Campaña internacional contra el imperialismo y la guerra ¡Participa!
Editorial del número 107 de Lucha de Clases – La Internacional Comunista Revolucionaria ha lanzado una campaña internacional contra el imperialismo y la guerra. Queremos denunciar lo que es obvio para la mayoría de la gente común: los horrores de la guerra, los billones de dólares destinados cada año a sembrar muerte y destrucción, y mostrar quién se enriquece con ello. La clase trabajadora nada tiene que ganar con esta barbarie capitalista destructiva. También queremos ayudar a esclarecer lo que no es tan obvio: las razones que conducen a esto y que están enraizadas en el sistema económico del capitalismo y su creación última: el imperialismo. En tercer lugar, queremos contribuir a generar un movimiento internacional masivo contra el militarismo y el belicismo imperialista, que agrupe a la mayor cantidad posible de individuos y organizaciones. Debemos mostrar nuestro puño a los ricos y poderosos y hacer conscientes a la clase trabajadora, la juventud y demás capas oprimidas de la sociedad, de la enorme fuerza y poder que descansa en sus manos para derribar este sistema irracional. No queremos quedarnos en lo que rechazamos, también queremos mostrar lo que defendemos: un programa de reivindicaciones dirigidas contra toda esta lacra que ayude a fijar en el horizonte la lucha por el socialismo y derribar el trono de los mercaderes de la muerte que dominan nuestras vidas y el planeta.
Contenido
Auge militarista reaccionario
La cuestión del militarismo y la guerra ha sido colocada en el primer punto del orden del día. Gaza, Ucrania, Congo, Sudán, tensiones crecientes en el estrecho de Taiwán, guerras y guerras civiles en más de 30 países de todo el mundo: este es el presente y el futuro que el capitalismo destina a la humanidad. Décadas de barbarie guerrerista han conducido a un récord en el número de desplazados forzados, estimado actualmente en 117 millones de personas.
Solo en 2023, el gasto mundial militar alcanzó la cifra récord de 2,2 billones de dólares. Sólo con este dinero se cubrirían dos tercios de la inversión de 3,5 billones de dólares anuales que se calcula necesaria para luchar contra el cambio climático. O podríamos dar a todo el mundo una educación gratuita y de calidad. ¿Cuántos médicos y enfermeras podrían formarse para dotar de personal a unos sistemas sanitarios renovados que en la actualidad se están desmoronando? Con sólo 40.000 millones de dólares anuales (menos del 2% del gasto militar mundial) se podría alimentar a los 850 millones de personas que actualmente pasan hambre. De un solo golpe, podríamos resolver cualquiera de los numerosos problemas a los que se enfrenta la humanidad.
Pero a los militaristas que se sientan en los gobiernos de toda Europa aún les parece poco. La OTAN ha decidido que sus países miembros deben gastar al menos el 2% del PIB en defensa. Mientras, los gobiernos y la derecha nos dicen que no hay dinero para construir viviendas sociales, ni para contratar a trabajadores sanitarios, que la Universidad es muy cara y no se pueden abaratar o suprimir las matrículas, que falta dinero porque se lo llevan los inmigrantes, etc.
¿Quién se beneficia?
Se dice que la guerra es terrible. Sí, terriblemente beneficiosa. Los mercaderes de la muerte de los consejos de administración de las multinacionales de armamento se están haciendo de oro. El valor de las acciones de las siete principales empresas estadounidenses del sector y de las seis europeas ha aumentado un 59,7% desde el 24 de febrero de 2022, cuando se inició la invasión de Ucrania. La facturación de las firmas norteamericanas creció un 27,47%, mientras que las europeas lo hicieron en un 28,82% (elpais.es, 27/08/24).
El gobierno español llora lágrimas de cocodrilo por el genocidio en Gaza, pero es cómplice igual que los demás gobiernos occidentales. Desde el 7 de octubre de 2023 España ha comprado armamento a Israel por 1.037 millones de euros y ha vendido armas a este último por más de 1 millón. El ministerio de defensa español sigue firmando contratos con empresas armamentísticas israelíes. El 16 de agosto firmó un acuerdo con NCT, una de las proveedoras de las Fuerzas Armadas de Israel. Cuatro días antes autorizó una compra a Elbit Systems, otra contratista del área militar. (publico.es 28/08/24).
Capitalismo significa guerra
Este auge militarista no se debe a que nuestros gobernantes estén locos o sean inherentemente violentos. El mundo está repartido entre un puñado de potencias imperialistas globales o regionales (EEUU, China, Rusia, Europa occidental, Japón, Australia, etc.), que compiten entre sí por medio de sus multinacionales por recursos, fuentes de materias primas, mercados e influencia. Necesitan guerras para hacer valer sus intereses y desplazar a sus rivales. Es la defensa del lucro y la vida privilegiada y depravada de unos pocos miles de magnates y ricachones lo que ha puesto a la población mundial a los pies de los caballos. Ellos tienen a todos los gobiernos y organismos internacionales (OTAN, FMI, UE, etc.) en su bolsillo. El capitalismo genera imperialismo, y el imperialismo genera armamento y guerras.
¿Y qué pasa con esa «democracia» que supuestamente están «salvaguardando»? En todas partes, la militarización va acompañada de lo mismo: censura, una campaña histérica contra toda oposición a las aventuras militares, represión descarada y erosión de los derechos democráticos que tanto ha costado conseguir.
Lo que defendemos
Es por todo ello que, desde la ICR, luchamos por:
- Fuera la OTAN y demás tratados y organizaciones imperialistas!
- ¡Sanidad, no guerra! ¡Libros, no bombas!
- ¡Expropiar a los especuladores de la guerra! ¡Expropiar a los mercaderes de la muerte! Nacionalización sin pago de toda la industria de armamento. Todas las empresas nacionalizadas deben ser puestas bajo control obrero para reequipar las fábricas con fines socialmente útiles
- ¡Expropiar sin indemnización los bancos que están atados por un millón de hilos a las industrias de guerra!
- ¡Defendamos el derecho a la libertad de expresión! No al silenciamiento de los antiimperialistas.
- ¡Defender el derecho a la protesta! ¡Contra la represión del movimiento antiguerra!
- ¡Fin a la criminalización del movimiento contra la matanza en Gaza!
- ¡Contra el imperialismo y el militarismo! ¡Alto a las guerras interminables!
- ¡Paz entre los pueblos, guerra contra los multimillonarios!
- ¡Proletarios del mundo, uníos!
Queremos llegar a cada campus, escuela secundaria, organización de trabajadores, sindicato y centro de trabajo, para dar una expresión clara a la creciente rabia de la sociedad, y dirigirla contra los culpables responsables de la barbarie que ahora se levanta a nuestro alrededor: nuestras clases dominantes imperialistas. ¡Únete a nosotros en esta campaña y ayúdanos a difundirla!
Siendo consecuentes con lo expuesto, debemos luchar para derrocar a los militaristas en casa, para detener los designios imperialistas de nuestra propia clase dominante. Sólo la guerra de clases puede detener la maquinaria bélica imperialista. Sólo la revolución socialista puede derrocar al capitalismo y abrir el camino a una verdadera era de paz.
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