El incremento de la explotación de los trabajadores eleva las bajas laborales por enfermedades mentales
Esta noticia publicada los últimos días en los medios me ha recordado lo escrito por Marx respecto a la enajenación que sufre el trabajador en su trabajo. Creo que lo caracteriza perfectamente y ayuda a entender lo que está ocurriendo.
Dice Marx:
“¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz , sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador solo se siente en si fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de si. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado, (…) En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a si mismo sino a otro”. Marx. Manuscritos económicos-filosóficos.(Énfasis nuestro)
Que magnífico análisis de la relación de los trabajadores con el trabajo asalariado, con él podemos perfectamente entender la frustración, el malestar, la insatisfacción de los trabajadores, especialmente la juventud trabajadora en la actualidad, ante su falta de futuro, trabajando en situaciones de exigencia y presión insoportable, con contratos precarios, malas condiciones de trabajo, bajos salarios que no permiten la emancipación. Esta situación de negatividad, de no vida como perspectiva vital, conduce inevitablemente a la enfermedad.
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No es fraude, es explotación
Esta alarma en los medios ante el incremento del absentismo, no persigue el objetivo de analizar las causas y ponerles remedio, sino se trata más bien de alertar a la opinión pública sobre los costos que supone para las empresas y el Estado, y convertir a los trabajadores enfermos en sospechosos de conductas fraudulentas. En definitiva, tratan de limitar los derechos de los trabajadores enfermos y forzarlos a ir a trabajar incluso en situación de enfermedad.
Para empezar, tenemos que aclarar el concepto de absentismo. Las estadísticas en general son un saco donde se incluyen: desde la no asistencia injustificada al trabajo junto con derechos legales, arrancados por la lucha en el pasado, así como la situación de baja por enfermedad expedida por el médico de la Seguridad Social. Los permisos retribuidos contemplados en los convenios y en la propia legislación general: como bodas, asistencia a familiares enfermos, nacimiento de hijos, etc. tampoco es absentismo, y lo incluyen los derechos recogidos en la legislación como las horas sindicales, derecho de huelga, incluso las vacaciones … Para la patronal, todo lo que no sea estar en el puesto de trabajo es absentismo.
Esta filosofía patronal la expresa claramente el representante de Adecco Institute: “En 2020 se eliminó el despido por absentismo (basado en faltas justificadas pero intermitentes) y se ha extendido una cierta generosidad en las coberturas de bajas que ha favorecido su incremento”.
Adecco incluye en las cifras de absentismo el conjunto de horas no trabajadas por todos los motivos posibles: vacaciones, incapacidad temporal (IT), maternidad, motivos personales, conflictividad etc…
A la vista del tamaño de las empresas mayoritario en este país, el 95% tiene menos de 10 trabajadores, en estas empresas

El beneficio empresarial no viene de la tecnología sino de una explotación intensiva de la mano de obra / UL
. Están cubiertas en su mayoría por lo tanto por convenios sectoriales estatales, convenios que son de mínimos. Según la Agencia Tributaria, el salario medio bruto fue en 2023 de 23.981 euros brutos anuales. Aunque hay que precisar que el 60% , más de 12 millones de trabajadores, ingresaba por debajo de esa cifra. Incluso el sueldo del 37% era inferior al SMI, (1.080 euros mes.) Especialmente sangrante es la situación de la juventud trabajadora que además de un amplio desempleo, el mayor de la UE, 25,5 %, los salarios del grupo de edad hasta 26 años no alcanzaban el salario mínimo anual equivalente a tiempo completo (15.120 euros) en 2023.
Con estos exiguos salarios, con la ley en la mano, el trabajador en situación de Incapacidad Temporal no percibe nada los primeros tres días, salvo que su pago esté acordado en el Convenio, cobrando entre el 4 y el 20 día de la baja el 60% de la base reguladora y a partir del 21 el 75%. A estos derechos básicos y mínimos los tilda la patronal de “generosidad”.
La alienación del trabajo nos enferma
Es un dato objetivo que las bajas por enfermedad están creciendo, y es necesario conocer realmente porqué.
