¡La plantilla de Michelin-Vitoria para la producción y se moviliza masivamente exigiendo el convenio que se merece!

Los trabajadores de Michelin con su masiva y ejemplar movilización, parando la producción, han demostrado que depende de ellos si se fabrican o no las ruedas en Michelin y han dicho ¡BASTA YA! a años de retrocesos en sus condiciones de trabajo y salario.

A pesar de las presiones de la dirección (audio del sr Cesar Moñux, director de la fábrica de Vitoria-Gasteiz hasta el 1 de julio) y los cantos de sirena de la mayoría del comité de empresa, que tras negarse a convocar y participar en las asambleas de fábrica, se oponían a la convocatoria de huelga; ésta fue ratificada desde la asamblea de trabajadores para los días 5-7-10 y 12 de junio, propuesta por el bloque sindical CGT, ELA, LAB y ESK. El bloque sindical mayoritario del comité de VItoria-Gasteiz pidió su desconvocatoria hasta que se realizara la reunión del Comité Intercentros con la patronal el día viernes 9 de junio, mediante un comunicado por parte de CCOO titulado «no estamos de broma» y el comunicado del Comité del 2 de junio.

La plantilla, empezando por los trabajadores de taller, han tomado en sus manos el protagonismo y la dirección de su lucha por un convenio digno. Como explicaban en el texto, en que, con el apropiado título de «El último despropósito», se respondía a la petición de desconvocatoria de las huelgas a la mayoría del Comité de Empresa:

«Esta es una convocatoria sustentada por la respuesta de la plantilla, y a quien debéis consultar qué hacer es a la plantilla y no a ningún sindicato. Esto se soluciona en asambleas generales, a las que no os apetece asistir a pesar de que estáis invitados. Ahí es donde se puede preguntar si se desconvocan las huelgas, pero claro a esa asamblea no puedes ir con las manos vacías y tratar de que entendamos que primero se paran las huelgas y después nos ofrecen algo ¿No debería ser al revés? Ahora somos la plantilla la que llevamos la voz cantante, y estamos demostrando con nuestra movilización y respuesta masiva, la unidad necesaria para lograr el convenio que nos merecemos. Por eso os preguntamos ¿Si la gente responde a qué viene eliminar la herramienta que hace fuerte a la plantilla? ¡Parece un poco absurdo ¿No?!

Lo que explica, tras muchos años de desmovilización, el estallido actual de la lucha obrera en Michelin, al igual que el verano pasado ocurrió en Mercedes, es que los trabajadores no toleran ya el chantaje patronal, que aceptado como buena moneda por las direcciones sindicales mayoritarias UGT-CCOO-CSIF, asevera que, para garantizar el futuro de la Fábrica, los trabajadores debemos renunciar a nuestros derechos y aceptar que hay que ¡Vivir para Trabajar!

Como respondía a la gerencia un trabajador del taller R con más de 25 años de antigüedad:

«Es complicado conseguir una fábrica de referencia y de futuro, cuando los trabajadores de producción tenemos sueldos del pasado, y los escandalosamente altos sueldos que disfrutáis en la alta maestría, contrastan con los nuestros cada vez más escasos. Mientras vemos cómo nuestra empresa goza de buena salud y de altos beneficios, los trabajadores en cada convenio perdemos derechos y retrocedemos. Cada vez trabajamos más horas por menos dinero, cada vez nos cuesta más salario pagar la luz, llenar el depósito del coche, la cesta de la compra o pagar la hipoteca. Michelin sube el precio de las ruedas y vende más, pero luego no nos quiere repartir las ganancias que generamos. ¿Cuántas ruedas han salido los días de huelga, parando sólo los de producción? Pues eso mismo, si la plantilla genera el producto, los trabajadores y trabajadoras merecemos una subida justa, qué menos que el IPC, y puestos a pedir en esta nuestra maravillosa fábrica de referencia podríais preocuparos por nuestra seguridad y salud. Cuando una y otra vez en el R y en otros talleres, por los elevados ritmos de trabajo y los movimientos repetitivos, terminan generándose un montón de problemas en las articulaciones y la espalda, y nos encontramos con verdaderos problemas físicos, si no con incapacidades. Hasta el punto de que algunos ya hemos perdido la cuenta de los compañeros que han tenido que dejar de trabajar en la fábrica antes de su jubilación y que, de regalo, se han llevado una tara para el resto de su vida.”

