Nuevo volumen de Obras Escogidas de Lenin

Desde la Editorial Lucha de Clases de la Organización Comunista Revolucionaria, nos agrada presentar al público este segundo volumen de Obras Escogidas de Lenin.

La publicación de este nuevo libro de escritos de Lenin no podía venir en un momento más oportuno, justo en el año donde se conmemora el centenario de la muerte del gran revolucionario ruso, y cuando el interés por las ideas del comunismo se ha acrecentado de una manera no vista en décadas entre la juventud revolucionaria y las capas avanzadas de la clase obrera.

Este segundo volumen de obras escogidas de Lenin sale a la luz cuatro años después del primero. El primer volumen, publicado en septiembre de 2020, contenía cuatro de sus obras más relevantes: El imperialismo, fase superior del capitalismo; El Estado y la revolución, La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo y El derecho de las naciones a la autodeterminación. Para este segundo volumen hemos decidido hacer una selección de escritos de Lenin, agrupados temáticamente.

Lenin tenía un dominio magistral de la teoría marxista en toda su profunda y amplia variedad, y en su aplicación a los principales campos de la actividad y del saber humanos: filosofía y teoría del conocimiento, economía, historia, ciencias naturales, etc. De ahí que nos haya resultado difícil elegir una variedad de temas que no diera como resultado un libro demasiado voluminoso que lo hiciera inmanejable para el lector. Un tercer volumen de obras escogidas se hará necesario en cualquier caso.

Para este fin, hemos elegido siete bloques temáticos, que son: teoría marxista; el imperialismo, la guerra y la crisis de la II Internacional; la revolución rusa, la construcción del partido revolucionario, la cuestión nacional y colonial, la juventud comunista y, por último, un aspecto muy poco conocido como fue la última lucha de Lenin antes de morir, que libró contra la burocracia naciente en el Estado soviético, encarnada por Stalin.

Si la elección de temas resultaba difícil, mucho más lo era elegir los textos adecuados de entre su vasta producción escrita. Necesariamente, el resultado siempre va a ser insatisfactorio dadas las limitaciones del tamaño que debe tener esta obra.

No obstante, creemos que la selección de las obras elegidas complacerá al lector. Los textos que ofrecemos en esta obra representan un compendio muy completo del pensamiento de Lenin sobre los temas presentados.

En relación a la presente edición, hemos tomado como base las versiones producidas por Editorial Progreso de la URSS, en su última edición de 1988, revisadas y cotejadas por nosotros. Las notas a pie de página van sin firma, a excepción de las introducidas por el propio Lenin en sus obras, en cuyo caso quedan claramente identificadas. También hemos incluido un texto introductorio de Rob Sewell, conmemorativo del centenario de la muerte de Lenin, donde da cuenta de los aspectos principales de su vida y su obra.

Pasamos brevemente, a comentar el contenido de los escritos de cada bloque temático.

En el bloque dedicado a la teoría marxista ofrecemos dos textos clásicos de Lenin que proporcionan una síntesis brillante del pensamiento marxista, tanto para quienes se adentran por primera vez en el estudio del marxismo  como para el activista y militante ya familiarizado. Tales son Carlos Marx, escrito en 1914, en vísperas del estallido de la Primera Guerra Mundial, y Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo, escrito en 1913 en ocasión del 30º aniversario de la muerte de Marx. En el primer texto se ofrece un esbozo biográfico de la vida de Marx y un resumen magistralmente redactado de las tesis fundamentales del marxismo sobre materialismo dialéctico, economía y la lucha revolucionaria de la clase obrera por la transformación socialista de la sociedad. En el segundo texto, Lenin combate a quienes tratan el marxismo como una doctrina sectaria, separada de la vida real, y resalta cómo el marxismo surgió como el resultado natural de toda la historia precedente, como la coronación y la síntesis más elaborada del pensamiento humano hasta la fecha, en particular de la filosofía clásica alemana, la economía política clásica inglesa y el socialismo utópico francés. Marxismo y revisionismo es un texto escrito en 1908 que era, como el mismo autor dijo, una “declaración formal de guerra” al revisionismo. Lenin demostró en este trabajo que, al triunfar el marxismo en el movimiento obrero a fines del siglo XIX, sus enemigos cambiaron los métodos de lucha y se aplicaron a socavar la doctrina marxista desde dentro del propio movimiento, mediante “enmiendas” y “revisiones” de sus postulados más importantes. Los revisionistas, como Bernstein, negaban el materialismo y la dialéctica marxistas, negaban las tesis básicas de la economía política marxista, rechazaban la idea de la lucha de clases y del poder obrero, y renunciaban al socialismo como objetivo final del movimiento obrero. Lenin mostraba cómo el revisionismo era un fenómeno internacional con profundas raíces en la sociedad capitalista contra el que había que desplegar una lucha constante y sistemática.

No es casual que estas obras fueran escritas por Lenin tras la derrota de la revolución rusa de 1905, cuando se instaló un profundo reflujo en el movimiento y surgieron todo tipo de desviaciones oportunistas, ultraizquierdistas, e incluso místicas. Lenin consideró su deber concentrarse en la defensa de la teoría para combatir estas desviaciones y armar a los cuadros contra las mismas.