Hay estudios, sin embargo, que afirman que: “Durante los momentos de incertidumbre los trabajadores acuden a su puesto pese a estar enfermos, lo que rebaja la estadística de IT“. (M. Mar Crespí en su tesis sobre incapacidad laboral y absentismo laboral. Universidad de Islas Baleares).
Es una realidad constatada que en tiempos de crisis económica los trabajadores no se pueden “permitir” coger la baja porque pueden perder sus empleos. Esta situación llegó a su máxima expresión con la reforma laboral del Partido Popular que justificaba el despido por bajas justificadas pero intermitentes. Reforma que fue revertida por el gobierno en 2020.
Otro especialista en Trabajo y S. Social, Pérez Prado de la Carlos III afirma:
“Me parece exagerado considerar que el aumento del absentismo es consecuencia del fraude, más bien lo contrario, tendríamos que pensar que en el caso de las incapacidades temporales, como precisamente quienes las reconocen son los médicos, la mayoría van a estar motivadas por una justificación real. Siendo así esto nos debe llevar a pensar las verdaderas causas que están detrás”.
Exactamente, esto es lo que habría que hacer, analizar las enfermedades y buscar las causas que las producen y hacer un plan para enfrentarse a este grave problema de salud, no tratar a los trabajadores enfermos como presuntos delincuentes. Sin embargo, ni está ni se le espera. No se puede tocar el mecanismo de explotación de la economía española, basada en bajos salarios, jornadas interminables, contratos precarios, derechos laborales mínimos y a veces imposibles de exigir si eres un trabajador de una micro empresa, eventual, de ETT, subcontratado… etc.
La irrupción de la enfermedad mental
La realidad es que, a pesar de la falta de respuesta del Portal de transparencia de la Administración del Estado sobre las causas de las enfermedades que más bajas han provocado en los últimos años, los datos de otros estudios, que utilizan datos de la S. Social como el IVIE, permiten observar que las enfermedades de salud mental son las segundas que tienen procesos más largos (más de 12 meses) y registraron en 2023 (18% del total) un aumento del 5% en los últimos 5 años, el más alto entre todos los diagnósticos.
Según Raymond Torres, de Funcas: “El cambio tecnológico y la manera de organizar el trabajo ha producido un aumento del absentismo laboral y de las enfermedades mentales hasta ahora desconocido.” Este fenómeno también ocurre en Europa y EEUU. La causa, según él, es un trabajo cada vez más “exigente”.
Otros estudios afirman que las bajas laborales por salud mental han aumentado un 120% alcanzando cerca de 452.000 casos registrados en 2023. Los sectores más afectados según este estudio son: Sanidad, Educación y Hostelería por sus condiciones de trabajo exigentes y afectan sobre todo a las mujeres y a la juventud trabajadora.

Lo que es una evidencia es el rechazo cada vez mayor, especialmente entre la juventud trabajadora, al trabajo al que hoy tienen acceso, cada vez más precarizado / UL
Lo que es una evidencia es el rechazo cada vez mayor, especialmente entre la juventud trabajadora, al trabajo al que hoy tienen acceso. Cada vez más precarizado, a través de ETT, subcontratación, con contratación parcial indeseada. Cada vez más disponible a las necesidades de las empresas. Conectado muchas veces permanentemente a la empresa fuera del horario laboral, lo que produce ansiedad. Cada vez más alejado de las necesidades básicas para tener una vida digna, cada día con salarios más bajos. Obligados a prolongar la jornada laboral con horas extras que además no se cobran. El Sindicato de Inspectores de Trabajo afirma que, a pesar de la introducción del registro horario en 2019, hay más de 6 millones de horas extras que ni se cotizan ni se cobran.
