Huelga y movilización del 8M: “casi una revolución”
La jornada del 8 de marzo que vivimos en el Estado español ha sido histórica. Un comentarista del diario catalán El Periódico, la describió como «más que una huelga, casi una revolución». Y esta apreciación no era exagerada. Tras varios años de apatía y desmovilización, una marea humana emergió en las calles de todo el país, arrastrando a mujeres (y hombres) de todos los sectores populares, pero fundamentalmente de la clase trabajadora. Hubo un ambiente de fuerza y confianza en las propias fuerzas que se rebelaba contra la atmósfera de estancamiento, desesperanza y fatalismo que la clase dominante, y también los dirigentes sindicales y de izquierdas, habían establecido en el último período.