La extraordinaria crisis sanitaria y económica está mostrando cada vez más el carácter real de las cosas. Así, el escándalo surgido por la “investigación” judicial sobre la responsabilidad de la manifestación del 8 de marzo en Madrid en la propagación de la epidemia de Covid-19, está mostrando el carácter profundamente reaccionario del aparato del Estado, infestado hasta la médula de franquistas y reaccionarios en general.