Aulas sin voz: ¿Hasta dónde tenemos derecho a huelga?
En el IES Politécnico, un instituto de Sevilla, la dirección violó el derecho de protesta de los estudiantes utilizando excusas sin sentido. Esto ocurrió cuando se planteó una huelga debido a la manifestación por la DANA en Valencia el día 12 de noviembre, a la cual varios estudiantes tenían intención de acudir, pero cuando se presentó la confirmación al director, este dijo que era inválida porque debía ser entregada con 3 días de antelación, cosa que no fue informada a los delegados en ningún momento, así como ningún otro requisito sobre el derecho a huelga.
Tras eso, nos planteó cambiar la huelga al día siguiente, cuando había una manifestación convocada por el partido político Vox, contradiciendo lo comentado antes al proponer una huelga sin esos tres días de antelación. Esto supuso un problema para todos los alumnos con propósito de manifestarse, ya que las faltas injustificadas podrían afectar a sus becas, exámenes u otros aspectos académicos.
Además de todo esto, los intentos de presentar otras huelgas, a las cuales se nos dijo que teníamos permiso de convocar cuando creyéramos necesario, también fueron denegados, tomados a la ligera o ni siquiera escuchados, llegando la dirección incluso a enviar un comunicado a las familias hablando sobre «la convocatoria de huelgas innecesarias y el abuso del derecho a huelga», mientras que las razones de la huelga eran completamente justificadas y válidas.
Una de las excusas por las que la huelga fue echada para atrás fue que no afectaba directamente a nuestra educación, lo cual es una razón nada válida, ya que el derecho a huelga puede ejercerse sin excepciones, sobre todo al ser un tema político.
Desde hace mucho, los estudiantes hemos sido una parte muy importante de las protestas y un gran apoyo a los trabajadores en cuanto a temas polémicos se refiere, ya que somos un engranaje que cuenta con tuercas como la energía, el deseo de un mundo mejor, la capacidad de lucha, las promesas de futuro y los sueños y, sobre todo, la rabia acumulada al descubrir que el mundo donde vivimos está lleno de desigualdades.
Frenar este engranaje es quitar una pieza fundamental a la lucha contra las opresiones, a las protestas y las huelgas, huelgas que han sido reprimidas y peleadas por generaciones anteriores para que nosotros gocemos de ese derecho y lo tengamos garantizado: es nuestra manera de alzar la voz, y quitar este derecho es atentar contra la libertad de expresión y una manera directa de represión.
En muchos otros institutos de la zona también ocurrieron prohibiciones injustas con la misma huelga, cosa que se muestra bastante extraña, sobre todo, al ser una huelga que ponía su foco y atacaba a la mala gestión que el Estado tuvo sobre el desastre natural de la DANA, y no había habido problema alguno en estos institutos a la hora de aceptar huelgas anteriores que se repetían con frecuencia incluso semanas antes, pero que trataban de otras cosas. Como alumnos, no podemos tolerar esto y debemos hacer todo lo posible para que, aunque lo intenten, no puedan quitarnos un derecho fundamental como lo es este. Aunque parezca poca cosa, son este tipo de restricciones las que nos hacen dar pasos hacia atrás en la historia y perder poco a poco los derechos y la libertad sin darnos cuenta.
En el IES politécnico se intentará hacer una reunión en horario lectivo para discutir este hecho, hacer que lo que nos corresponde sea conocido y explicar el porqué de la importancia de estas protestas. Trataremos también de organizar una huelga, para la que deberíamos unirnos a otros institutos afectados por el mismo motivo, para mostrar nuestra indignación e intolerancia hacia la prohibición injusta de esta huelga y no permitir que ocurra de nuevo. ¡No queremos ningún alumno en las aulas mientras haya motivo de lucha en las calles!
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