¿Por qué la represión policial está en aumento? La clase obrera responde

En las últimas semanas, la Ertzaintza ha cargado violentamente en distintas partes de Euskal Herria: un menor al que dispararon al ojo en los carnavales de Tolosa, el desalojo forzoso de militantes de la Facultad de Letras (Vitoria-Gasteiz) en la Herri Unibertsitatea, varias cargas policiales por partidos de fútbol en Bilbao y Donostia que ha dejado a una mujer en la UCI, y los detenidos y heridos por la carga policial del pasado 3 de marzo en Vitoria, precisamente en un día de lucha para denunciar la impunidad de los asesinatos policiales del 3 de marzo de 1976 y exigir justicia, aún no cumplida. Todo esto, concentrado en apenas un mes, no es algo casual. Si analizamos el contexto actual de descontento con el sistema, entenderemos la respuesta represiva de la policía y del Estado.

Los comunistas señalamos que el Estado no es un agente neutral, sino un instrumento que sirve a los intereses de una clase de la sociedad que, bajo el capitalismo, es la clase capitalista. El Estado despliega todo su aparato (policial, judicial, administrativo, militar…) para mantener el orden y la ley y no descarta utilizar métodos violentos como las cargas policiales para restaurar la paz social. En realidad, la justificación de la violencia de una clase a otra por la estabilidad no es más que la justificación de la dominación capitalista para mantener la división de clases sociales intacta.

En definitiva, el aparato estatal responde totalmente a los intereses de la clase dominante y, por tanto, la clase obrera debe organizarse en respuesta. Con esto, no hacemos un llamamiento a desperdiciar energías en enfrentamientos estériles con la policía, sino en poner toda la responsabilidad de la violencia sobre el Estado y el gobierno que lo sustentan. La fuerza de nuestra clase no se basa en la violencia ciega, sino en la superioridad cuantitativa y potencialmente cualitativa que se debe manifestar en protestas, manifestaciones y, a un nivel superior, en insurrecciones de masas

Sin embargo, existe la creencia de que el Estado en los países más avanzados es demasiado fuerte o de que se ha perfeccionado demasiado hasta el punto de ser invencible. Esto es totalmente falso, no podemos negar que el Estado tenga mucho poder y muchos medios, pero a su vez la clase obrera es más fuerte que nunca, aunque aún no sea del todo consciente.

En el contexto actual de crisis y empobrecimiento, millones de trabajadores están sacando conclusiones revolucionarias / OCR

Precisamente, en el contexto actual de crisis y empobrecimiento, millones de trabajadores están sacando conclusiones revolucionarias, pues es la situación objetiva la que está empujando la conciencia y radicalizando a amplias capas de la juventud obrera. Esto es un síntoma evidente de un sistema incapaz de responder a las necesidades más básicas de la sociedad. Hay que tener en cuenta que muchas veces, partiendo de una lucha defensiva (para defender los niveles de vida, empleos, derechos, etc.), se puede pasar a la ofensiva, mediante huelgas generales y otros métodos de lucha. De hecho, las huelgas, que prácticamente se han duplicado respecto al año pasado, son una muestra de la insatisfacción y los pasos en firme que está dando nuestra clase.

Ante esta situación, la burguesía también ha dado pasos en paralelo, reforzando los aparatos policiales y militares, tanto a nivel nacional como a nivel mundial. En Euskadi, el gasto público para la Ertzaintza entre 2018 y 2024 ha sido de casi 5.000 millones de euros destinados, entre otros, a modernizar sus sistemas de vigilancia y predicción[1], que va en consonancia con el aumento del gasto policial y militar en Europa y en el resto del mundo.

Está claro que la burguesía se está preparando para un auge de la lucha de clases porque sabe que el sistema se encuentra en un callejón sin salida: cada vez más personas buscan una alternativa al capitalismo y están dispuestas a luchar por ella. Los ataques por parte de la policía no son más que la anticipación o, mejor dicho, el intento de contención de toda la rabia que se está acumulando. En un sistema donde la única respuesta a nuestros problemas es la represión, debemos responder con fuerza: ¡unidad de clase contra la represión! ¡Ante la violencia capitalista, organización comunista!

 

[1] https://www.naiz.eus/eu/info/noticia/20240225/es-muy-pronto-para-saber-si-la-ertzaintza-se-ha-diferenciado-respecto-a-las-demas-policias

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