Esta experiencia insatisfactoria en relación con el trabajo nos enferma, y lo hace especialmente con la juventud que acude llena de ilusiones a trabajar y se ve cosificada, maltratada, utilizada descarnadamente para obtener el máximo beneficio. En algunos casos directamente mata, los accidentes laborales han aumentado hasta septiembre de 2024 a 573 muertos, un 9% más que un año atrás. Además, una parte importante de estos accidentes son infartos, derrames cerebrales y otras dolencias producto de la extrema presión, ansiedad y las malas condiciones de vida y trabajo. No tenemos que olvidar que el trabajo asalariado es una parte mayoritaria de nuestra existencia que condiciona lo que somos en el trabajo y fuera de él, lo que podemos comprar para vivir, para alimentarnos, para participar en la vida social …
Otras causas del alargamiento e incremento de las bajas laborales
Además de esta situación de degradación del trabajo, existen otras causas que permiten entender el incremento de las bajas por enfermedad.
Según M. Crespí de la Universidad de las Baleares, experta en Trabajo y S. Social:
“Los trabajadores son cada vez más mayores y la edad es uno de los condicionantes de la salud, lo previsible es que esto vaya a peor. Ahora los trabajadores de más de 50 años son el 34,4% de los trabajadores frente al 2012 que eran el 25,2% y el 19% en 2002.” A pesar de estos datos los sindicatos UGT y CCOO, el Gobierno y la patronal CEOE han pactado favorecer y estimular el alargamiento de la vida laboral más allá de la fecha de jubilación, con lo que esta situación se perpetuará y además no se abrirán las puertas de los centros de trabajo a los 2,5 millones de trabajadores parados y especialmente a la juventud trabajadora parada».

Otro de los aspectos que esta aumentando el número de bajas y su duración es el “atasco” de la sanidad pública / UL
Otro de los aspectos que esta aumentando el número de bajas y su duración es el “atasco” de la sanidad pública. Si los problemas de salud se diagnostican tarde la recuperación es inevitablemente más lenta.
Ya hemos comentado en otros artículos anteriores la desidia y abandono de la Sanidad Pública y el fomento de la sanidad privada por parte de los sucesivos gobiernos y la degradación que esa política ha supuesto para los propios trabajadores sanitarios, sobrecargados, y también sobre los usuarios. Esta situación impacta de lleno en el diagnóstico y recuperación de los trabajadores que enferman. Las listas de esperas son interminables, los datos ofrecidos en 2024 sobre las listas de espera de 2023 alcanzan un récord histórico con 849.535 pacientes en espera de una operación no urgente y 128 días de espera media, el 24% de ellos llevaba 6 meses de espera.
Esta caótica situación afecta decisivamente al diagnostico, el tratamiento y la recuperación de los trabajadores enfermos y sus oportunidades de rápida curación. Otra vez, siempre al quite, los sindicatos UGT y CCOO , la patronal CEOE y el Gobierno han firmado un acuerdo que increíblemente tendrá el apoyo parlamentario del PP y que permitirá a los médicos de Atención primaria de la S. Social derivar a las Mutuas patronales a pacientes con enfermedades musculo- esqueléticas para las pruebas diagnosticas , tratamiento y rehabilitación. Otro paso más en la dirección equivocada, fomentando la atención privada en vez de la pública y dejando a los trabajadores enfermos en manos de unos médicos y profesionales, que en vez de tener como principal objetivo la recuperación de la salud, están sujetos como asalariados, a férreas directrices de las mutuas patronales para devolver rápidamente al trabajador enfermo a la producción.
No necesitas un psicólogo, necesitas una organización
La situación en que vive toda la clase trabajadora y especialmente la juventud es insostenible, al no poder encontrar solución a los graves problemas vitales que nos atenazan y nos impiden vivir, acabamos enfermos. Debemos enfrentarnos a ella, darle solución.
Recuerdo un discurso de un viejo sindicalista que, dirigiéndose a los jóvenes explotados, les decía que no iban a resolver sus problemas con consultas al psicólogo, lo que necesitaban era organizarse con el resto de los trabajadores y luchar por cambiar su situación.
Esa ha sido la experiencia histórica de los trabajadores, así hemos progresado, arrancando derechos sociales y políticos al empresario y al Estado. Es el único camino, la organización y la lucha, no hay salida individual. Para ello debemos recuperar nuestros instrumentos de lucha, los sindicatos obreros, arrebatárselos a la burocracia colaboracionista y recuperarlos para lo que generaciones de obreros que, antes que nosotros, los construyeron.
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