El último texto de este bloque lo forma el artículo Sobre el significado del materialismo militante, de marzo de 1922, y que fue publicado en la revista Pod známenem marxisma (“Bajo la Bandera del Marxismo”) (1922, nº 3). La idea principal del artículo se expresa en el concepto de materialismo militante. Aquí Lenin formula las tareas más importantes que tienen planteadas los teóricos de la filosofía marxista: ante todo, la divulgación entre las amplias masas de la concepción materialista dialéctica del mundo, incluyendo la propaganda del ateísmo, utilizando los materiales concretos más diversos, a la luz de los problemas que plantean el desarrollo social contemporáneo y el progreso del saber científico. Lenin insiste en una alianza para este fin entre los comunistas y los científicos materialistas consecuentes no comunistas. La filosofía marxista no puede desarrollar fecundamente la teoría materialista dialéctica sin apoyarse en los adelantos de las ciencias naturales. A su vez, sin tener una firme fundamentación materialista dialéctica, estas últimas no pueden resistir la lucha contra las desviaciones idealistas e irracionales que aun hoy pululan en la ciencia oficial.

El segundo bloque de escritos tiene como objeto esclarecer el fenómeno del imperialismo, la guerra imperialista iniciada en 1914 y la degeneración chovinista de la II Internacional. Aquí incluimos un solo artículo, La bancarrota de la II Internacional, que es uno de los más relevantes de Lenin de ese período. Este artículo tiene la virtud de concentrar, él solo, todos estos aspectos fundamentales: la guerra mundial como la consecuencia del desarrollo imperialista y monopolista del capitalismo, y la degeneración de la II Internacional que apoya y sostiene a cada burguesía nacional, como la consecuencia de la integración de la capas superior del proletariado (la aristocracia obrera) y la pequeña burguesía liberal, situadas a la cabeza de las organizaciones socialdemócratas, en el propio sistema capitalista. La conclusión más importante que defiende Lenin es la ruptura organizativa inmediata de los marxistas revolucionarios con los socialdemócratas chovinistas.

El tercer bloque lo dedicamos a la Revolución rusa, tanto la de 1905 como la de 1917. El primer artículo, Informe sobre la revolución de 1905, es la transcripción de una conferencia que dio Lenin a las Juventudes Socialistas suizas en Zurich, apenas dos meses antes del estallido de la revolución de febrero de 1917. Es una exposición magistralmente condensada de las fuerzas motrices de la primera revolución rusa, de la que se extrae la conclusión de situar al proletariado a la cabeza de la inminente revolución en Rusia. Los otros artículos son dos de los documentos más importantes de Lenin escritos durante la revolución de 1917. Fueron escritos en vísperas de la Revolución de Octubre, cuando el Partido bolchevique ya había conseguido una mayoría decisiva en la clase obrera, y se situaba a la cabeza de la mayoría de los soviets de toda Rusia. En La catástrofe que nos amenaza y como combatirla, escrito a fines de septiembre de 1917, Lenin expone con gran prolijidad de datos el estado catastrófico de la economía rusa, la incapacidad del gobierno de mencheviques y socialrevolucionarios para hacerle frente y los vínculos de éste con la burguesía y las potencias imperialistas de la Entente (Francia, Gran Bretaña, EEUU) en la continuación de la guerra. Lo más relevante del texto de Lenin es cómo expone un detallado programa de transición al socialismo, con medidas concretas que ligan las necesidades inmediatas de las masas trabajadoras y del estado económico de la nación, con la toma del poder por la clase obrera y el control obrero de la economía. Las medidas expuestas en este artículo constituirán semanas más tarde, tras la toma del poder, la base de las medidas revolucionarias que impulsará el primer gobierno soviético. El artículo El marxismo y la insurrección –publicado en las mismas fechas que el anterior– es una carta dirigida al Comité Central del Partido bolchevique, donde Lenin detectaba una resistencia extrema a dar los pasos prácticos para organizar la insurrección y la toma del poder por la clase obrera rusa, cuando ya la situación había madurado para esa instancia. Lenin explica cómo las condiciones objetivas habían madurado para el triunfo de la revolución socialista, y que los preparativos técnicos y el “momento” de dar el paso decisivo debían ser abordados como un arte.

El cuarto bloque, dedicado a la construcción del partido revolucionario, lo forma una de las obras más importantes de Lenin: el ¿Qué hacer?, escrito en 1902. En ella, se expone un modelo de partido revolucionario que será la base sobe la cual se estructurará posteriormente el Partido bolchevique, una organización de cuadros revolucionarios probados en la teoría marxista y la lucha de clases, que se proponga como la vanguardia de todas las capas oprimidas de la sociedad, en la perspectiva de convertirse en un partido de masas. Incluimos un extenso prólogo de Rob Sewell que analiza detenidamente el contenido del libro y rebate algunas malinterpretaciones que se han hecho sobre esta obra capital de Lenin.