Como un reflejo del ambiente de lucha generalizado y del malestar acumulado entre los trabajadores, cuando los dirigentes de UGT, CCOO y CSIF convocaron reuniones de sus respectivos afiliados, se han encontrado con la realidad en forma de un puño en alto, con el rechazo masivo de sus bases a la propuesta de la empresa. Como un ejemplo del ambiente real, el pleno estatal de Michelin de la UGT informó que tras realizar reuniones de sus secciones sindicales en los distintos centros, con alta participación, el 80% votó en contra.

Con este ambiente de apoyo masivo a la lucha, en la reunión del viernes 9 de junio entre el Comité Intercentros y la empresa, los 7 sindicatos presentes, manifestaron su oposición a la oferta patronal. Aprobando asimismo que las demás fábricas afectadas por el convenio se unirán a las jornadas de huelga ya convocadas en Vitoria para los días 10 y 12 de junio. Por otra parte se da un plazo de 72 horas que culmina el martes 13 de junio para que la empresa reabra las negociaciones. Si transcurrido dicho plazo no hay respuesta por parte de la patronal, se llevarán a cabo dos nuevas jornadas de huelga general en todo el grupo para el lunes 19 y el viernes 23 de junio.

La recuperación de los métodos tradicionales de lucha por parte de los trabajadores, empezando por el papel decisivo de las asambleas generales de Fábrica, tal y como se resaltaba en la alocución final de la manifestación del día 10 de junio en Vitoria-Gasteiz, ha conseguido forzar la unidad de acción sindical. Este es el camino a seguir. Somos el conjunto de los trabajadores, afiliados o no, quienes tenemos que determinar el rumbo y los objetivos de la lucha.

Los beneficios estimados por el grupo MEPSA de 900 millones de euros en los 3 últimos años, significan que de cada uno de los casi 7.400 trabajadores en plantilla, han aportado un plusvalor de 35.135 € por año. Eso supone una tasa aproximada de ganancia por trabajador, respecto al total del coste salarial, de un 82%. Con estas cifras no nos pueden decir, que no se pueden recuperar los más de 4000 euros de poder adquisitivo perdidos, desde el último convenio.

Al mismo tiempo, hay que garantizar que no vuelva a haber ninguna pérdida de poder adquisitivo en nuestros salarios, para ello debemos exigir a través de una cláusula de revisión salarial anual, una subida de al menos un punto superior al IPC. Así mismo, es vital poner coto y reducir la flexibilidad, garantizar la seguridad y la salud en el trabajo. Para ello hay que exigir la reducción de jornada, eliminar el “team building” y garantizar la eliminación de las dobles escalas salariales, respetando la máxima de “a igual trabajo, igual salario”.

Ha sido en las asambleas generales de Fábrica, donde democráticamente hemos decidido tras escuchar los distintos puntos de vista, el camino a seguir. Sólo así es posible garantizar la unidad de acción y conseguir como hasta ahora, el apoyo y la participación masiva en las concentraciones, movilizaciones y huelgas convocadas. Ahora que la lucha se extiende al conjunto del grupo y se ha logrado el rechazo sindical unánime a la propuesta patronal, es más importante que nunca que sigamos siendo el conjunto de los trabajadores quienes tomemos la lucha en nuestras manos. Es vital que el martes 13 de junio, para conocer la respuesta patronal y concretar los próximos pasos a dar, se convoquen ASAMBLEAS GENERALES en todos los centros de trabajo de la empresa. Este es el único camino para garantizar la UNIDAD de ACCIÓN. De esta forma, organizados y juntos, doblegaremos a la empresa y lograremos el convenio que nos merecemos.

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