Éxito de las Jornadas de Formación de Horitzó Socialista
El mes de marzo, distintos compañeros de la CMI asistimos a las Jornadas de Formación de Horitzó Socialista (HS), el primer evento público de HS desde su presentación el otoño pasado. Las jornadas fueron todo un éxito, agrupando a centenares de jóvenes en distintas universidades de los Països Catalans. En ellas, los compañeros expusieron su análisis de coyuntura, así como las posiciones del Movimiento Socialista sobre el movimiento estudiantil, el papel de la cultura y el arte en la lucha por transformar la sociedad, entre otros temas. Finalmente, se presentaron los grupos de debate Gènesi, en los que también estamos participando desde la CMI.
En su análisis de coyuntura, los compañeros se refirieron al aislamiento de las fuerzas del marxismo en la actualidad y el abandono del programa comunista por parte de las direcciones del proletariado en el último siglo. Correctamente, señalaron que el origen de esta “derrota histórica” no debe entenderse como la caída de la URSS u otro acontecimiento puntual, sino como un proceso histórico que hunde sus raíces décadas atrás. En nuestra opinión, este proceso, como toda la historia de la lucha de clases en el último siglo, sólo puede entenderse mediante un balance científico de la degeneración burocrática de la URSS y el auge del estalinismo.
Por encima de todo, el aislamiento de la revolución en un país atrasado y asediado por el imperialismo sentó las bases materiales para el ascenso de la burocracia. Pese a mantenerse los fundamentos de la economía planificada, la nueva casta dirigente representó una involución política, dentro y fuera de la URSS. La teoría científica del marxismo, la política revolucionaria y el internacionalismo bolchevique fueron sustituidos por el impresionismo, el oportunismo y los intereses nacionalistas de la burocracia. Sirviéndose de la autoridad del régimen soviético ante los militantes comunistas de todo el mundo, esta política fue trasladada a los Partidos Comunistas de cada país, preparando el terreno para trágicas derrotas.
Otro elemento que los compañeros de HS apuntan en su análisis es la crisis de la socialdemocracia. Como correctamente explican, el dominio de la socialdemocracia en el pasado se sustentó en el período de expansión capitalista que siguió a la Segunda Guerra Mundial. En este contexto de auge económico la burguesía tenía margen para hacer concesiones. A su vez, la posibilidad de mejorar sus condiciones mediante reformas, sumado al aislamiento de las fuerzas del marxismo, empujaban la consciencia de los trabajadores hacia el reformismo.
Sin embargo, el espejismo de un progreso indefinido bajo el capitalismo terminó por romperse. La crisis del 2008 significó un punto de inflexión en este proceso. En la situación actual de crisis orgánica del capitalismo, la clase dominante no tiene margen para concesiones. Los compañeros tienen razón cuando dicen que hoy la socialdemocracia no sólo es incapaz de llevar a cabo su programa de reformas, sino que actúa como impulsora de contrarreformas. En otras palabras, la crisis del capitalismo significa la crisis del reformismo.
En este contexto, los mazazos sobre la consciencia actúan hoy en sentido opuesto. La crisis del capitalismo empuja a cada vez más sectores de la clase obrera y la juventud a la lucha, en busca de una salida revolucionaria a sus reivindicaciones. Las ideas del comunismo encuentran un eco cada vez mayor entre la juventud. El propio auge del Movimiento Socialista refleja este fenómeno. Por ello, los compañeros de HS exponen que el nuevo ciclo político lleva consigo la posibilidad de construir un nuevo “bloque revolucionario”. Coincidimos totalmente en que esta nueva época abre grandes oportunidades para los revolucionarios. ¿Cuál es, entonces, nuestra tarea?
Las condiciones objetivas son más que maduras para el socialismo. El desarrollo de las fuerzas productivas, así como el peso numérico y social de la clase trabajadora, es hoy mayor que nunca. Sin embargo, en todas partes, las condiciones objetivas contrastan con la extrema debilidad del factor subjetivo: la falta de un Partido revolucionario capaz de dirigir a las masas a la toma del poder. Su construcción es nuestra tarea. Esto significa, en el momento actual, construir una organización de cuadros, armados con la teoría marxista e integrados en el movimiento de masas. El Movimiento Socialista tiene un enorme potencial para ello.
Imagen de portada: Horitzó Socialista
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