El quinto bloque está dedicado a un aspecto destacado de la aportación de Lenin a la teoría y práctica marxistas: la opresión de las minorías nacionales en los Estados ya conformados, y la opresión imperialista de los países coloniales y excoloniales. El texto Notas críticas sobre la cuestión nacional, escrito a fines de 1913, es un complemento a la obra de Lenin El derecho de las naciones a la autodeterminación, ya publicada en nuestro primer volumen de Obras Escogidas. Mientras que en este último trabajo, Lenin pone el énfasis en la obligatoriedad de todo comunista de oponerse a cualquier tipo de opresión de las minorías nacionales y de combatir el chovinismo de la nación opresora, en el trabajo que presentamos para este segundo  volumen, Lenin pone el énfasis en la necesidad de los comunistas de mantener una independencia de clase absoluta de las tendencias nacionalistas de la nación oprimida. El texto que le sigue, Proyecto de tesis sobre la cuestión colonial, fue escrito para el II Congreso de la Internacional Comunista (1920) y constituye la base del programa comunista para encarar la lucha por la liberación de las naciones oprimidas por el imperialismo, lo cual jugó un papel clave en la construcción de los partidos comunistas en las naciones de capitalismo atrasado dominadas por el imperialismo. Aquí, Lenin advertía que los comunistas no deben convertirse en el furgón de cola de la burguesía nacional de las naciones oprimidas, como fue la política estalinista posterior, sino que deben aspirar a ponerse a la cabeza del movimiento por la independencia nacional, fusionando las tareas democrático-nacionales inconclusas con la revolución socialista.

El sexto, bloque, dedicado a la juventud, lo constituye un interesante discurso de Lenin al III Congreso de las Juventudes Comunistas de Rusia en octubre de 1920, donde insta a la juventud comunista a estudiar los mejores logros legados por la cultura capitalista del pasado, a fusionar la teoría marxista con la práctica revolucionaria, y a constituir los destacamentos de primera línea en la reconstrucción económica y cultural de la Rusia soviética tras años de devastación por la guerra mundial y la guerra civil que le siguió.

El último bloque lo constituye un aspecto menos conocido de la obra y vida de Lenin, cuando en los últimos meses de su vida útil, física y políticamente, decidió librar una batalla contra la burocracia naciente que arraigaba en el Estado soviético y el Partido Comunista de la URSS. En su autobiografía, Mi Vida, el gran revolucionario ruso León Trotski informa que, a fines de 1922, Lenin le propuso formar un bloque contra la burocracia, personificada en Stalin. Para ilustrar este aspecto de la última lucha de Lenin incluimos un conjunto de cartas dirigidas a la dirección del partido y  varios dirigentes del mismo, incluidos Trotski y Stalin, siendo la más relevante la famosa Carta al Congreso, considerada su “testamento político”, y de la que Lenin dio instrucciones para que se leyera en el siguiente congreso del partido. En ella, Lenin califica a Stalin de “rudo” y “desleal”, y pide su destitución como Secretario General del partido, al mismo tiempo que califica a Trotski como el miembro más capacitado del Comité Central. Hay un conjunto de cartas de Lenin, que hemos seleccionado de esta batalla, que tienen como fin combatir a la burocracia en varios aspectos, como las tendencias conciliadoras con la burguesía mundial de este sector del partido, que proponía eliminar el monopolio del Estado del comercio exterior, así como su política nacionalista pro-rusa en Georgia y otras repúblicas soviéticas no rusas. Para estas dos batallas, Lenin nombra como representante suyo a Trotski, al encontrarse impedido físicamente, para dar la batalla en los organismos dirigentes del partido. Esto prueba la completa confianza política que Lenin depositaba en Trotski. Lenin también insiste en democratizar las estructuras del partido y del Estado soviético proponiendo la entrada de obreros en los organismos dirigentes del partido y del Estado. Una de las últimas cartas, dirigida a Stalin, alcanza una altura trágica cuando Lenin rompe relaciones personales con él, tras insultar éste a su esposa y compañera, Nadia Krúpskaia. Finalmente, la burocracia estalinista maniobró para esconder estas cartas de Lenin al partido, permaneciendo ocultas hasta 1956, tres años después de la muerte de Stalin.

Animamos a los lectores a estudiar detenidamente todos estos escritos y obras que nos revelan no solo el genio político y teórico del revolucionario, sino el hombre de acción, que legó a las futuras generaciones de comunistas un tesoro de teoría y experiencias, que son indispensables para coronar la obra que él no pudo ver concluida, la revolución socialista mundial. Esa es el desafío que tiene ante sí la nueva generación revolucionaria. Procedamos a la tarea.

Madrid, 25 de febrero de 2024

CONTENIDO:

• Carlos Marx
• Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo
• Marxismo y revisionismo
• Sobre el significado del materialismo militante
• La bancarrota de la II Internacional
• Informe sobre la revolución de 1905
• La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla
• El marxismo y la insurrección
• ¿Qué hacer?
• Notas críticas sobre la cuestión nacional
• Proyecto de tesis sobre la cuestión nacional y colonial (II Congreso I. Comunista)
• Tareas de las Juventudes Comunistas
• Carta al Congreso (“Testamento político”)
• Últimas cartas de Lenin

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