
Un año de gobierno de la derecha en el País Valencià

Qué república defendemos los comunistas

Crecen la pobreza y la desigualdad

Elecciones en Euskadi: la rabia y el descontento social abren la puerta a un cambio de gobierno

Dani Alves en libertad bajo fianza de 1 millón de euros ¡Basta ya de una justicia machista y para los ricos!

Sevilla, dos ciudades desiguales en una

¿Por qué la represión policial está en aumento? La clase obrera responde

El Tribunal Supremo acusa de terrorismo a Puigdemont: una amenaza para nuestros derechos democráticos

Incendio de Campanar (Valencia): una tragedia provocada por la especulación

El Ayuntamiento de Sevilla ataca al fútbol en Torreblanca

Los niños de familias obreras están condenados a la pobreza crónica

A veinte años del atentado terrorista del 11 de marzo de 2004: cuando derrotamos a la infamia
Se cumplen 10 años de la brutal masacre terrorista que segó la vida de 192 personas en Madrid, en 4 atentados simultáneos con bomba que tuvieron lugar en trenes de cercanías y en la Estación de Atocha. Hubo más de 2.000 heridos, y cientos quedaron con secuelas graves, muchos de ellos impedidos total o parcialmente para trabajar. La inmensa mayoría de las víctimas fueron trabajadores, estudiantes, vecinos de las barriadas obreras de las zonas sur y este de Madrid, y de su cinturón industrial. Un dato nunca suficientemente remarcado es que más del 25% de las víctimas mortales eran trabajadores inmigrantes (latinoamericanos, magrebíes, subsaharianos, rumanos, y de otros países del este de Europa), que habitan esas zonas en gran proporción. Desde todo punto de vista, el atentado del 11-M de 2004 fue un crimen contra la clase obrera.