¡Que la crisis no la paguen los estudiantes!
El pasado curso 2019-2020 fue interrumpido repentinamente con la llegada de la pandemia provocada por la COVID-19 y el subsiguiente confinamiento domiciliario que duró cerca de tres meses. Ante esta situación, tanto profesorado como alumnos se tuvieron que adaptar a un nuevo modelo de docencia y evaluación online, de forma improvisada y, en muchos casos, sin los recursos necesarios para ello.