un carácter puramente político. El proceso contra el diputado canario estuvo destinado desde el principio a retirar del congreso a un representante de la clase trabajadora. No se presentó ninguna prueba en ese juicio de que Alberto Rodríguez agrediera de algún modo a un policía antidisturbios, pero aun así la condena estaba escrita de antemano, lo que constituye un escándalo vergonzoso y un nuevo episodio de la guerra unilateral del aparato del Estado contra Unidas Podemos.

Los miembros del Tribunal Supremo son enemigos declarados de la clase trabajadora y activistas a tiempo completo de la derecha, no le reconocemos ninguna autoridad al tribunal que condenó por sedición a líderes sociales y representantes elegidos democráticamente por el pueblo catalán, por el hecho de haber convocado un referéndum para decidir democráticamente la relación de Catalunya con el resto del Estado y que ahora descargan su venganza contra Unidas Podemos. El compañero Alberto Rodríguez ha sido elegido por voto popular, ningún poder del Estado puede deponerlo, es un ataque a los derechos democráticos que no podemos aceptar.

Denunciamos la complicidad cobarde de los dirigentes del PSOE, que una vez más muestra su miedo a un enfrentamiento frontal con el aparato del Estado en lugar de defender a los representantes elegidos por el pueblo. Al final, como podemos comprobar con asuntos clave como la reforma laboral y el monopolio de las eléctricas, la dirección del PSOE siempre traiciona y cede a la presión de los ricos y poderosos, porque son más fuertes sus vínculos con la clase dominante que con las bases obreras que votan al partido. Los movimientos entre bambalinas de Pedro Sánchez para evitar la derogación de la reforma laboral, de acuerdo con la patronal y la Comisión Europea, así como el acuerdo espurio con la derecha para la renovación del Tribunal Constitucional, permitiendo al PP colocar a jueces afines, demuestran cuáles son las prioridades del aparato del PSOE y lo lejos que están de defender los intereses de la clase trabajadora.

Es lamentable que, desde el primer día que Rodríguez fuera sentenciado, Unidos Podemos no haya convocado ninguna movilización popular para defender a sus representantes elegidos por voto popular. Esto da alas a nuestros enemigos para persistir en sus ataques, es una muestra del cretinismo parlamentario y legalista extremo de la cúpula de UP. A estos canallas sólo se les puede enfrentar con la más amplia movilización popular; pero, lamentablemente esto es lo que está ausente desde hace años de la estrategia de UP, incluso cuando estaba al frente Pablo Iglesias.

Por lo tanto, emplazamos a la dirección y a los militantes de UP a que con carácter inmediato convoquen a la movilización contra este ataque escandaloso en lugar de fiar su respuesta al legalismo burgués que no lleva a ninguna parte. La denuncia por prevaricación a Meritxell Batet será archivada por los mismos que condenaron al compañero Rodríguez y le otorga autoridad moral a este mismo tribunal enemigo del pueblo.

La destitución de Rodríguez es la última de una serie de provocaciones del aparato del PSOE, en comunión con la patronal y la judicatura, contra Unidos Podemos. En casi dos años de cogobierno, y tres de gobierno de Sánchez, apenas si se ha revertido nada de la legislación antiobrera y antidemocrática de los gobiernos del PP, y la ofensiva judicial y política de estos días tiene como objetivo que esto siga así. La dirección de UP debe sacar todas las conclusiones de estos hechos preparar la salida de UP del gobierno, donde está maniatada sin posibilidad de defender sus posiciones ni apelar a la calle. Para recuperar su autoridad ante la juventud y los sectores avanzados de la clase obrera, la dirección de UP debe denunciar sin ambages la traición del aparato del PSOE y apelar a la movilización de masas.

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